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Golpeó su libro con el lápiz con frustración llamando la atención de Jihoon, quien estaba sentado en la silla a su izquierda mientras lo arreglaban para la presentación.

-¿Qué pasa?

-Tengo que resolver un problema de matemáticas y realmente me va a volver loca- explicó ella volviendo a leer si libro

-¿No sería mejor pedirle a un compañero tuyo que te de la respuesta?

-Sería lo fácil pero mañana tengo un examen y si no apruebo tendré que hacer un trabajo para poder graduarme- suspiró cerrando el libro -Es muy frustrante

-¿Y Seungkwan?

-Tampoco tiene la respuesta, no tiene hecha ni la mitad de la tarea

-¡Oye!- el mencionado se levantó del sillón del camerino y se acercó a ellos -Te ayudé a hacer los primeros diez ejercicios

-Tranquilo- sonrió ella -No estoy haciendo de menos tu arduo trabajo pero tenemos que terminar la tarea porque si me hundo yo, te hundes conmigo

-Los ayudaré

Seungkwan y Abbie miraron a Jihoon incrédulos, no se creían en absoluto lo que estaban escuchando de su mayor. Recordaban que él siempre había sido muy atento con ellos y los ayudaba siempre que necesitaban pero hacer la tarea de matemáticas era algo totalmente diferente y pensaban que era un territorio desconocido para el pelirosa.

Ambos intercambiaron una mirada sin saber que responder.

-Vamos, ¿qué tan difícil puede ser?- agarró el libro de Abbie y buscó la página que estaba apartada con un post-it

Los dos chicos dejaron que Jihoon los ayudase con su tarea, les explicó lo que recordaba de la escuela y omitió decir que inventó varias partes del procedimiento por obvias razones.
No lo podían culpar, él estudia arte no ciencias pero hizo su mayor esfuerzo esperando y deseando que sus menores tuviesen las mejores notas de su clase.

El día pasó al igual que la presentación, que fue todo un éxito, y al final regresaron a casa para descansar. Aunque el trío se quedó hasta tarde repasando las lecciones y hasta que ninguno tuvo ninguna duda pudieron irse a dormir.

-¿Crees que podremos sacar el examen?

-Es pero que si

Abbie se despidió de Seungkwan y se fue a su apartamento compartido con las chicas.

Al día siguiente, Jihoon decidió ir a la parada de autobuses para esperar a los dos chicos sintiéndose nervioso por el resultado.
A lo lejos vio como el vehículo se acercaba a la parada y se levantó del banco. Cuando ya estuvo frente a él las puertas se abrieron dejando bajar a ambos chicos, quienes no tenían buena cara.

-¿Y? ¿Cómo les fue a mis queridos dongsaengs?

-Tu lo agarras y yo le doy con la guitarra

-Me parece

Jihoon sabía que si se quedaba ahí no vería el sol otra vez y sin más, salió corriendo de los dos menores.

Only SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora