Capitulo 10, Especial de navidad

53 1 3
                                    

- Ya terminé - dijo Ignacio después de un rato

- Eso es bueno - respondí

- ¿Qué? - preguntó él

Antes de que pudiera hablar mi amada cubrió mi pico con su suave mano

- Permiteme cariño - dijo con una mirada tan seductora que no pude negarme

Ella cerró los ojos, concentrándose, después de unos momentos los volvió a abrir

- Ya puedes hablar querido - dijo para después darme un beso en la mejilla y recargarse en mi pecho, estaba tan cerca que me hacia suspirar

- ¿Qué dijiste? - preguntó Ignacio

- Que es bueno que hayas terminado - respondí

- Pero mis papás todavía no, dicen que podemos salir un rato al invernadero que hay en el centro de la ciudad

- ¡Que bueno! - exclamó Marina mientras se paraba y abrazaba al muchacho

- ¿Quieres venir? - preguntó mi hermosa resplandecencia

- Me encantaría pero... Primero debo saber que opinan los padres de Ignacio

En eso ellos salieron del consultorio

- Claro que puedes: el primer día de la nevada siempre abrimos tarde por los preparativos que debemos organizar, - dijo Paulina - además debemos empezar con los de noche buena - agregó en voz baja mientras guiñaba un ojo

¿Qué es noche buena?

Me pregunté confundido

- Anda, ve, disfruta con ellos el paseo

Al oír eso hice una reverencia

- Muchas gracias, prometo ayudarles en lo que pueda cuando regrese

Por un momento mi amada dulcinea, Ignacio y sus padres se quedaron boquiabiertos

- ¿Qué pasa? - preguntó Marina confundida

Fue entonces que ellos regresaron a la realidad

Paulina y Miguel hicieron una respetuosa reverencia

A continuación empezamos a salir del lugar

- Nos vemos - dijo Ignacio en cuanto abandonamos la edificación

- Diviértanse - comentó Miguel

- Regresen antes del anochecer, ¿de acuerdo? - agregó Paulina

- Lo haremos - respondió el muchacho mientras nos alejábamos

Todos íbamos bien abrigados, mi amada doncella y yo uno cerca del otro, podía oler su dulce esencia mientras caminábamos

- ¿Qué tan lejos queda ese invernadero? - preguntó Marina mientras tomaba de la mano a Ignacio

- Lo suficiente como para tomar un taxi - agregó él con una sonrisa

- ¡Taxi! - exclamó Marina

En ese momento un vehículo amarillo que pasaba cerca se detuvo

- ¿A dónde los llevo? - preguntó cordialmente el conductor

- Al Invernadero Central - respondió Ignacio mientras él y la joven se sentaban en los 2 asientos libres de adelante

Ya había visto como los humanos abrían este tipo de puertas, tome el palo del taxi, lo jale levemente y la puerta se abrió

- Después de ti - dije mientras le ofrecía a mi amada constelación pasar

Decidueye y Lopunny: Te seguiré hasta el fin mi hermoso clarínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora