Boss Lady | TaeNy

0. Lo que más quiero en el mundo

La felicidad que expresaba el rostro de SooYoung cuando su novio le pidió matrimonio  era indescriptible. Kyungho, el chico con el que estuvo saliendo desde que eran niños, le propuso dar el siguiente paso en su relación frente a todo el alumnado de la universidad el gran día de la graduación.
Sooyoung se graduó con honores y sentía que nada podría ir mejor en su vida, el rostro le dolía por la gigantesca sonrisa que esbozaba.

TaeYeon y Tiffany observaban al par de enamorados reafirmar sus deseos frente a todo el público, sentían nada más que alegría por su amiga. 
— Te imaginas...—Tiffany susurraba sin apartar la mirada de la pareja— Encontrar algo así. ¿No quisieras eso más que nada en el mundo?

TaeYeon no entendía por qué el universo era tan cruel con ella y hacía que el sol no brillara lo suficiente como para opacar el destello en los ojos de Tiffany porque parecía que eso era todo lo que veía. Lo que ella quería más que nada en el mundo era Tiffany, Tiffany, y nada más que Tiffany.

— Encontrar a alguien que esté dispuesto a pasar el resto de su vida junto a ti. ¿No te parece maravilloso, Tae?

— Sí, sería genial...

Tal vez Tiffany tenía a esa persona justo a su lado pero no lo sabía en aquel momento.
TaeYeon miró a la pareja que continuaba profesando su amor, recibiendo felicitaciones y abrazos de todos sus compañeros.

TaeYeon estaba muy contenta por SooYoung, con la mejor de sus sonrisas y de las más sinceras, felicitó a su amiga y a su ahora prometido deseándoles nada más que lo mejor.

Poco a poco el día se fue oscureciendo y poco tiempo faltaba para que las puertas de la universidad cerraran, TaeYeon decidió aprovechar el poco flujo de gente para dar un último recorrido por el lugar.
Sabía que una vez graduada, no tenía más motivos para regresar, así que en cuanto caminó por los pasillos que tantas veces recorría para dirigirse a clases no pudo evitar sentir melancolía.

La Universidad de Seúl sin lugar a dudas iba a dejar una huella muy grande en su vida, tantas experiencias, tantos momentos vividos y tantas personas especiales que conoció allí eran suficiente motivo para atesorar un lugar como ese.
¿Qué iba a hacer ahora de lunes a viernes? A dónde iba a ir si su único habito era dirigirse a la universidad, sumergirse en sus libros de texto y asignaturas.

Al pasar por los vacíos pasillos, deslizaba una de sus manos por los casilleros como si con su tacto pudiese grabar un poco más el detalle del lugar. Quién iba a pensar que iba a extrañar tanto un lugar que le dio tantos dolores de cabeza.

El recuerdo de sus amigas riendo en los salones de clase a escondidas del profesor le provocaba una extraña sensación.

Desearía una máquina del tiempo.
Ver sus sonrisas una vez más, ver su sonrisa.

Por supuesto que no iba a poder recorrer la universidad sin pensar en la persona más importante para ella.

— ¡Tae!
Como si la hubiera invocado con el pensamiento, una agitada chica de cabellos color chocolate llegaba a toda prisa.

—¿Tiffany? —Con curiosidad pero sin poder evitar que una sonrisa naciera al pronunciar su nombre, se mostró sorprendida.
No se le ocurrió que alguien más estuviera a estas horas en la propiedad.

— Te estuve buscando por todas partes. ¡Todas partes! —exclamó, exagerando los movimientos con sus manos para echarse un poco de aire al rostro— Creo que le he dado una especie de recorrido de despedida a este lugar, ¿sabes? Ufff, ¡qué calor! ¿No tienes calor?

TaeYeon rió y pronto Tiffany se unió a ella y tomó su mano. — ¿Qué estabas haciendo aquí?

— Realmente dándole a la universidad un recorrido de despedida.