CAPITULO 26

576 55 5
                                    

Capítulo 26

Linda no nos interrumpe y Alexa y yo seguimos abrazados, la verdad perdí la noción del tiempo, nunca nos habíamos desahogado de esta forma, yo no suelo llorar, pero ahora estoy dejando que todo salga. Alexa se separa de mi y me da un beso en los labios a lo que correspondo y le sonrió.

- Bueno, ahora que han roto el hielo y empezado a abrir sus corazones poco a poco el uno con el otro, su tarea para hoy será antes de dormir, lean juntos sus respuestas, abran sus corazones, es lo principal para rescatar esta relación, durante los siguientes 8 días no pueden tener sexo – cuando ella menciona eso ambos abrimos los ojos de par en par, si supiera lo calientes que hemos estado, no nos haría eso – sí, sé que es duro pero, deben aprender a tener a ser primero íntimos con el alma y luego con su cuerpo, dormirán en cuartos separados, ¿si pueden hacer eso?

- Si no hay problema-dice Alexa y yo pues solo asiento, no me queda de otra que controlar a mi amigo estos 8 días, "Tu puedes Daniel, se valiente"- me digo a mí mismo.

- Excelente, empezamos bien, los veo mañana a esta hora, recuerden cuartos separados a partir de hoy. ¿estamos?

- Si Dra. – contesto de mala gana, pero todo sea por que mi relación con Alexa mejore. – gracias por su ayuda.

- De nada cuídense y vallan con bien.

Ambos nos despedimos de Linda y salimos para nuestra casa, o mejor dicho nuestro hogar.

- ¿Qué te parece si cenamos fuera? - le digo a Alexa – así solo llegamos a descansar.

- Si tengo demasiada hambre y no quiero cocinar – ambos reímos – quiero una buena hamburguesa doble con queso, con papas fritas y algo cubierto con chocolate.

- Jajaja muy bien entonces una Hamburguesa doble con queso será jefa. - ella ríe y la llevo a donde mi amada desea. 

Llegamos a un Carl's Junior, por que mi esposa solo le gustan estas así que no tengo otra opción, cenamos bastante bien y la pasamos riendo, recordando anécdotas de nuestra etapa universitaria, las veces que nos escapamos por que sus padres no me querían, cuando la presente con los míos y la adoraron desde el principio, acordamos irlos a visitar después de la fiesta anual de la empresa, realmente los extrañamos.

Salimos del establecimiento y fuimos por un helado, me sorprende que este muy antojada mi esposa, no quiero pensar mas por que en esos 3 años de casados no hemos podido tener bebes, de hecho, creo que no los hemos buscado, además nuestra situación económica no es muy buena aun y se que ella lo ha entendido todo este tiempo, aunque, se que lo desea en el fondo de su corazón.

Llegamos a nuestra casa y tome y le pedí que nos pusiéramos cómodos para leer nuestras respuestas, ella asintió y fue a bañarse en lo que yo me cambiaba de cuarto, aunque no lo quiera tengo que hacer este esfuerzo, debe haber una buena razón para que no me dejen disfrutar de mi amada esposa por 8 largos días.

Veo que llegamos a la sala al mismo tiempo, me siento junto a ella y ambos nos miramos.

- ¿Bueno tu empiezas o yo? - me dice ella y hare los honores.

- Esta bien yo inicio – la miro a los ojos – leo la pregunta y primero respondo y luego tú, ¿vale?.

- Si, me agrada la idea – me sonríe y hablo nuevamente.

Cada una de las preguntas nos hizo ver más allá de lo superficial que siempre notábamos a diario, como el color favorito, la comida, en que época nos hubiera gustado vivir, eso fue interesante por que ambos dijimos que en esta, amamos la tecnología, recordé que Alexa adora ir a nadar, andar en bicicleta, que le encantaría ir a Disneyland, nos preguntaron nuestra fantasía erótica, eso es demasiado cruel, ella me respondió que le gustaría hacerlo en el coche, rayos!! Si por mi fuera ya la habría tomado aquí y en todas partes, la mía la verdad no sabría decirle, quizás en el elevador, seria muy interesante, cuando se lo dije solo se rio.

- Quizás debamos parar con este tema- se levanta y va por un vaso de agua, esta excitada como yo, no lo pienso dos veces cuando me levanto y la alcanzo, la beso con desesperación, ella me responde, se que ansiaba mis besos como yo sus labios.

- Daniel, detente-dice entre jadeos- debemos parar ahora.

- Ella nunca dijo que no podía besarte- la miro a los ojos y ella sonríe – seguimos besándonos, prácticamente comiéndonos la boca, aunque sabia que debía detenerme no quería, mi yo interno estaba en una batalla descomunal, hasta que Alexa rompió el beso y me pidió que me detuviera, teníamos que terminar de leer nuestras respuestas, nos sentamos nuevamente y ella hablo.

-  Diga tres cosas que ambos tienen en común, mmmm – dudamos los dos en responder- la verdad no sé qué tenemos en común Daniel, quizás nos gusta salir a comer.

- Si esa es una, recuerdas que nos gustaba hacer ejercicio juntos, que salíamos a correr al principio.

- Jajaja que jamás aguantaba una vuelta – reímos los dos-que siempre terminabas por cargarme de caballito – veo que agacha la cabeza y se que esos recuerdos pesan.

- Deberíamos hacerlo de nuevo, amaría llevarte de caballito cada vez que pueda – ella me mira y puedo ver que hemos dejado de hacer cosas juntos, nos distanciamos tanto que lo que un día nos unió, se ha ido perdiendo.

Continuamos leyendo cada pregunta, nos pusimos la meta de salir un día a la semana a comer a donde quisiéramos y por las tardes iríamos a correr 3 veces por semana al parque, salvar un matrimonio requiere de ambas partes, y siento que lo nuestro se puede fortalecer al compartir juntos esos pequeños momentos.

CRIS HERNÁNDEZ

La última carta © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora