Marco entro a la Bodega detrás de Enrique.
- A dónde la llevo- me Preguntó a mi.
- A dónde ella te diga, es su escape, ella decide si vive o muere - conteste mirándola fijamente.
La desató de la silla y la llevo afuera.
- Vuelvo en una hora, después de dejarla voy a limpiar la camioneta.- después de eso salió y escuchamos las llantas de la camioneta rechinar en la tierra.
Chiquete se tiró rendido a la silla.
- Escuchaste toda la historia ? - le pregunté mientras veía su mirada perdida.
- asintió con pesar.
- y cómo estás ? - le pregunté acercandome a el riéndome
- Tú cómo estarías ? - pregunto desafíante.
- No creo que alguien se atreva a hacerme algo parecido, a ti te paso por pendejo. - seguía riéndome.
- De verdad estás disfrutando esto. O me equivoco ?
- No sabes cuánto.
- y que es lo que te causa tanta risa, que por tu puta culpa casi matan a un niño, o que otra vez me hechaste a perder una relación - dice enojado.
- Yo no tengo la culpa que tú novia sea una pinche insegura, todo lo que paso entre nosotros fue porque ambos quisimos, nunca te obligue a nada - dije rápidamente- y no se te ocurra volver a decir que es mi culpa la pendejada que Fernanda estaba a punto de hacer.
- Quédate callada, tu hermano va a tardar rato en venir y no quiero estar escuchando. - dice irritado y quitándose el saco y aflojando su corbata.
- Yo sabía que algo así iba a pasar- le dije retandolo.
- cállate ya - dice con los ojos cerrados con sus manos apoyadas en sus rodillas.
- A dónde crees que se valla ? -
- Victoria cállate ya
- Es curioso sabes ?
- cállate.
- Yo te dije que no era buena persona y tú no me hiciste caso.
Se levantó rápidamente de la silla y se acercó hacia mi tomándome fuertemente de los antebrazos.
- TE DIJE QUE TE CALLES CHINGADA MADRE !!! NO ESTOY DE HUMOR PARA ESTAR AGUANTANDO TUS PENDEJADAS!!!!!
Al instante se dio cuenta de lo que acababa de hacer y me soltó pero sin alejarse de mí.
- Perdón - dijo en un susurro.
Realmente estaba afectado por la situación, ignore el hecho de que me acababa de gritar y pase mis manos por sus hombros para atraerlo a mi en un abrazo, uno que respondió al instante.
Estuvimos así mucho tiempo, en el que su respiración cada vez se tornaba más agitada y no hace falta aclarar lo que empezó a recorrer mi mente.
Nos separamos poco a poco, quedando cara a cara viéndonos fijamente.
Se inclino hacia mi buscando mi aprobación.
Merodee mis labios por los suyos y ansie tanto por qué los besara, pero también quería provocarlo, hacia tanto que no teníamos sexo y a decir verdad lo extrañaba.
Cuando iba a unir nuestros labios me hice para atrás haciendo que el estire su cara hacia mi, haciendo reír fuerte, estaba tan desesperado como yo.
- Victoria - susurro enojado.
Me acerque haciéndolo creer que ahora sí lo iba a besar, abrí sus labios y en un impulso se avalanzo hacia mis labios pero logré esquivarlo otra vez.
