Capítulo 4: Pequeños inconvenientes

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[Día 01 08:04]

Efectivamente, una delgada chica con ojos de color cían y cabello negro entro en el salón, pero ahora llevaba su uniforme y en lugar de un gorro llevaba una especie de boina pero seguía con su collar en el cuello, la mismísima Serene (pero sin sonrisa psicótica) sonreía a los demás, todos susurraban lo linda que era hasta que llegó el turno para que ella hablara.

-Buenos días cerdos de campo, mi nombre es Serene Cheshire y si se meten conmigo les arrancare los ojos con cucharas de plástico.- dijo con su dulzura amarga de la que ya me empezaba a acostumbrar.

Todos quedaron en silencio. Mire aterrado a Thomas y el me devolvió la mirada con una sonrisa acompañada de una risita que decía claramente “¿Así que es ella? Vaya encanto” luego levanto el pulgar. Luego me gire hacía adelante para ver como Serene me observaba directamente como si me viera como una cena apetitosa.

-Hola rata de pueblo- dijo, el profesor carraspeó y Serene le dirigió una mirada aburrida  -¿Puedo sentarme a un lado de Frederick?

-Serene tu asiento está a un lado de…

-No me hagas repetirlo- Dijo con una sonrisa que empezaba a dar miedo

-Eres molesta gatita- le respondió Thomas.

Ninguno de los dos dejaba de sonreír y todos miraban confundidos la escenita exagerada que hacia Serene.

[Día 01 13:00]

Una cosa es cierta, y es que los rumores se extienden muy rápido. Toda la clase nos observaba a mí y a Serene, pero a ella no parecía importarle y comía unas galletas que sospechaba que eran de gato.

-Vuelvan a sus asuntos señoras, aquí no hay nada que ver- dijo Thomas yendo donde nosotros.

“Bien, me va a recatar, gracias amigo” pensé ingenuamente.

-Serene, ¿podrías acompañarme un poco?- Dijo mirando a Serene mientras se destruía mi pequeño ego.

Thomas tiro del brazo de Serene hacia afuera mientras ella gruñía con la boca llena de galletas.

-Oye, no me toques.

Yo me pare inmediatamente antes de que nadie dijera nada y salí por la puerta. Fui a un banco en el patio. Uno especial al que siempre voy en soledad. En una esquina cerca de la biblioteca.

Déjame adivinar, quieres respuestas ¿No?

“Para empezar, ¿Cómo te llamas?”

Mi nombre es Frederick

[Día 01 13:30]

Lo único que logre sacarle a ese conejo fue simple: Su nombre es igual al mío, Frederick más conocido como Conejo Blanco. Es mi habitante y esta sellado en el reloj. Dijo que no tomara el reloj en público ya que atrae a los “parásitos”, los sirvientes de la reina roja, los sin-corazón. Después no quiso seguir hablando y se durmió (No tenía ni idea que esa cosa dormía). Pero el punto es que solo hablamos un par de minutos y luego caí dormido.

Entre al salón todavía un poco somnoliento y me senté en mi asiento sin prestar atención a mi alrededor. Entonces me di cuenta de algo. El salón estaba vacío. Me levante de golpe y comprobé en horario de clases. Era día jueves y ahora todos deberían estar en el salón para la clase de lengua. Salí del salón y comprobé las demás clases. Nadie.

Corrí escaleras abajo para buscar en la sala de profesores. Totalmente vacío.

“¡Fred! ¡Despierta!”

¿Qué pasa?

“¡No hay nadie!”

Tranquiliz-… No puede ser… Ha empezado

“¡¿Qué cosa?!”

Se quedó en silencio unos segundos mientras el brillante sol se veía tapado por una gran cantidad de oscuras nubes.

La invasión. La reina roja se ha adueñado del internado…

 

Alicia en el País de las Pesadillas: Recuerdos olvidadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora