Capítulo 3 ~ ¡Se lo dije!

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& Al día siguiente &

Para cuando desperté, ya todos estaban desayunando. Alegres, como era de esperarse. Ya en el comedor, me empezaron a hacer platica, casi no participaba. ¿Saben? He estado buscando la manera de decirle a Bill que lo amo, pero no sé si sea conveniente pedirle ayuda a Geo. 

Lo que sí está decidido, es que hoy me le declaro a Bill. ¡Denme ánimos! 

Me levante de mi asiento con una sonrisa de oreja a oreja, los G's y Bill me miraron como bicho raro. No los culpo; deje mi plato en la tarja y me dirigí a mi habitación. Tenía planeado, pedirle a Bill que me acompañara a algún lugar "x". Y entonces decirle; con esos ánimos, me metí a la ducha, pensando en mil reacciones que podría tener mi Billy. 

Comencé a silbar mientras cerraba las llaves de la regadera, me acomode una toalla en la cintura y tome otra para secarme la cabeza. Cuando salí del baño, vaya susto que me dieron. Estaba Geo sentado en mi cama, esperando -creo- a que yo saliera de bañarme. 

− ¿Qué haces aquí? ¡Casi me da un infarto, Georg!

− ¡Lo siento! Pero estaba preocupado

− ¿Preocupado? ¿Por qué lo dices?

− Te levantaste muy sonriente, y pensé que tramabas algo ¿Estoy en lo correcto?

− Pues... sí.

− Suelta la sopa Tomi.- sonrió maléficamente

− Tengo pensado llevarlo a... algún restaurant o no sé. Pero inventarle cualquier pretexto. 

Georg puso un semblante serio. Miraba hacia el piso y eso hizo que me pusiera nervioso. Al cabo de unos de minutos, reacciono y me miro con el ceño fruncido. Jamás lo había visto que me mirara así. Se levantó de mi cama y se dirigió hacia a mí a pasos agigantados. Para cuando yo reaccione ya me había tomado de los hombros, y sonriente me dijo: "Yo te ayudo". 

Se alejó de mí, y fue a mi closet, primero comenzó a buscar alguna camisa. Cuando se decidió por una, miles de ellas estaban en el piso. ¡Con lo que me encanta recoger mi cuarto! Era blanca, con un dibujo en negro y rojo. Luego me jalo del brazo y comenzó a probarme algunos de mis pantalones. Hacia muecas graciosas, y cada que me reía, me golpeaba en el abdomen. Termino dándome un pantalón de mezclilla, no tan oscuro y no muy claro. 

− Bueno, creo que eso se te vera bien. 

− Todo se me ve bien, Georg. 

Mientras decía esto, giraba sobre mis talones, como diciéndole: "mírame, soy hermoso" (y lo soy xD). Reímos un poco, y después se marchó, para poderme cambiar. 

Ya vestido y toda la cosa. Le hable para que me ayudara a escoger un bandana y una gorra.

− ¿Es enserio, Tom? ¡Tienes millones de gorras!

− ¡Lo sé! Por eso necesito de tu ayuda.

Nuevamente comenzó a sacar gorras y tirarlas al piso. En total me presento tres, de las cuales solo tenía que escoger una. ¡Fue tan difícil! Las tres eran hermosas. Y como vio que no me decidía, el escogió una de colores algo llamativos, y una bandana blanca. Cuando me puse estas cosas, me inspecciono de arriba a abajo. 

− Te hace falta algo...- Abrió, otra vez mi closet y saco una sudadera blanca. Sonrió y me la puso. -¡Listo! Ahora solo falta convencer a Bill. 

Bajamos a la sala y ahí estaban Gus, Sam y Bill. Salude a Sam y le hable al oído a Bill: "Necesito hablar contigo, vamos a mi habitación". Dicho esto, se levantó y se fue directamente a mi recamara. Entro y se sentó en mi cama.

Predicando el Futuro ~ Mini-FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora