Finalmente Uno Como Pareja

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-Eran las 2:20 AM, la castaña en este momento se encontraba dándose una ducha, tenia que quitar la sangre que le había caído en su rostro, cuerpo y cabello, el vapor del agua bloqueaba la vista de sus partes privadas y ella solo tarareaba felizmente por haber eliminado otro obstáculo que se interponía entre ella e Izuku.

Pasaron unos cuantos segundos mas y ella salio del baño con una toalla rosada cubriendo su cuerpo, se sentía muy feliz y relaja ahora mismo y lo único que podría hacer que esa felicidad aumentara seria ver a su Izuku, pero para eso tendría que esperar hasta la mañana para que se cumpliera ese deseo.

La castaña entro a su habitación y se puso su ropa de dormir, era una playera sin mangas holgada de color verde oscuro y unos shorts. Ella pudo irse a dormir, pero nuevamente su mirada se poso en aquella luna que la hacia recordar su "prueba de amor" que hizo hace unas horas, no podía evitar ver aquella luna totalmente roja y recordar los gritos de dolor de Nirengeki, pero la única razón por la cual sonreía al recordar eso, era por quien lo hacia, porque ella hacia y seguiría haciendo las veces que haga falta, todo por su amado peliverde.

Sin embargo su tranquila vista hacia la luna se vio detenida por el ruido de la puerta principal de su casa abriéndose.

La castaña ante esto se puso alerta, ella se extraño un poco de no haber escuchado que forzaran la cerradura de su hogar, porque los únicos que tenían llave de su casa aparte de ella eran sus padres.

Ella empezó a caminar lentamente hacia la salida de su habitación, poso su vista un momento en la entrada, pero grata fue su sorpresa al ver que quien estaba en su casa era-

Ochako: ¿IZUKU?-grito sorprendida abriendo de golpe la puerta de su habitación y saliendo de esta alertando al peliverde-

Izuku: h-h-hola Ochako-dijo en un tono tímido y algo asustado de ver había sido descubierto-

-El peliverde era apenas visible por algo de luz de la calle que entraba por las ventanas, el se esperaba un regaño o tal vez que la castaña lo golpeara por asustarla, pero este lo único que recibió fue un fuerte abrazo de su amada mochi-

Ochako: deseaba tanto verte-dijo mientras abrazaba con fuerza a su príncipe esmeralda y esta sonreía al sentir los brazos de Izuku abrazarla con cariño-

Izuku: yo también, no podía esperar hasta mañana para verte otra vez-la castaña solo escucha esa voz tan adorable y cálida de su amado, una voz que la hacia sentir tan relajada, tan amada-

-Ambos se separaron levemente para poder mirarse a los ojos, ambos tenían una leve sonrisa con un toque rosado adornando sus mejillas, sin embargo, la luna de sangre había brillado con algo mas de intensidad en aquella tranquila noche, por su lado un hilo rojo que unía a ambos enamorados se había marcado en el dedo meñique de ambos amantes, pero este solo se hizo visible por un segundo para desaparecer, todo para nuevamente mostrar su miradas, aquellas miradas que ahora tenían un ligero brillo carmesí, que veían hipnotizadas la hermosa mirada de su otra mitad.

Lentamente sus rostros se acercaron, la castaña se puso de puntitas para aumentar su altura e Izuku solo seguía encorvando su espalda y finalmente ese beso ocurrió en aquella noche de luna roja.

El beso fue muy cálido y reconfortante, a la par que lento y cariñoso, sin embargo a la par que los segundos pasaban ese beso iba perdiendo su inocencia, convirtiéndose en un beso lleno de lujuria y hambre de poseer completamente al otro.

Ochako dio un ligero salto para enrollar sus piernas a la cintura de Izuku y este la sostuvo desde sus muslos mientras aprovechaba para sentir aquella suave y delicada piel que hacia que lentamente perdiera la cabeza.

Nuestro Descenso a La LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora