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Allí se encontraba Taehyung. Caminando hacia el lugar. Lo volvería a ver. Esta vez ni bien observo dentro del lugar lo vio y su corazón empezó a palpitar con fuerza.  Allí estaba, vistiendo su uniforme azul. Siempre con una sonrisa atendiendo a los demás. Taehyung se adentro al lugar, como si su cuerpo se moviera por si solo. Quería estar cerca de el una vez mas.  Sin siquiera voltear a ver la estantería de los Casetes, tomo uno cualquiera en sus manos  y se dirigió en linea recta así el, encontrando la distancia entre los cuerpos. Cuando el chico se despidió del cliente que estaba atendiendo  se voltio simpático asía Taehyung.

- Bienvenido a MusicaEverything ¿Puedo ayudarte en algo?

Su voz. Su maldita voz. Había estado retumbando en su cabeza  los últimos siete días. Era hermosa. 

Taehyung le dio la pequeña caja de plástico que avía tomado hace unos segundos antes y el la tomo. 

-¿Necesitas algo mas? - El chico de ojos avellanas negó con la cabeza- Bien. Por aquí por favor . Dame un minuto para envolverlo adecuadamente.

Taehyung regresó con el paquete en sus manos, lo colocó dentro de la bolsa de plástico y se la entregó. Seguidamente cobró el dinero.


-Gracias. Que disfrutes tu compra y esperamos que vuelvas pronto.

Taehyung se retiró del lugar. Sus manos estaban transpiradas y sentía un hormigueo en su cuerpo. Se sentía bien. Estaba nervioso por toda la gente, no podía negarlo. Pero cuando se encontraba frente a Yoongi  era como si el resto del mundo de desvaneciera. Como si reinara la paz. Una sensación nueva y agradable. Comenzó su marcha en busca de su madre.

Yoongi lo había observado retirarse del local.

-Es él –dijo en un tono bajo de voz, que entre el bullicio de los compradores no se dejó oír.

Wendy, la señora que trabajaba los martes y jueves en el local le había comentado que una señor había preguntado por él, lo cual le resultó bastante extraño, ya que el no conocía a nadie que encajara con la descripción de aquel hombre. Pero lo que más le llamó la atención fue que Wendy le dijo que el señor no estaba solo, que la acompañaba un adolescente. Un joven de cabello  color castaño, alto, tez morena, ojos café, que en ningún momento tuvo intenciones de decir palabra alguna. Encajaba perfectamente con la descripción de ese chico.


-Me gustaría saber su nombre –susurró y siguió atendiendo a los demás clientes.


Taehyung no podía creerlo. Llegó a su casa y se encerró en su habitación. Su madre creía que le gustaba escuchar sus nuevas adquisiciones a solas y cuanto antes fuera posible; pero en lugar de eso, él sólo tomaba el paquete entre sus manos observándolo fijamente. Admirando cada milímetro de la fecha escrita a mano.Era como si se sintiera más cerca, o en todo caso, menos alejado de aquel muchacho al poseer en sus manos algo suyo. Algo que él se hubiera encargado de envolver. Algo que él se hubiera encargado de escribir. Luego de estar casi una hora mirándolo fijamente lo guardó dentro de la caja debajo de su cama, junto con el primer Casete que había comprado.Luego se tumbó en su cama mirando hacia el blanco techo. No podía sacarlo de su cabeza. Sintió un gran vacío en su pecho al pensar en que debía esperar otros largos siete días para volver a verlo. Tantas horas de espera para tan sólo poder verlo apenas unos minutos. Pero aun así creía que valía la pena.

El chico de los Casetes  「ʏᴏᴏɴᴛᴀᴇ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora