C A P I T U L O 12

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-Te gusta, ¿Cierto? -dijo Dylan frunciendo el ceño.

-Dylan por favor -negué con la cabeza -Tu sabes que a mi no me puede gustar nadie, me conoces mejor que cualquier otra persona. -

-Claro que te conozco -bufo -Por eso mismo lo digo. -

-Tú sabes que solo le hablo por lo de Olivia -dije obvio -Solo no es el tipo de mujer que quiero que Rey joda -

Después de nuestra plática rápida acerca de mis sentimientos nulos hacia Catalina nos pusimos a hablar de otras cosas hasta que unos tipos se pusieron atrás de mi.

-Isaac. -dijo uno con voz grave, Dylan y yo volteamos y ahí nos dimos cuenta que no venían solamente para charlar. Nos paramos rápidamente y nos quedamos fijos ante ellos, no tenía miedo.

-Estabas advertido. -el otro tipo sacó una pistola y me apunto, mucha gente empezó a correr desesperadamente, solo se escuchaba la imparable música. Mierda, Catalina.

-¿Y ustedes quienes son? -dije con una sonrisa en mi boca, me daba un poco de gracia que yo en mi vida había visto a estos hijos de puta.

-¿McKen te suena conocido? -me pregunto con sarcasmo. McKen era un enemigo de mi padre, uno de muchos, casi siempre se quieren desquitar conmigo los que fingen no tenerle miedo a mi padre pero la mayoría del tiempo resultan muertos, McKen es el único que se que podría darle una buena lucha a mi padre.

-¿Por que no viene ese hijo de puta a saldar sus cuentas por si mismo? -me reí. Estar despreocupado por este tipo te problemas era un talento mío pero justo en este momento estaba preocupado por Catalina, ella no debía estar aquí cuando esto está pasando.

-Solo queremos mandarte a West con un recordatorio -me dijo uno de los tipos. Puta madre me van a disparar. Mire a Rey por detrás de ellos sacando una pistola y apuntándoles en la cabeza, !¿Donde carajos esta Catalina?!

-Yo creo que no. -dijo Rey. Cuando los tipos se percataron de esto su expresión en el rostro cambió y ahora pude notar preocupación ya que no solo había una persona apuntándoles con un arma, sino dos.

-Váyanse -les dije -No me interesa una mierda hacerles nada, yo no tengo nada que ver con lo que hace Caleb, no me metan en sus estupideces. -

-No nos vamos a ir hasta cumplir con lo que nos pidieron -dispararon atrás de mi ¿Para asustarme? creo, pero están muy equivocados si piensan que yo no he lidiado con cosas así desde el mero segundo en que nací. Rey le quitó el arma a uno sin que se diera cuenta, luego la aventó y después entre ellos empezaron a forcejear, Dylan esquivó un balazo que lanzó el otro hombre con el arma y después este le dio una patada que provocó la caída del tipo, yo me metí a quitarle su arma y Dylan lo empezó a golpear, tome la otra pistola que se encontraba en el piso y luego los apunte con estas dos para que mis amigos dejaran de pelear con ellos. Me distraje un poco ya que mis ojos empezaron a buscar a Catalina ¿Donde estas? Siento que la desesperación me matara ¿Y si le pasó algo? Todo sería mi culpa, todo lo es.

-Ya váyanse. -les dije sin más ni menos. Ellos me miraron con odio para después darse la vuelta y aceptar la derrota. -¿Donde está ella? -le dije a Rey mientras me acercaba a mis dos amigos.

-En la azotea. -me dijo el -Jackson se encargó de eso, necesitamos ir detrás de... -

-¿Jackson? -lo interrumpí y fruncí el ceño enojado ¿Que mierda es esta? -Voy por ella. -

Fui casi corriendo a la azotea, había más personas donde nosotros nos encontrábamos hace un rato, caminé entre toda esa gente buscando a Catalina, el enojo corría por toda mi piel. -¡Catalina! -grite. El sentimiento de no encontrarla era algo indescriptible, nunca había sentido algo así además de con mi familia o amigos cuando estaban en peligro, pero con ella lo sentí y quería arrancarle la cara a cualquier persona en aquella puta azotea. Entre toda la gente vi una cabellera café oscuro, cabello lacio como el de ella, corrí y la tomé del brazo. -¿Catalina? -dije y ella volteó a mirarme, su mirada se sintió como si un ángel por si mismo me hubiera mirado en ese momento, ella estaba bien.

La mitad de mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora