Dark Angel - K.JI/ O.SH

021

Bélgica estaba nerviosa, se colocó un vestido de mangas largas ante el vidente cambio de clima y miró a XiuMin por enésima vez con la misma expresión.

Estás más que guapa, no entiendo... ¿Qué te pone tan nerviosa?-le dijo acercándose.

Bélgica entonces bajó la mirada hacia sus manos y lo miró, esta vez con una expresión diferente, indescifrable.

¿A qué le tienes miedo?-le preguntó XiuMin tomando sus hombros.

Hace un rato, Sehun me invitó a su departamento -susurró y lo miró como si tuviera miedo.

¿Y?-XiuMin la miró curioso.

¿Cómo que y? -Bélgica tragó saliva- es evidente que va a pasar... eso.

¿Acostarte con él? ¿Hacer el amor? -XiuMin la miró curioso- no creo que pase si no quieres, el oficial no parece un tipo así... ya sabes, no creo que te fuerce a hacer el amor.

No es tanto eso -Bélgica se alejó- creo que no me he sanado del todo como creía.

¿Te refieres a Jong In?-XiuMin se sentó en la cama y la miró deambular.

Era evidente que aquel pasado la perseguiría por una buena temporada y se sentía mal por ello, sobre todo porque creía que Sehun se aburriría de ella en algún momento.

Ya sabes que ocurrió la última vez con Jong In, hay noches en las que me despierto y me siento observada y hay otras en las que despierto y creo que va a venir por mí...

Pero no vendrá -XiuMin se levantó y la miró de cerca- ya no estás más con él, ni lo estarás.

Creo que no podré... Sehun y yo no podremos ni siquiera pensar en formalizar porque...

Bélgica, para -XiuMin la miró alzando una ceja- están saliendo recién... no es por ser aguafiestas pero no sabes que va a suceder más adelante, deja que todo fluya y si es tan importante como piensas díselo.

¿Y si me rechaza?-Bélgica frunció el ceño preocupada.

Bélgica, deja de suponer porque no te hace ningún bien -le susurró- ahora ve y relájate.

Cuando Bélgica salió para tomar un taxi, se sorprendió de ver el coche de Sehun acercándose, el corazón le palpitó a mil por hora, sin embargo, se acercó a él como su fuese un imán.

Sehun le sonrió cálidamente al verla y entonces Bélgica entendió, no la iba a apresurar.

Estás muy guapa -le dijo avergonzado y abrió la puerta del coche.

Gracias, tú también -Bélgica susurró y entró con una sonrisa.

Estaba nerviosa, no lo iba a negar pero la sonrisa de Sehun la hacía sentir de una manera diferente, especial, era como un salvavidas en ese momento y lo iba a tomar si o sí.

¿Me acompañas a un lugar antes?-Bélgica asintió como una niña pequeña y sonrió.

Estaba nerviosa, se tocaba las manos cada dos por tres e intentaba mantenerse relajada aparentemente pero no podía, para nada. Su rostro tenía estampada una potente sonrisa que no era sincera y Sehun lo notó, quién por otro lado se encontraba bastante nervioso, tenso, sus facciones se veían duras y es que mordía de rato en rato el interior de sus mejillas para estar calmado.

Bélgica lo miró salir del coche uno momentos y en cuanto salió con unas bolsas del restaurante se quedó en silencio, adivinó de que se trataba. Sehun no era un tipo de cocina y había comprado una esplendida cena para ella, sonrió de lado cuando lo vio meter la comida tras el coche y luego lo vio sentarse a su lado.

Lo siento, se me da fatal cocinar -comentó con una media sonrisa tímida y los dos terminaron carcajeando.

Era la primera vez que Bel oía la risa de Sehun y le parecía curiosamente adorable, sobre todo porque se tapaba el rostro y giraba la vista.

Ambos bajaron en el elegante edificio azul, Bélgica lo miró y este la invitó a ir en el ascensor. Los dos chocaron sus hombros torpemente e ingresaron, Sehun presionó el botón mientras Bélgica se miraba en el espejo trasero que tenía, se asomó acomodándose el cabello y cuando giró el ascensor dio un golpe brusco haciendo que Sehun la tomase por un hombro. Los dos se miraron un poco asustados hasta que la puerta se abrió.

Perdona, ocurre a veces -le dijo tomando su mano.

El terror hizo que ninguno notase que iban tomados de la mano, mejor dicho, sus dedos se rozaban delicadamente. Sehun lo notó cuando buscó la llave dentro de su abrigo, Bélgica le sonrió tímidamente y luego ingresó cuando lo vio entrar.

La luz se encendió y pudo ver al oficial tirar sus zapatos torpemente, aquello le provocó una sonrisa, sonrisa que Sehun no vio. Lo vio ir hasta la mesa central a dejar las bolsas y giró a ver a Bélgica mientras se quitaba el abrigo.

Déjalo donde quieras, iré por unos platos a la cocina -le dijo y desapareció arrastrando los pies.

Bélgica caminó descalza hasta la mesa y ayudó a abrir las bolsas, cuando Sehun volvió dejó los platos y la miró, se acercó para ayudarla sintiéndose un poco avergonzado.

¿Te ofrezco vino o cerveza?-le dijo nervioso y caminó hasta el pequeño bar que tenía.

Tomó una copa mientras Bélgica pensaba y nervioso la dejó caer, los dos miraron el piso hasta que la joven se acercó a él y Sehun la alejó estirando una mano.

Déjalo -le dijo- nos vamos a lastimar.

Sehun saltó por encima de los vidrios y la miró, Bélgica le tocó el torso como si se hubiese lastimado y ambos miraron la copa rota.

Iré por papel en un momento para recogerlo, no quiero que te hagas daño -le dijo.

Bélgica lo oyó decir aquello y sintió algo extraño, fue como si aquellas palabras hubiesen sido dirigidas a ella directamente, hacia esa mañana en la que casi pierde la cabeza. Su mirada fue hacia Sehun que barría el piso agachada y se acercó lentamente hacia él.

Sehun se levantó sintiendo sus pasos detrás y la observó dubitativo.

¿Te ocurre algo?-le susurró frunciendo el ceño.

Bélgica bajó la mirada y luego la alzó.

Se miraron por lagos segundos hasta que Sehun se acercó para besarla, cuando ambos se alejaron para recibir aire notaron que estaban entre los oscuros pasillos y que la poca luz que se colaba del salón hacía que el brillo de sus ojos fuese más intenso.

Bélgica se dejó envolver entre sus brazos y lo besó con intensidad, sintió los pies de Sehun andar torpemente hasta que ambos llegaron a una de las habitaciones. Sehun se alejó mirándola y Bélgica miró de reojo la cama perfectamente tendida, miró sus ojos y este se acercó para abrazarla.

No te he traído para acostarme contigo, solo quería que cenemos donde pueda verte y cuidarte -le susurró- no quiero que te pase nada Bélgica.

Bélgica sintió como el peso de sus pensamientos caía y sonrió sinceramente asintiendo.

Vamos a cenar-le susurró- y si quieres luego podemos ver una película.

Bélgica caminó tras él mientras sostenía su mano, cuando estaban por llegar al salón se detuvo y giró a verla.

¿Quieres quédate a dormir?-le dijo alzando una ceja.

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