Capítulo 2 parte 1: En un nuevo mundo

154 4 0
                                    

[Día 0 07:11]

-Se te ve algo angustiado, Frederick.

Bajé la mirada a la voz. Era una chica mirando de frente, su cabello era largo y negro, no la pude ver a la cara por el mechón que tapaba su ojo izquierdo.

Estaba sentada a mi lado derecho, no tenía ni idea de que estaba allí ni de cómo llegó sin que me diera cuenta.

-¿P-Perdón?- tartamudee.

-Sí… Es cierto… El todavía no sabe nada…- Dijo ensimismada. –No es su culpa… le borraron la memoria.

-Oye, ¿Con quién hablas?- Le pregunte. Pero claro, me ignoró por completo.

“Debe estar loca…” Pensé.

-Debe pensar que estoy loca- Dijo al instante –Sí… Debería mostrarle tu mundo… ¿Lo aguantara?- Hizo una pausa –Si lo sigue teniendo aguantara- Se empezó a reír y me miro a los ojos.

Tenía los ojos de un hermoso color cian, me miraba con una enorme sonrisa en el rostro, su cara era pálida y con esa sonrisa pareciera como si se hubiera escapado del CPT... Su ropa era normal, una polera suelta negra con líneas grises, vaqueros negros, un gorro gris y unas botas militares negras. Lo que más me llamo la atención era que, en su cuello, había una especie de collar negro de perro con un colgante que no alcance ver correctamente antes de que quitara la vista otra vez. Pero lo extraño era que me parecía extrañamente conocida.

-Solo es un recipiente vacío… él no está… debo llevarlo… él lo lleva guardado… pobre, encerrado en un contenedor…- Hablaba en una extraña combinación de voz alegre y un poco aguda y luego cambiaba a una profunda y madura. Como si hablaran 2 personas dentro de ella.

“¿Recipiente? ¿Contenedor? ¿De qué diablos está hablando?”

-No hay tiempo que perder- dijo, luego se paró y me empujo hasta un parque cercano acorralándome en un gran árbol, se acercó peligrosamente a 2 centímetros de mi cara enrojeciéndome y luego dijo:

-Ahora Cheshire.

Entonces, todo se detuvo. No se escuchaban las bocinas de los autos, ni los pájaros, ya no se sentía el viento ni el calor y de un momento a otro… todo se oscureció y perdí el conocimiento.

***

[Día 0 xx:xx]

“¿D-Donde estoy…?” Dije luego de despertar tratando de reconocer donde estaba. Todo estaba oscuro y yo estaba tirado en el suelo.

Minutos después, ya despertado del todo, me senté a tratar de pensar en qué demonios acababa de pasar, todo era una tontería, de la nada apareció una loca que empezó a delirar, me arrincono y me llevó a no-se-dónde. “¿Sera una psicópata?”

De verdad no la recuerdas

“Tu cállate”

Al no encontrar ninguna respuesta empecé a caminar. Se parecía a mi sueño… muy parecido… parecía que había recorrido kilómetros sin cansarme hasta que, igual que en el sueño, me encontré una luz al fondo del camino…

“Ya sé lo que me encontrare, ya se lo que pasará, solo es otro tonto sueño. Diablos, llegare tarde a clases, será mejor que me apresure…”

Cuando llegue, efectivamente me encontré el reloj, lo tome y abrí la cubierta… De pronto sentí inseguridad y terror. Algo no cuadraba. Sé que algo andaba mal.

Entonces, mi mente se ilumino.

No hubo ninguna melodía.

La tierra empezó a temblar cada vez más fuerte. Se escuchó un cristal trisarse de a poco. Luego, todo estallo.

Me encontraba en una especie de prado. Pero no era nada bonito, el cielo era de un color purpura y el sol era de color negro, los arboles estaban secos y el pasto igual, delante mío había un camino, frente a él había una casa seguramente abandonada, era de madera podrida, pero en algún día tal vez sus paredes hayan sido rosadas y su tejado rojo.

Di un paso hacia la casa abandonada, picado por la curiosidad, pero la tierra empezó a temblar, cada vez más fuerte.

¡Rápido, recipiente! ¡El reloj! Dijo la voz débil dentro de mi cabeza.

“¿Qué diablos te pasa?” Me pregunte.

¡No es tiempo de estupideces! ¡¡El reloj!! Dijo ahora con más claridad.

“¿Me estas escuchando?” Pensé.

¿Acaso no es obvio? ¡Activa el puto reloj!

“¿Qué?” le dije mientras tomaba nerviosamente el reloj.

¡El reloj! ¡Actívalo!

“¡¿Cómo lo activo?!”

Entonces todo empezó. Se empezaron a escuchar pisadas a mis espaldas. Cuando me di vuelta mire aterrado a lo que se avecinaba.

Alicia en el País de las Pesadillas: Recuerdos olvidadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora