Dabi x t/n

capítulo 3

Me despierto exaltada.

Veo que estoy en una cama, en un lugar que no conozco.

Me levanto con un fuerte dolor en todo mi cuerpo.

Veo que solamente tengo puesto un sostén, el cual no es mío, ya que me queda chico, y un short.

Busco mas ropa para ponerme, pero no encuentro nada.

-a la mierda la ropa.. Sólo tengo que salir de acá..-

Extrañada por la situación busco mi cuchillo, pero no lo encuentro.

Me saco el piercing que tengo en la lengua para poder utilizarlo como arma.

Si, esa es mi particularidad.

Puedo mover las cosas. Cualquier cosa que quiera, la puedo controlar.

Me acerco a la puerta, y al abrirla me choco con alguien.

Mejor dicho, con el abdomen de alguien.

Miro hacia arriba y me encuentro con un chico que tiene cosas raras en la cara.

Sin pensarlo dos veces lo empujo con todas mis fuerzas y salgo corriendo, encontrandome con un pasillo que parecía interminable.

Mientras corro veo como la venda que tengo en la pierna, tiene sangre, lo que indica que se abrió.

Al querer salir de ese lugar, no le di importancia.

Siento como alguien se tira sobre mi.

Es el chico pelinegro de hace unos segundos.

Muerdo mi labio inferior por el dolor del golpe.

Agarra mis dos manos y las pone detrás de mi, amarrandolas con algo.

Trato de levantarme con ayuda de mis piernas, pero me lo impide haciendo presión con su rodilla sobre mi trasero, impidiendo que me levante.

-hey! Que carajos haces!? Sueltame!!- digo forsegeando, pero este ni se inmuta.

-si quisiera, estarías prendida fuego en este mismo instante, así que cierra la puta boca.- me contesta amenazante mientras me ayuda a pararme bruscamente.

Me hace una seña para que lo siga.

-si intentas escapar, o algo parecido, no saldrás viva.- me da una ultima mirada y empieza a caminar.

Chasqueo la lengua mientras lo sigo.

Todavía tengo las manos amarradas a mi espalda.

Cuando llegamos, está la chica rubia, la cual creo que se llama Toga, por lo que escuche anoche.

La chica mira un poco mas abajo de mi cara.

Toso dos veces a propósito por el momento incómodo.

-emm.. Me puedes soltar?- pregunto con un tono seco al pelinegro.

-no. Por que lo aría?- contesto como si fuese lo mas normal del mundo.

Suelto un suspiro pesado.

La chica rubia sigue mirando mis pechos.

Puto sostén..

Pienso mientras veo sorprendida, como la pelirubia está algo sonrojada mientras me mira.

-eemmm... Ok....- digo sin entender la situación. -me puedo ir ya?- pregunto sentandome en el suelo, ya que mi pierna está perdiendo mucha sangre.

-no- contesta la pelirubia acercándose a mi.

-eu.. No me matarás verdad?- suelto con burla.

-no. Me caes bien- empieza a revisar mi pierna.