vampire. [ bnha × oc ]

capítulo 3.24

|I{•------» 𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐 «------•}I|

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KROVYANKA se sentía extraña ese día. normalmente su estado de ánimo apenas se despertaba era uno neutro, manteniendo su rostro inexpresivo hasta encontrarse con sus amigos que la animaban pero apenas se despertó se sintió la persona más alegre que exista, era como si ese día sería realmente bueno... algo que la asustaba un poco.

ató la mitad de su cabello en una cola de caballo, dejando notar la parte lila inferior. su falda estaba varios dedos por encima de las rodillas, haciéndola sentir linda al igual que su camisa y saco completamente lisos.

se fijó en sus dientes, notando como hasta sus colmillos relucian.

ese día se sentía diferente, muy diferente. le gustaba hasta la forma de sus ojos, su nariz, manos, uñas. detalles que nunca se había puesto a pensar pero en ese momento los miraba y pensaba, genuinamente, que eran muy lindos.

quedaban quince minutos para que se abran las puertas de la Academia. guardó la botella de plástico en su mochila y cuándo abrió la puerta luego de introducir el código, Todoroki estaba del otro lado, a punto de llamar.

- hola, Todoroki. justo iba a salir. - dijo con una sonrisa.

la imagen resplandeciente de Krovia sonriéndole, con su leve flequillo cayendo delicadamente a los lados de su rostro y su cabello que se veía tan suave... Todoroki no pudo evitar sonrojarse ante esa imagen, sintiéndose privilegiado al ser el primero en verla ese día.

- Krovyanka, ¿puedo pasar? - preguntó un poco nervioso.

la peliblanca asintió y se hizo hacia un lado, dándole el paso al chico. él se adentró con cuidado, sin tener intenciones de irrumpir en su espacio personal.

- lo siento por molestarte a esta hora pero quiero decirte algo importante.

la mirada de Todoroki era seria, intentando resguardar sus nervios bajo la imagen de chico inexpresivo.

mientras que la mirada de Krovia iba transmutando, siendo una de alegría y amabilidad a una de completa curiosidad.

- no molestas Todoroki, si es algo que te inquieta, dímelo tranquilo. - aseguró. - puedes sentarte dónde quieras, aunque en realidad solo hay dos lugares. - rió levemente y ella tomó asiento en la orilla de su cama, manteniendo sus rodillas juntas y sus manos a sus costados.

el bicolor se acercó y se sentó por igual en la cama pero manteniendo una leve distancia notable, sin querer invadirla.

- cuándo te desmayaste luego del examen final... - comenzó, intentando mantener la tranquilidad aunque sus manos estaban sudando. - yo fui a la enfermería y dejé las flores y la grulla, pero le pedí a Recovery girl que no dijera quién había sido. cómo me siento delante de ti, escuché sin querer tu conversación con Ruthven sobre que usaste grullas para decorar tu habitación. - apuntó hacia las cinco tiras de grullas colgantes. - intenté durante varias horas hacer una grulla que sea bonita y esa fue la que mejor me salió. en el hospital ya sabes que fui yo...