CAPÍTULO 4

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Siento a Judas detrás de mi, y eso hace que mi cuerpo se relaje considerablemente. Todo ha quedado en absoluto silencio a nuestro alrededor y toda la gente que antes estaba aquí amontonada y en pleno enfrentamiento ha desaparecido, ya no queda ni rastro de nadie. 

Los guardias que tenía pegados al suelo, inmovilizados, se empiezan a levantar poco a poco, y los que estaban convertidos en lobos vuelven a ser humanos. Humanos desnudos que sin preocuparse por su desnudez noto como me aniquilan con la mirada. 

No me arrepiento de lo que he hecho, sino habrían matado a muchas más personas, y siento no haber podido evitar los cuerpos inmóviles y sin vida que ya yacen tirados en el suelo.

La noche ahora parece más fría y oscura que antes pero la luna alzada en el cielo brilla más que nunca, y por un segundo el rostro de la mujer de antes se aparece en mi mente. 

-¿Qué mierda estabas haciendo, Delia? -dice un alterado Niall frente a mi, pero esta vez alzo mi mano que no está herida al aire y evito a Judas volver a hablar. 

-Pues, como bien ha dicho Niall, lo que tenía que hacer, evitando que tus guardias mataran a muchas personas inocentes.

Bajo mi mano de nuevo y escucho a Judas detrás mía respirar. Los guardias no se mueven, pero miran la escena que está ocurriendo ante sus ojos. Niall frente a Judas y a mí. 

-¿Has planeado todo esto, Delia? -pregunta Niall más calmado, pero más frustrado que antes.

Yo no respondo y el silencio vuelve a reinar entre nosotros. Todo esto lo pensé hace unos días, estando en la guarida de los Rebeldes y se lo comenté a Jared, padre de Judas. 

Así que sí, todo este plan ha salido de mí aunque luego se descontrolará un poco y casi terminara en un masacre, era imposible que todo saliese bien. 

Judas da un paso hacia delante y se coloca justo a mi lado, mirando fijamente. Él en realidad tampoco sabía nada, él estaba tan engañado como Niall, aunque él era la pieza importante para que todo saliese bien. Teníamos que conseguir que el pueblo, al menos parte de él hay otros que están tan cegados con la oscuridad que Niall posa sobre ellos que se que será imposible, estuviera de nuestro lado, necesitamos más gente que sepa lo que nosotros sabemos, que se unan a nosotros, más Rebeldes, y para nuestra alegría se que lo hemos conseguido.

Ahora tenemos que saber actuar bien, no podemos poner un pie en falso, y debemos tener mucho cuidado con todo lo que decimos y hacemos. Ahora mismo estamos en la boca del lobo, en la fortaleza de Niall, y todos sus guardias rodeándonos y vigilándonos. 

-¿Y que piensas hacer ahora que lo sabes? -hablo despacio, eludiendo la pregunta que él antes ha hecho y de la que ya todos conocen la respuesta.

Niall vuelven a fruncir el ceño y sus rasgos se tensan aun más. Observo como se pasa una mano por el pelo rubio y se lo despeina completamente, dejando atrás el peinado perfecto que llevaba al principio. 

Su traje está perfectamente, aunque algo arrugado al haber venido corriendo hacia aquí, pero dista mucho de estar como Judas y yo estamos. 

La herida de mi brazo arde con el viento que me roza pero ya no brota demasiada sangre, luego tendré que curarlo. 

-¡Joder, Delia! -grita Niall y abro un poco más los ojos, impactada, viendo como por un momento se ha salido de sus casillas. 

Oigo como Judas suelta un pequeño gruñido a mi lado y todos los guardias que nos rodean dan un paso hacia delante, preparados para atacarlo, y atacarme incluso, en cualquier momento si la vida de Niall corriese peligro. 

-Eh, -le susurro a Judas- tranquilo. 

Le observo de reojo y veo como sus hombros se relajan claramente, pero no le sonrío ni hago ningún movimiento, clavo la mirada en el rostro de Niall.

-Bien, -habla Niall intentando calmarse- hablaremos mañana temprano. Ahora os iréis cada uno a una habitación de palacio, no pienso quitaros la vista de encima. -termina de hablar con un gruñido. 

Yo asiento y veo como Niall gira y se dirige a paso apresurado al escenario donde están Maximo y Ville, aparto la mirada de su espalda y la poso en mi entorno. 

Ahora me dan igual los guardias que nos atraviesan con la mirada, me fijo en los cuerpos que yacen tirados en el suelo. 

Giro mi cuerpo y me dirijo a uno de esos cuerpos. Me arrodillo a su lado y observo su rostro. Era una mujer joven, con una larga melena castaña y unos ojos claros, ahora abiertos y sin vida. Tomo una gran respiración antes de elevar mi rastro cerrar sus ojos. Espero que ahora esté en un lugar mejor.

Quito las lágrimas que se me han saltado en mis ojos y me levanto del suelo, sacudo un poco la suciedad que ha agarrado mi vestido al arrodillarme y ando descalza hasta el cuerpo de un pequeño niño, tiene varias marcas de zarpas repartidas por sus brazos y piernas, y la tela de su ropa está bastante rota. 

El aire huele a sangre, ese olor está impregnado ya, y puedo observar que hay mucha más sangre esparcida por el suelo de la que al principio creía. Este niño, rubio y de brazos y mientras delgadas ha muertos hoy, y se me parte el corazón al ver a una mujer a su lado con rasgos similares e incluso más herida que él. La madre murió protegiendo a su hijo, pero luego también lo mataron.

Una mano se posa en mi hombro y yo miro hacia arriba. Judas me mira y me muestra una pequeña sonrisa. 

-Ya por ellos no puedes hacer nada, ahora hay que luchar por los que siguen en pie, y ahora no es el momento, por hoy ya has hecho demasiado.

Me levanto y entrelazo mi mano con la de Judas, el recoge con su pulgar una lágrima rebelde que se me escapa y resbala por mi mejilla.

-Niall ordena que entréis al castillo. -dice uno de los guardias que ha llegado a nuestro lado.

Yo lo miro de reojo y asiento.

El guardia empieza a caminar y Judas y yo con nuestras manos entrelazadas lo seguimos unos pasos por detrás. Intento no mirar demasiado los cuerpos inmóviles y aprieto más fuerte la mano de Judas cuando pasamos por el cuerpo de otro niño, rodeado por un charco de sangre.

Cuando llegamos a las puertas de palacio los dos entramos acompañados por varios guardias y vemos que Niall ya está dentro esperándonos. 

-¿Qué harás con las personas que hoy han perdido la vida? -le pregunto a Niall seria.

Detrás nuestra escucho como las grandes puertas de la entrada se cierran y la noche oscura queda fuera de nuestra vista. Niall clava la mirada en mí y tarda unos segundos en responderme, Judas a mi lado no dice nada y espera la respuesta de Niall, al igual que yo. 

-Mis guardias trasportaran los cuerpos y serán quemados. 

-¡Eso no es nada digno! ¡Ni siquiera sus familiares podrán despedirse de ellos, Niall! -digo soltando la mano de Judas y dando un paso al frente. 

Escucho como uno de los guardias gruñe cuando me acerco a Niall pero yo lo ignoro. 

-Me da igual, eso es lo vamos a hacer, -dice- si no hubieras formado el espectáculo de antes nada de esto hubiera pasado ni nadie hubiera tenido que morir. 

A mi se me corta la respiración al escuchar sus duras palabras y las analizo en mi mente. 

-Niall... -gruñe Judas a mi lado. 

-Mañana hablaremos. -dice Niall.

Se mete la mano en los bolsillos y con la mirada seria se gira y comienza a caminar, alejándose de nosotros por los largos pasillos de palacio que están ya a esta hora en casi total penumbra. 

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JULY

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