Capítulo 4

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ADVERTENCIA: El siguiente capítulo contiene escenas sexuales explícitas de contenido homoherótico. Leer bajo discreción.

Espero que disfruten y que la espera haya valido la pena. 

ʬʬʬ
O al menos él estaba en problemas. Si Madara había escapado y estaba haciendo quien sabe qué cosas, Naruto definitivamente le mataría, lenta y dolorosamente. Rezaba para que ese bastardo estuviera dando una vuelta por los alrededores estirando las piernas, o cazando como entretenimiento.

Fuera cual fuera el caso, debía buscarlo para que no ocurriera una desgracia. Su ansiado baño tendría que esperar.

  Con ese pensamiento, ignoró al albino que lo veía intensamente, para tomar una camisa limpia del armario.

Dejó su gabardina en el borde de la cama para maniobrar correctamente la prenda que se pondría, y se inclinó para tomar la primera que encontrara y estuviera limpia de una de las gavetas de abajo.

La persona a su espalda, en un movimiento rápido, tomó su brazo derecho, y lo enfrentó cara a cara.
– ¿Madara no estaba contigo? – el Senju recibió una mirada airada junto a una sacudida de cabeza a modo de negación – Bien – dijo con una sonrisa mientras afirmaba el agarre en el brazo de Sasuke intentando no hacerle daño y este le miraba confundido.

– Por favor, suélteme, debo buscar a Madara – Sasuke se sacudía un poco, intentado liberarse sin parecer irrespetuoso con el Hokage.

– No creo que haya ningún problema. Dudo que esté lejos – empezó a acercar lentamente al joven a su cuerpo, notando la molestia creciente en su interior por la manera en la que el niño le hablaba.

– Por favor, Hokage-sama, es mi obligación cuidarlos a ambos. Y ya uno de ustedes se me ha perdido.

– Puede que fuera tu obligación, pero igual nos liberaste – al ver que el más joven no tenía una respuesta a su comentario, siguió – además, no dudo que haya ido a buscar información sobre ustedes. – la mirada de ojos negros se oscureció – Es lo que yo haría. Dos jóvenes shinobis de mi aldea, genin, con un potencial en crecimiento increíble, y yo siendo Hokage, nunca los había visto antes. Es realmente sospechoso. – tomó el rostro de Sasuke con su mano desocupada, y retiró el flequillo que tapaba su ojo izquierdo, para revelar el parpado cerrado. Con un movimiento suave de su pulgar acarició la mejilla y tomó el mentón del niño para que le mirara directamente a los ojos  mientras hablaba – Podrías usar los ojos demoniacos de los que tu clan son tan orgullosos para escapar de esta situación ¿Por qué no lo haces? Admito que los tuyos son poderosos – comentó recordando el enfrentamiento de miradas que había presenciado al despertar el día anterior. La mirada de Sasuke se había vuelto oscura y cautelosa por cada palabra que le mayor pronunciaba.

Sin darle oportunidad a responder su pregunta, Tobirama prosiguió – La verdad, lo que haga en estos momentos Madara no me importa mucho – Sasuke no se había relajado, todo lo contrario, estaba más tenso a causa de la cercanía del albino. ¿Usar el Sharingan? No se creía capaz de hacerlo en contra del Hokage que más admiró durante la guerra, pero si la situación se volvía más peligrosa, no dudaría en hacerlo. Tobirama eliminó la distancia que lo separaba del rostro de Sasuke, y le habló al oído en un susurro – Al final, el único Uchiha que me importa en estos momentos, es el que tengo delante – terminó la declaración dejando un pequeño beso en el cuello del pelinegro. 

Sasuke no sabía que pensar. Estaba totalmente sonrojado y estático.

Tobirama al ver que no era detenido siguió repartiendo suaves besos por la nívea piel del cuello del pelinegro, subiendo a su oreja donde empezó a mordisquear – Normalmente no me gusta que alguien me coma con la mirada como tú lo hiciste – Sasuke se estremeció recordando el hermoso cuerpo que había visto minutos antes.

House of Memories [Yaoi, R18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora