Capitulo 2

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Al día siguiente fue el timbre quien despertó a aquella bruja de su dulce sueño, se dio vuelta en su cama con la intención de volver a dormir pero una vez más aquel sonido infernal interrumpió con su descanso, molesto y a la vez extrañado se dirigió hacía la puerta para callar el ruido que hacía el artefacto que adornaba la pared de al lado de su puerta.
Luego de abrir la puerta y ver al cartero sonriéndole amablemente mientras le extendía un sobre esto hizo que Maya quedará mas extrañada de lo que ya estaba por que , para ser sinceros, no acostumbraba a recibir cartas y menos lo haría en esta época donde todo era digital y ya habían olvidado lo que era una de estas.

Una vez que despidió a aquel amable chico  amablemente cerró la puerta lentamente mirando la correspondencia, la cual en su frente solo contenía su dirección y una estampilla que parecía ser algo vieja. Al abrir aquel sobre un olor a papel viejo le inundó las fosas nasales, cuidadosamente extrajo la hoja que descansaba en el sobre, muy cuidadosamente doblada.

Luego de desplegar aquel pedazo de papel y poder observar la letra que estaba en está supo de inmediato de quién se trataba, entendiendo por qué le había mandado una carta y no un mensaje vía alguna red social, se puso sus anteojos y se dispuso a leer aquella carta escrita con tinta y pluma, como en la antigüedad

"Querida Maya
 

                      Probablemente cuando recibas está carta yo esté en camino a verte, lamento no avisarte pero debes saber que la tecnología no es lo mío, aún no me acostumbro a esta época donde ya sabes todo es vía web..... Bueno como sea espero llevarme una grata sorpresa al verte hoy, debes imaginarte ya de lo que hablo y ojalá te sea de muy buen gusto verme lo que menos quiero es que me trates con hostilidad.
Cómo cada vez que nos vemos yo llevo el acompañamiento para nuestro té, espero que tengas alguno que sea agradable para mí paladar, sabes como soy no quiero asqueroso o de mal sabor, ya sabes que en estás épocas no es fácil el encontrar uno que sea agradable su sabor.
Bueno debo dejar de escribir y mandar está carta antes de que el correo cierre y no pueda mandarte este pedazo de papel.
Nos vemos esta tarde a las 16:00 hrs ni un minuto más ni uno menos, puntual Richardson.
                                                                                                                             Te saluda atentamente.
                                                                                                                                 Tu servidor Querido"

Al terminar de leerla supo muy bien quien era, no necesitaba ni mirar la firma para saberlo, a esta persona la delataba la letra y aquella hoja que estaba cortada de manera extraña y un olor que únicamente podría corresponderle al autor de aquella carta, suspiró pesadamente dejando el papel en la mesita de al lado de su sillón, miro el reloj de la sala, el reloj marcaba las 10:30 de la mañana, se levantó de su asiento caminando a la cocina percatándose en el trayecto que está semana no había ido a hacer sus compras habituales.

Unos minutos más tarde se encontraba saliendo de su casa listo para hacer su rutina de ejercicio diaria y después ir por las cosas faltantes en su casa, mientras comenzaba a correr su mente viajo a esa sensación que la noche anterior lo había abrumado a tal punto de no poder hacer su rutina había algo allí que extrañamente le llamaba la atención y no sabía por que, decidió que más tarde lo pensaría de nuevo pero que ahora necesitaba la cabeza fresca para el tema que lo tenía tan pensativo el día de hoy, por qué el, por qué está visita, de todas las persianas en el mundo al que menos quería ver o siquiera escuchar era a él.

Luego de terminar de hacer el ejercicio diario, fue al supermercado a comprar aquella larga y extensa lista de cosas faltantes en su casa, llego a esta a eso de las 14 horas, había sido un día bastante cansador y eso que todavía -según ella- aun no pasaba lo peor; decidió guardar todo y darse una ducha para sacarse el sudor de el ejercicio de esta mañana, al terminar salió de la ducha y busco en su placar algo elegante para recibir a su invitado, el cual era muy exigente en cuanto la  vestimenta y la etiqueta de los demás.Una vez vestida acorde a la situación, fue hacia la cocina mirando sus redes hasta que reparo en la hora que decía su aparato, faltaban solamente 20 minutos para que aquel ser este allí, dejo el teléfono a un lado y con un movimiento de manos y  un chasquido una especie de humo de color índigo mezclado con amatista salió de sus dedos, con un movimiento de manos logró que todo esté preparado, justo a tiempo se dijo mirando todo mientras se limitaba a escuchar como el reloj cucú daba las 4 con su particular mucho y no paso mucho tiempo de aquello cuando una luz de color rojo anaranjado apareció en su balcón, la hora había llegado.

La Última OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora