—¿Dónde estabas? —preguntó Jimin en cuanto vio llegar a su hermano, curioso al notarlo tan sonriente.
—Jungkook me llevo a una clínica para una consulta médica. —contestó Taehyung, sentándose en la cama que le pertenecía.
—¿En serio? —se sentó a su lado, algo preocupado ante sus palabras. Como si Taehyung pudiera leer su mente, alzó su remera para mostrar el gran moretón que tenía en su cadera. Realmente se veía feo, lo que le hizo abrir grande los ojos.— Por Dios, ¿estás bien?
—Si toco me duele. El doctor dijo que es normal, que apenas ayer me golpee y que se ira con el tiempo, pero que cualquier cosa podía ir de nuevo y me dio unas pastillas o no sé cómo se llamen. —las sacó de su bolsillo, dejando que su hermano las inspeccionara.
—Debes tomarlas... aunque seguro mamá tendría la solución con algún remedio.
—No me gustan estas cosas, no sé si pueda tragarla.
—Te tragas otras cosas, seguro puedes hacer esto. —le devolvió las pastillas, sintiéndose más relajado al saber que no era nada grave.— Por cierto... ten más cuidado. —le cubrió mejor con la camisa el chupón que traía en su hombro.
Taehyung largó un bufido: —Le dije que no lo hiciera y no me hizo caso. A mí también me tienta llenarlo de marcas, pero me he estado conteniendo. —se recostó un poco contra el respaldo, pudiendo ver mejor a Jimin.— De regreso me llevo a un manantial lindísimo que está a unos kilómetros de aquí. El agua estaba perfecta y me lo hizo bonito. —largó un suspiro bobo, digno de una persona enamorada que sentía lindo de solo recordar los momentos bonitos.— Es mi perdición...
—Ay Tae, caíste a fondito.
—Ya se. —hizo un puchero.— Ya le dije que lo quiero y él me correspondió... pero definitivamente lo de este fin de semana será lo que en verdad importe.
—Su primo ira también...
—¿Ah sí? —alzó una ceja, curioso por él.
Jimin asintió: —Y me hizo llevarlo al mercado, deseaba comprar ropa como la que usamos. No sé si lo hizo por burlarse o que, según él era porque no quería desentonar, pero fue extraño para mí.
—Quien sabe. Quizás si quería estar para la ocasión.
—A lo mejor... —negó.— Como sea, fue agradable la salida. —se levantó arreglando su uniforme y caminó a la puerta, pensando bien en lo que estaba por decir.— Es guapo... —volteo a ver como su hermano mantenía una mirada picara y casi burlona en su rostro y supo de antemano lo que andaba pensando.— ¡No es lo que crees!
—Si, claro, por eso ya le echaste el ojo.
—Ay no tengo porque andar dando explicaciones tontas, mejor preocúpate de que nadie vea tus marcas. —y sin más se apuró a huir, haciéndole largar una carcajada a su hermano.
***
—Compre algo para ti. —dijo Yoongi, arrojando casi en la cara de su primo la bolsa que llevaba en mano en cuanto estuvieron en el cuarto del azabache.
Jungkook frunció un poco el ceño ante la sorpresa, y tomó la bolsa entre sus manos, mirando vagamente lo que había dentro.
—¿Qué compraste?
—Es para que no quedemos tan raros en esa fiesta. —sonrió, cruzándose de brazos mientras se apoyaba en una cómoda, viendo como su primo sacaba las prendas para verlas mejor.— La compre hace un rato, Jimin me llevo al mercado. Compre dos negras porque sé que no eres de andar muy colorido.
ESTÁS LEYENDO
Paraisos Prohibidos | KookTae
FanfictionTaehyung y Jimin son un par de hermanos adoptivos que viven en la comunidad gitana de su pueblo bajo el manto de una humilde mujer y su hijo, a quienes aman como su verdadera familia. A pesar de ser felices con lo poco que tienen, las necesidades p...