Reencuentro

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Posterior a esa confesión, esa misma noche, terminamos besándonos y haciendo unas cosas más -lo dejo a su imaginación- y me quede ¿Qué estás haciendo mujer? Es un hombre comprometido, un hombre que pudiste tener y no es posible, es prohíbo, estas incumpliendo a los mandamientos, estas pecando. Este día fue loco, fue algo extraño. Un día después nos volvimos a ver y yo quería estar con él, me gustaba, lo deseaba, el hombre que quisiera para mi vida y ese momento fue mágico, hacer el amor con él fue realmente maravilloso, como nunca antes con nadie, éramos piel con piel, deseo, pasión, ganas acumuladas, sentimientos, era el complemento perfecto para mí: edad, inteligente, un buen hombre, buen sexo, era todo y era nada. Me olvide en esa noche de todo, de que estaba comprometido, y solo lo disfrute, tan solo le di paso al amor si se puede llamar así, pero, al amor prohibido a ese que sabes que sientes, pero que, no debes.

Quiero contar un poco más de ese momento, y es porque fue realmente mágico, durante ese momento me sentía yo, me sentía querida, cuidada, y él seguía haciéndole caso a su madre, él había me había hecho feliz en solo tres días, fue maravilloso lo que paso, pero llega el momento de la despedida, el momento en que dices adiós y que tengas una buena vida, tu por tu lado y yo por el mío, yo sigo soltera y él se casará en pocos días, qué más da, era cuestión de decir las cosas, el necesitaba hacerlo pero pienso en el fondo que yo no necesitaba escucharlo, pues aunque soy bastante fuerte y tengo una caparazón que me protege de este tipo de cosas, por dentro estaba sufriendo, pensaba en lo que pudo ser, pensaba en lo estúpidos que fuimos y pensaba en que todo lo que paso tuvo una razón de ser, cual es, no lo sé, realmente ahorita no lo entiendo, ahorita solo sé que yo quisiera estar ocupando el lugar de esa maravillosa mujer (aunque no la conozca sé que lo es) y estar yo casándome.

Pero se viene a mi mente, y si yo estuviera a punto de casarme con él, y el estuviera confesándole este tipo de cosas a otra mujer y siéndome infiel, lo podría soportar si me llegase a enterar, y es aquí donde digo ¿de qué me libro Dios? cuál es su propósito, sé que ahora no lo entiendo, pero, más adelante lo entenderé. En medio de ese desayuno de despedida, me dice ve a visitarme a Chicago, yo estoy en shock, es imposible que me digas algo como eso, no quiero ser tu amante, no me trates como tal, nunca me he metido con un hombre casado y es esto realmente terrible para mí, es loco, es sentir impotencia.

Algo si es claro: yo continuo con mi vida, mis proyectos y mis cosas, yo continuo siendo esa mujer valiente, fuerte, independiente, autónoma, y con muchas proyecciones, sé que lograre lo que quiero, ese hombre que solo tenga ojos para mí, que seamos un equipo, un complemento, que seamos libres, pero ante todo que no me sea infiel antes de casarnos. También estoy segura que ese hombre ya Dios lo ha preparado, solo que yo tengo cosas que sanar para que él pueda acercarse a mí. Dios en su infinita misericordia me ha perdonado y me ha prometido un buen hombre a mi lado, que nos hagamos felices.

Esta historia de lo que pudo ser, es loca, es increíble, es absurda, es triste, y muy en el fondo me da dolor, siento muerte en mi corazón, era el tipo de hombre perfecto, además de mi atracción por los morenos. Ahora bien, no iré a su matrimonio, es muy denso, él es un hombre encantador y sus palabras retumba en mi mente, no podría hacerlo y tampoco podría arruinar su día, y ante todo el de su prometida, no es justo. Así que nos quedaremos con este sentimiento, tanto él como yo, y haremos cada uno su vida.

LO QUE PUDO SERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora