Predicando el Futuro ~ Mini-Fic

Capítulo 4 ~ Y vivieron felices para siempre

Para ser feliz, se necesita de uno que otro sacrificio. Muchos lo ven imposible, otros… bueno esos prefieren seguir en la miseria y no darse tan siquiera un momento en disfrutar su vida. Pero, yo no vengo hablar de aquellas otras personas, vengo hablar sobre mi maravillosa felicidad, al lado de mi más querido tesoro: Bill. Después de que le dije que lo amaba, me sorprendió su respuesta.

Según Geo, me había contado como vieja chismosa, que Bill sentía algo por mí, más que cariño de hermanos, ya que a veces Bill ponía su cara de “imbécil” cuando platicábamos los cuatro juntos. Cosa que jamás me había dado cuenta, hasta que después, yo era el que ponía cara de imbécil. 

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.: 1 semana después:. 

El día que salimos del restaurant, Andrew, el mesero, me pregunto que si las cosas habían salido bien obviamente le dije que sí, no le podía mentir más. Pague la cuenta y salimos. 

Bueno, después de ese día, las cosas con mi amor, fueron de maravilla, los G’s estaban más emocionados que nosotros cuando contamos la noticia. Sam, se quedó perpleja, pero después de unos minutos sonrió y dijo que estaba ahí para cualquier cosa.

¿Saben? Nunca en mi aun corta vida, me había enamorado tanto de una persona, pero claro está, que Bill no es una persona común, es mi gemelo y ahora mi novio. No sé ustedes pero, varias veces he soñado con la visita de aquellos “magos” diciéndome que por fin, había dado en el clavo. 

Y ahora que hablo de magos… me pregunto: ¿y la nota azul celeste? No sé, si alguien la tiró, o que show, porque desde aquel día del sueño ya no la vi en la casa. Y se me hace extraño, porque ese tipo de cosas, Georg se las queda como recuerdo y más aun sabiendo que esa nota nos unió a Bill y a mí.

Se, que todo los que les estoy contando es aburrido y egoísta, pero no puedo ocultar lo feliz que me hace tener a Bill a mi lado. Él es el único que se roba mis besos y mis caricias, el único que me hace enojar a tal punto de querer romperle la cara y tranquilizarme con un simple beso en los labios, el único que se ha robado mi corazón, el único que, con un simple “te amo” mueve tantas cosas en mi interior, que me hace cada vez amarlo más. 

En este momento, nos encontramos escribiendo una nueva canción para el nuevo álbum, se ve tan tierno haciendo pucheros porque tal palabra no es la correcta para tal oración. 

− Solo falta una palabra… mmm… espera

− Todo lo que quieras

− Disculpa, ¿Qué dijiste?

− Que te puedes tomar tu tiempo.

− No pero, dijiste una oración…

− Mmm… dije “todo lo que quieras”

− ¡PERFECTO!

− ¿perfecto qué?

− Esa oración es perfecta, queda acorde la última estrofa.

− Si tú lo dices, creo que de algo sirvo. 

Reímos un poco antes de dar seguimiento con la canción, realmente era perfecta. 

Para no hacer tanto drama y que yo amo a Bill y toda la cosa. Yo no quiero un final feliz como en los cuentos de hadas y al último de la escena salga un hermoso “FIN”, porque mi historia no quiero termine así, más bien, no quiero que baje el telón porque ya termino la obra, al contrario, quiero que mi historia no tenga fin, porque ese, se escribe cuando uno quiere, no cuando te lo dicen. 

Esta historia no acaba aquí, todavía nos queda mucho camino por recorrer, podemos tener nuestras altas y bajas pero jamás, dejaría un punto y aparte. Y bien lo dijo Bill: 

 …Solo tenemos que cruzar 1000 mares, a través de 1000 años oscuros sin tiempo, 1000 estrellas pasaran. Solo tenemos que cruzar 1000 mares, 1000 veces a través del infinito; entonces seremos libres al fin… 

& ¿Fin? &