Hello, love ━ Klaroline ✓

Hold me safe [2]

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Título: Hold me safe
Autora: Cupcakemolotov [Archive of Our Own]
Sinopsis: La mañana después de la tormenta.
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Cuando Caroline despertó, Klaus los había llevado a la cama. La lluvia aún golpeaba fuertemente contra el edificio. Lo que la alarmó no fue la tormenta, sino la forma en que estaba pegada a Klaus. Su mejilla estaba presionada contra la parte superior de su pecho, sus brazos extendidos a ambos lados de su torso, y el resto de ella estaba envuelta por su cuerpo como una manta. Una manta de Caroline.

Su rostro estaba en llamas.

—No me quedé dormido así.

Un ruido sordo y retumbante en su pecho que podría haber sido una risa resonó a través de ella y cerró los ojos con fuerza. Gracias a Dios, llevaba sujetador; ella estaría absolutamente mortificada si él hubiera sentido la forma en que sus pezones se endurecieron por ese único ruido.

—Buenos días amor —Klaus dijo en voz baja, los dedos acariciando la línea de su cráneo, girando alrededor de un rizo flácido—. ¿Estas mejor hoy?

Lentamente, se incorporó sobre los codos y lo miró fijamente. Parecía despierto y alerta, lo que probablemente significaba que no había dormido y ¡querido señor!, ¿cómo se veía un hombre tan sexy tan temprano en la mañana? Su cerebro no necesitaba ir allí.

—Me voy a casa —Dijo en lugar de responder. Su mano se deslizó por su espalda y ella entrecerró los ojos en advertencia. Sus labios se curvaron, su palma descansando justo encima de la curva de su trasero—. ¿Asumo que vas a ir tras Tyler?

—Bueno, eso depende —dijo Klaus arrastrando las palabras. Su tono relajado no hizo nada para contrarrestar el brillo detrás de sus ojos—. ¿Qué me costará eso?

Con cautela, Caroline frunció los labios. —¿Qué significa eso?

—He pasado las últimas horas contigo pegada a mí, el calor y el olor de tu piel clavándose en mis huesos y músculos. Solo puedo esperar permanecer de la misma manera contra ti, amor —Su ceja se arqueó, los hoyuelos coqueteando en los bordes de su sonrisa—. Estoy interesado en lo que se necesita para mantener esto; ¿qué debo hacer para deslizar mis manos debajo de tu ropa, inhalar tu deseo como un perfume?

Caroline lo miró fijamente, con los labios entreabiertos mientras tomaba aire. Tragando saliva, negó con la cabeza. —Es demasiado pronto para este tipo de conversación.

La hizo rodar, una suave flexión de sus músculos y Klaus estaba acunado entre sus muslos, asomándose sobre su rostro sorprendido. —En unas pocas horas, habrás decidido que anoche fue una casualidad, tu cerebro increíblemente brillante, aunque demasiado sospechoso, trabajará para convencerte de que estoy simplemente buscando una debilidad entre tu grupo. Déjame ayudarte. Elena es una vampiro. No me sirve para nada, más que para divertirme. La estupidez combinada de los hermanos Salvatore es más irritante que divertida, y los habría matado a los dos de no ser por una vieja amistad y por ti hace meses. Tyler, bueno, no puedes ayudar, lo cual ya sabías o nunca lo habrías dejado. ¿No he demostrado mi voluntad de admirarte, de adorarte, cariño?

Caroline se mordió el labio nerviosamente. —No quiero confiar en ti.

—Pero lo haces —Dijo, deslizando el pulgar por el labio inferior maltratado.

Carine permaneció en silencio y él le acarició el cabello con ojos divertidos. —Te quedaste dormida, Caroline.

—Estaba cansada y estresada.

—Admiro tu columna, amor, pero ¿de qué sirve negar esta atracción? —Klaus ladeó la cabeza y arqueó las cejas—. Entonces, respóndeme esto. ¿Eres feliz?

Caroline se quedó helada.

—¿Mystic Falls, estas preciosas amistades, el drama constante te hacen feliz, Caroline?

—La gente no puede hacer felices a otras personas —Caroline dijo suavemente—. No funciona así.

—Eso no es una respuesta.

—Es la que obtendrás —Caroline respondió con fiereza. Él sonrió, se alejó de ella y se puso de pie. Con cautela, Caroline se sentó.

—¿Tienes un coche? —Preguntó.

—Probablemente ha sido reportado como robado —murmuró Caroline. Klaus hizo una pausa, los ojos riéndose de ella. Ella se encogió de hombros—. Mi mamá es policía. Ella no lo aprueba, pero después de que me convertí, quería asegurarse de que tuviera opciones si me metía en problemas.

—Entonces encontraremos un medio de transporte diferente.

—¿Y después que?

—Te llevaré a casa —Klaus le entregó los zapatos una vez que se bajó de la cama—. Mañana te llevaré a cenar.

—¿Espera que?

Sus manos ahuecaron su mandíbula, los ojos brillando con las motas del depredador debajo de su piel. —Confías en mí. El hecho de que no lo niegues, simplemente desvíes la conversación dice suficiente.

—Klaus...

—No te preocupes, amorcito. Planeo tener una charla muy interesante con tus amigos. No los mataré a menos que intenten matarme, pero no más trucos, ¿entiendes? Los destruiré la próxima vez que se muevan contra mí, y si te involucran, sus muertes durarán siglos.

—Pero...

—¿Cómo se sentirá tu madre cuando descubra lo que habían planeado? —Klaus interrumpió. Su mandíbula se cerró con un clic y él asintió, besando su frente.

—Cena, mañana. Regresaré en quince minutos, prepárate para partir, Caroline.

La puerta se cerró detrás de él y ella se quedó estupefacta. ¿Qué consideró exactamente el híbrido Original como una cita para cenar? Trató de ignorar las mariposas que se habían apoderado de su estómago y no lo logró.

¿Cómo le iba a explicar esto a su mamá?

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