Capítulo 5

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- Es momento de que regrese - dijo mi amada triste, faltaba poco para que el Sol se ocultara

Fue entonces que le di un beso en la frente

- Lo sé... nos veremos nuevamente en el amanecer de pasado mañana - declaré mientras la miraba melancólico y con ternura

- Arceus mediante

- Te amo - dijimos ella y yo al mismo tiempo compartiendo la calidez de nuestras almas

Y a continuación me aleje a un árbol cercano mientras mi amada regresaba con su equipo

- Nos quedaremos aquí a descansar hasta que despiertes - dijo Marina

Todos asintieron

- ¿Te parece bien dormir en la tienda donde nos acostamos todos en lo que despiertas?

Mi amada solo asintió algo somnolienta, todos entraron a la tienda, luego de eso el sol se ocultó completamente

Sabía que ella despertaría, pero me ponía triste no poder estar a su lado en estos momentos de necesidad

Después de un rato decidí acostarme a dormir en el árbol en el que me encontraba...

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Aviso del autor: en esta historia romperé la regla del grupo huevo pero seguiré aplicando otra: los hijos de 2 pokémon tendrán la apariencia de la madre

Ante mi se alzó un escenario azul como el Aura

- ¿Cómo te ha ido en el Bosque del Atardecer Llameante hijo? - dijo mi padre, un Lucario

- ¿En serio ya pasó otro año? - pregunté, el tiempo transcurre volando

- Sí - respondió mi abuelo, un Blaziken

- Pues actualmente no muy bien: ¿recuerdan a Lucía?

- ¿La Lopunny de la que tanto hablas? - preguntó uno de mis primos

- Sí

- ¿Qué pasó? - inquirió mi abuelo preocupado

- Ha sido capturada por una entrenadora

- Ya veo, eso es un problema - declaró mi padre

- Sí... - respondí resignado

- ¿Quieres que nos ocupemos de ella? - preguntó mi abuelo, con esa sonrisa que me produce escalofríos

- ¡¡No hay necesidad de incurrir a esa clase de cosas papá!! - declaró molesto y preocupado mi padre

- Estos jóvenes de hoy en día... - respondió decepcionado mi abuelo

- De hecho aquella entrenadora no trata mal a mi amada es solo que...

- Estas preocupado por su futuro, ¿o me equivoco? - preguntó mi padre

- Exactamente

- ¿Te haría sentir mejor si uso mi movimiento secreto en ti?

- Sí, gracias

- Para eso estamos hijo

- Oye hermanito, ¿pero no te acuerdas que eso te produce jaqueca por un mes? - inquirió mi tía Kenia, otra Lucario

- Es mi hijo, ¿no harías lo mismo por Fernando o Gabriela?

- Sí - respondió ella comprensiva

- Ahora todos, por favor, déjenme concentrarme - dijo mi padre mientras cerraba los ojos

A continuación todos los presentes, que eramos aproximadamente 500 pokemon, guardamos silencio.

Decidueye y Lopunny: Te seguiré hasta el fin mi hermoso clarínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora