Día #02: That's the easy part

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Primera parte:

Shinichi cambiaba su peso de un pie a otro balanceándose ligeramente de un lado a otro. Miro las puertas corredizas del establecimiento dando un paso firme asea enfrente solo para retroceder tres cuando las puertas se abrieron automáticamente, se movió a un lado y comenzó a caminar de izquierda a derecha frente a las puertas repitiendo el patrón que había estado haciendo los últimos diez minutos.

Ran rodó los ojos al ver a su mejor amigo detenerse por encima vez mientras le lanzaba una sonrisa de disculpa al pobre guardia de seguridad que miraba con desesperación al joven detective considerando en ahuyentarlo del local y posiblemente prohibirle la entrada en un próximo futuro.

Dejando que Shinichi hiciera de loco un minuto más, Ran pensó que finalmente había decidido entrar al establecimiento al verlo aproximarse solo para que se detuviera a escasos centímetros de la puerta, negara con la cabeza y volviera alejarse. Conociéndolo también como lo hacía, Ran pudo ver en esta ocasión la clara intención de marcharse del lugar.

—Esta es una mala idea, ¿Por qué no nos vamos y nos olvidamos de todo esto?— dijo él mirándola brevemente antes de caminar en dirección contraria del establecimiento sin darle oportunidad de responder.

Oh, ella no lo estaba dejando marcharse, no después de que prácticamente la obligó a revisar cientos de catálogos, recorrer diversos centros comerciales y plazas hasta encontrar una tienda que cumpliera con sus tontas exigencias durante los anteriores tres días solo para retractarse en el último minuto.

No, ella no lo estaba dejando marcharse, y lo dejo en claro sin necesidad de palabras cuando lo tomo del cuello de su camisa bruscamente y lo arrastro de regreso a la tienda obligándolo a entrar definitivamente.

—¡Oye!— ignorando su queja, con un último tirón lo hizo caer de espaldas contra el frío suelo de la tienda — No había necesidad de eso— hizo una mueca frotándose la zona dañada.

—Si que lo había— gruño irritada —Ahora, deja de actuar como un niño y escoge un maldito anillo sino quieres que las dos semanas que estuviste en el hospital tras enterarme de lo de Conan se vuelvan cuatro.

Haciendo una mueca y reprimiendo el inconsciente estremecimiento causado por la amenaza, Shinichi se levantó prácticamente de un salto. Odiaba los hospitales, y los odiaba aún más cuando su movilidad era impedida debido a alguna fractura o hueso roto.

Sorprendentemente Ran sabía cómo romper algunos huesos sin la necesidad de causar una daño severo o permanente, y no estaba dispuesto a experimentarlo nuevamente, una vez fue suficiente para toda una vida muchas gracias.

Suspiro. Ya estaba en la tienda, y por más que quisiera dar media vuelta y marcharse no quería ser el extremo receptor de la irá se Ran, por lo que no tenía de otra que recorrer el lugar y observar la diversa variedad de joyería que tenía para ofrecer. ¿Quién sabe?, Quizá llegaba a encontrar algo lo suficientemente apropiado para el uso que le daría.

—No entiendo porqué dudas tanto— hablo Ran mientras revisaban la extensa variedad de anillos de compromiso en existencia —Fue tu idea el venir aquí en primer lugar.

—Lo se— respondió apartando su vista de un anillo de oro rosado con un topacio en el centro antes de enfocarse en uno de oro blanco —Simplemente… ¿Estoy nervioso?, Supongo, es una decisión importante y creo… no estoy seguro de ello.

Olvidándose del anillo de oro con un rubí en el centro en el cual se había enfocado, Ran entrecerrado los ojos en dirección a su amigo notando finalmente la leve tensión en sus hombros, el ligero tartamudeo de sus movimientos y el nerviosismo en su expresión facial.

Diversas Formas de Amar [Fictober 2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora