No te metas con Simón

Retirate.

Alec miro con atención a Raphael, todo en su postura y cuerpo gritaba protección, algo que fácilmente pudo haber interrumpido los pensamientos del alfa. Estaba siendo amenazado por un Theta estaba en todo su derecho en sentir verdadero terror.

Solo sabía lo básico sobre ellos, había escuchado de Magnus que a pesar del gen mutante en Alec era uno de los pocos casos que no habían nacido estériles, pero sin un calor, cuando fuera un poco mayor perdería toda oportunidad de tener cachorros propios, no es como si Magnus pudiera tener hijos. Y en lo personal no lo había entendido, porque cuando lo conoció Magnus parecía un alfa, uno realmente sarcástico en ocasiones y que hablaba como sí fuera tan viejo, en otros momentos simplemente gastaría magia real en su cabello, amaría el brillo. Un ritmo cambiante. Pero cuando se entero que era, y que su subgénero solo lo hacía más real. Porque naturalmente los brujos no podrían tener hijos propios, y que tú propio subgénero apoye eso, parecía tan triste.

—No era mi intención hacer llorar a Simon—alzó las manos mirando como el Theta frunció aún más profundamente el ceño.

Tembló, porque esa mirada, esa postura y esa decisión a tomar su otra bota para lanzarla directamente a su cara. También le recordó a su madre en sus mejores años. Era mejor no tentar a la suerte.

—Bien, pero arreglalo—señaló a su pobre novato que parecía tan pálido—o ni los acuerdos serán suficientes para protegerte.

Magnus comenzó a reírse, antes de tomar de sus hombros al hombre, para llevarlo un poco a otro lugar, total Raphael podría hablar con Simon sin sentir que podría morir en cualquier momento.
Él hispano camino con cuidado hasta la pequeña figura envuelta en sábanas en la cama, parecía tan frágil.  Parecía que Alec había usado su olor en Simon, porque él novato no había reaccionado ante los gritos enojados de Lightwood y tampoco al nuevo olor en su habitación.

—Lo siento tanto, cariño—arrullo subiéndose a la cama para abrazar a la figura indefensa—estaba tan adolorido, solo quería que volvieras y nunca se me ocurrió buscar aquí.

Enredo los dedos en su cabello, fueron suaves. No estaba despertando al novato, solo rodeando sé de nuevo por su olor, por su calor. Era reconfortante volver a tener a Simon a su alrededor. Cuando se entero de que la traición no fue por placer de Simon, se sintió tan mal que cuando fue a buscarlo él chico ya no estaba.

Se relajo escuchando a los dos hombres a fuera de la casa, podía escuchar como intentaban susurrar ante sus oídos que podrían escuchar cualquier mínimo sonido. Realmente no le molesto, solo sonrió ante lo preocupados que estaban Magnus y Alec, aunque él azabache de ojos azules quería apuñalarlor. Lo entendía y se dejería voluntariamente, pero ahora solo estaba interesado en hacer a su omega más cómodo y feliz, después de todo lo había hecho sufrir.

Simon se acurrucó más cerca del vampiro alfa, soltando un adorable suspiro acompañado de un dulce ronroneo que dejo atontado a Raphael, que sólo quería besar sus mejillas pálidas, casi como papel.

Mientras Raphael se perdía pensando en lo adorable que era Simon. Magnus estaba molesto, habían tocado la puerta de su departamento, preguntó suavemente extrañado, porque Alec le diría sí alguno de sus hermanos quisiera pasar por el departamento para ver a Simon.

—¡Abre!—pero la voz estruendosa y dramática de Clarissa lo saco de sus ideas de tener visitas—¡Necesito ver a mi mejor amigo, Magnus!, ¡me necesita es un omega con un lazo roto!

La declaración dejo helado al brujo, miro a su novio cazador de sombras realmente aterrador. Pero este igual parecía sorprendido, eso solo duro segundos cuando un rugido poderoso y gutural salió desde lo profundo de las cuerdas vocales del Theta. Era algo aterrador, era un sentimiento aplastante, con el olor característico de Alexander inundando el departamento en un solo movimiento.