INVICTA

CAPÍTULO 3

Miro a mi alrededor, donde está cubierto de una fina capa de luz azulada brillante, aunque no es molesto a la vista, es extraño, pero de una manera exótica y preciosa. 

Giro sobre mi eje y visualizo todo lo que ocurre a mi alrededor, parece que estoy metida en un cuadro antiguo en plena guerra, ataques cortados a mitad. posiciones de guerra, sangre esparcida por todos lados, gente muda pero gritando, lobos apunto de atacar con los hocicos tensos y enseñando sus dientes y completamente estático. 

Mi brazo me arde, las garras del lobo me han hecho una gran herida y ahora la sangre brota de allí. Estoy hecha un completo desastre, muy distinta a como empecé la tarde, ahora el vestido está roto, sucio y salpicado con gotas rojas de sangre, muy distinto al blanco brillante original. Ahora mis pies pisan descalzos el suelo bajo de mí, y los tacones elegantes, dorados y caros han desaparecido, me los quité antes. Y por último, mi pelo y mi rostro, antes perfectamente peinado y maquillados ahora está completamente despelucado y seguramente tenga las sombras de los ojos corrida por el rostro. 

Camino despacio esquivando los cuerpos estáticos, tanto de pie como los que están tirados en el suelo. Miro a mi alrededor, todo está completamente en silencio y una calma extraña cae sobre todos. Escucho un suave susurro a lo lejos, la suave brisa que corre sobre este extraño cuadro.

A parto un mechón rubio de mi pelo que ha caído sobre mi rostro sin dejar de caminar. No hay nadie en movimiento. Niall, encima del escenario, mira la escena que ocurre ante sus ojos, no se ha movido nada, su pelo sigue estando perfectamente peinado, su traje perfectamente limpio e impoluto y su cara sigue estando tan tensa. Mara mi sorpresa a su lado solo está Maximo, Ville no.

-¿Qué está pasando? -digo cuando la fina capa de luz azul que cae sobre todo se hace un poco más brillante. 

Del cielo sale un un brillante destello que no dura más de un segundo, suficiente para que mi vista lo capte. 

La luna brilla en lo alto del cielo oscuro, luna llena y completamente blanca, o no. La luna se tiñe poco a poco de un color azul a medida que más la miro. Y de un segundo a otro un reflejo de la luna cae frente a mis ojos con un suave sonido y la luna vuelve a ser blanca completamente. 

Frente a mis ojos ese reflejo de luna empieza a adaptar una forma extraña. Poco a poco se alza y yo no aparto la mirada ni un segundo. 

Una mujer de largo cabello oscuro y piel blanca se forma ante mis ojos. Sus rasgos son suaves y su boca forma una dulce y delicada sonrisa. Viste una fina capa blanca azulada, al igual que todo lo que ahora mismo nos rodea. 

Su belleza te hace querer mirarla y no apartar la mirada nunca. Ella me mira sonriente y observo que al igual que yo, va descalza, tan solo la fina capa casi transparente cubre su cuerpo y sus pechos están marcados.

-Delia. -pronuncia suave mi nombre y yo doy un paso hacia ella casi por instinto.

Alzo mi mirada y nuestros miradas conectan. Creo que noto como mi corazón deja de latir por un momento e incluso dejo de respirar cuando la miro directamente a los ojos.

Sus ojos. 

Sus ojos son morados, iguales a los míos. Preciosos de una manera exótica y diferente, tienen el mismo brillo que los míos, y son casi idénticos. 

Yo me quedo muda durante unos segundos, observándola.

-¿Quién eres? -digo cuando ya me siento preparada para hablar. 

Ella es la personificación de elegancia y delicadeza, parada frente a mi, completamente lo contrario, con la ropa rota y manchada de sangre, parezco la personificación de la guerra, luchadora y valiente.