Bad Boys VS Good Girls [En edición]

Capitulo 2: ¡The war begin!

Alex.

Nos encontrábamos en clase de calculo, mi favorita. Teníamos suerte de que en nuestro salón de calculo solo había un chico, y era gay. Así que el no nos desagradaba del todo. Al transcurso de las horas el timbre sonó dejándonos libres para salir a la única hora libre que teníamos en las semana. A pesar de amar las clases también es justo tomarse un descanso de ellas de vez en cuando.

— Chicas, no creo que sea buena idea. — Comenté mientras caminábamos por el campus. — Lo estuve meditando anoche ¿saben?

Sam me miro ofendida.

— Como te atreves a decir eso. — Fingió dolor en el pecho.

— Alex, con todo respeto. — Lily nos detuvo a las dos. — Estos sujetos no van a salirse con la suya.

— Este caso no quedara impune. — Sam gritó eufórica.

— Aun así, serias una abogada pésima. — Añadí ajustando mis anteojos.

— Muy graciosa Alex. — Dijo Sam sarcástica.

Con Lily y Sam nos detuvimos en las mesas al aire libre, donde siempre solíamos estar. Anoche, tras lo ocurrido, Lily, Sam, y tengo que aceptar que yo, nos hemos armado de valor para devolverles la broma. Lily jamás había estado más molesta, se que los odia, yo también lo hago, pero no creo que nosotras, debamos meternos con ellos.

— Lily, se que esto de vengarse es emocionante. — Pegue mis libros a mi pecho.

— Pero nosotras, unas simples chicas no pueden contra ellos. La masas los adoran.

— Al diablo las masas. — Se metió Sam. — Suelo ser avergonzada, pero esta vez. Esta vez, no me quedare de brazos cruzados.

Las tres tomamos asiento.

— Bien, escuchen con atención que no lo repetiré. — Comenzó Lily. — Aquí viene el plan.

— ¿Que? ¿Un plan? — Pregunté. — ¿Cuando organizaron todo esto?

— Cuando leías un nuevo libro y no quisiste acompañarnos al lobby. — Respondió Sam.

Asentí tratando de acoplarme a su ritmo.

— Bien, este es el plan. — Siguió Lily con sonrisa malévola.

(...)

— Agita eso como si no existiera un mañana. — Me ordenó Sam.

El plan no era tan complejo, consistía en llenarlos de refresco en el almuerzo, y llenar de picante su comida. Aun no tratábamos de llegar a los extremos, así que seria algo un poco mas leve. Pan comido.

— Eso intento. — Dije meneando la lata de refresco con fuerza.