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Había pasado una semana desde que TaeYeon audicionó para SM Ent. y descubrió que no era una escuela, sino una agencia de entretenimiento. Irene le había mentido.

—¿Tae?—Irene apartó la vista de su libro en cuanto vio a la rubia ingresar a la cocina. —¿Sigues enojada?

TaeYeon no respondió y se dispuso a prepararse algo para desayunar.

—Tomaré eso como un si.
La pelinegra suspiró, trató de volver a concentrarse en su libro pero no pudo. Perdió la cuenta de las veces en las que se disculpó con la mayor y ya no sabía qué hacer para que ella le hablara.

—Tae... —dejó el libro a un lado y se dirigió a la cocina. Dentro de ella vio que TaeYeon estaba de espaldas preparándose un café, el primer instinto de Irene fue abrazarla y descansar su cabeza en uno de sus hombros.— Lamento haberte mentido pero... confío en tu talento y era una buena oportunidad para ti.

TaeYeon siguió sin decir una palabra y Irene acomodó su rostro para respirar profundamente un poco del aroma del cabello de la rubia hasta que la escuchó reír.

—Si te mueres por besarme, ¿no es así?

Irene soltó de inmediato a la rubia y esta volteó para mirarla a los ojos, todavía con una sonrisa burlona.

—Al principio estaba enojada. —suspiró.— Después decepcionada pero de mi porque si fue una buena oportunidad y solo me humillé por mi falta de talento.

—¡Kim TaeYeon! —Irene exclamó, cruzándose de brazos.— No vuelvas a decir algo así sobre ti o me iré de aquí y pagarás la renta sola.

TaeYeon volvió a reír.—No te irías porque te morirías sin mi.

Las mejillas de Irene no podían estar más sonrojadas, odiaba –y amaba– cuando la rubia jugaba con su corazón de esa manera.

— Idiota. ¿Sabes? Si no te dieron una respuesta es porque eres demasiado para ellos.

— No lo entiendes... La expresión de ese hombre cuando me escuchó cantar era indescifrable.

— También estaría así si tuviera a una diosa como tú cantando frente a mi.

Esta vez fue el turno de TaeYeon para ruborizarse y apartar la mirada. —¡Basta de bromas!

— No es-

¡Ding!
El sonido del timbre del apartamento resonó por todo el lugar, la atención y curiosidad de ambas chicas hizo que fueran a ver de quién se tratara de inmediato.

—¿Esperas a alguien? —preguntó la menor.

—No, ¿tu si?—respondió.

Irene negó con la cabeza y abrió la puerta sin más.
Una joven alta, de aspecto elegante e impecable. TaeYeon recordaba esa descripción tan particular, después de todo la había visto hace no más de una semana. 

La chica que miraba su reloj vio a TaeYeon y sin ser siquiera invitada a entrar, pasó de largo a Irene y fijó su atención en la rubia.
— ¡Al fin! ¡No sabes cuantas 'Kim TaeYeon' existen en Seúl!

— ¿Seo... Hyun?—dijo con la duda de equivocarse.

— ¿Quién es ella, Tae? ¿Quién se cree para entrar así al departamento? ¿Es una de tus novias? —Irene empezó a bombardearla de preguntas.— ¿T... Tienes novia? ¿Por qué no me dijiste nada?

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2020 ⏰

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Boss Lady | TaeNyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora