Capítulo 6

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La joven mantenía silencio en la sombría carroza que la transportaba en medio del bosque. Ya habían transcurrido dos días desde su partida del reino Uraraka y lo único que frenaba sus ganas de salir corriendo, era la promesa que su padre le había hecho hacer.

Todo lo hacía por su familia y quizás un poco por el pueblo.

Se encontraba en una guerra interna con ella misma, porque sin duda estaba sacrificando todo por los demás y se sentía enojada al pensar que no se merecía tal destino, ella nunca lo pidió. Y sentía enojo como también compasión por la princesa Uraraka, ella fue egoísta al abandonar a su pueblo en merced de una posible guerra por su huida. Mas así también, ella estaba viviendo en carne propia lo que la joven princesa hubiera tenido que soportar en aquel matrimonio arreglado.

Entendía porqué decidió huir. También quería hacerlo.

—Pasaremos la noche aquí, en la mañana llegaremos al barco —avisó una voz monótona desde las afueras, haciéndole saber que se trataba del príncipe que le hablaba a un lado de su carroza.

—Entiendo —respondió ella sin mucho entusiasmo.

—Si desea quedarse en la carroza, puede hacerlo —añadió—, prepararemos algo para comer si gusta.

Ella no respondió a su aviso, sin embargo a él tampoco pareció importarle puesto que a los segundos de haberlo dicho, se escuchó sus pasos alejarse de ella sin esperar más.

En cuando notó que no había nadie a su alrededor, suspiró frustrada y se desparramó sobre el suave asiento de seda que le otorgaron. Esperó unos minutos en su posición para luego por fin echarle un vistazo a las actividades de todos sus acompañantes.

Los vio haciendo una fogata no muy lejos de ella, creando un especie de círculo del mismo. Ella observó desde su lugar lo que se asaba en el fugo; pescado. De golpe la saliva se comenzó a acumular en su boca producto del olor que desprendía el alimento.

Podía ir hasta allá y comer algo, vamos, nunca fue reservada en cuanto comida pero algo le impedía hacerlo. Quizás su orgullo.

Se sobresaltó cuando divisó al príncipe levantarse de su lugar y girar hacia su dirección. No tuvo tiempo ver más ya que se escondió rápidamente y cerrando las cortinas de la carroza. Esperó en su sitio con la esperanza de que no la hayan descubierto pero segundos después escuchó unos suaves golpes a la puerta.

—Princesa, le traigo pescado —habló estático el bicolor—. Tome.

—No tengo hambre —mintió haciendo una mueca, a lo que luego corrigió al darse cuenta de su tono de voz agresivo—, muchas gracias pero no.

—Rehusarte a comer no ayuda en nada —dijo ingresando la mano con el pescado incrustado en un palo—, no causes problemas y come.

Ella frunció el ceño, indignada. No es como que quisiera comportarse así, tenía hambre pero su enojo y frustración no se la estaban dejando fácil. Se mordió el labio inferior al perderse por el delicioso aroma de la comida que inundó toda la carroza, no podía aguantar más, así que con algo de mala gana fingida tomó del palo que aún era sostenido por el chico.

—De acuerdo —dijo desviando su mirar incluso si no estaba viéndolo directamente.

Por su parte, el príncipe esperó algún reclamo más de parte suya. Alguno como que quería utensilios para comer o que el alimento no era digno de su agrado, no tenía utensilios que ofrecerle ni otros elementos así que ya estaba preparado para lo que venía, sin embargo, no fue así. Desde un orificio que dejaba visible el interior del transporte, la visualizó degustando con ánimos aquel pescado.

Fairy tales [Todoroki x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora