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Seonghwa miro por la ventana mientras tenía su cabeza apoyada en el vidrio de esta todo el camino sin importarle un poco a donde lo estuviera llevando el chófer, intento no llorar pero era inevitable al ya tener las cosas claras, limpio sus lágrimas nuevamente y sin darse cuenta el auto se había detenido hace unos segundos, sin mucho interés miro por la ventana del auto observando al frente de este un gran edificio, era un establecimiento caro por lo poco que podía detallar del lugar, se acomodo en su asiento y miro al chófer el cual ya estaba apagando el vehículo, eso significaba que tenía que bajar, el pelinegro estaba perdido en sus pensamientos, sobre todo sintiéndose triste así que ni el estaba consiente de que pasaría a continuación.

Se apresuró y salió del auto sin ganas de hacerlo, el solo quería llorar y sumirse en su tristeza como siempre lo hacía, a la vez quería aprovechar su oportunidad de ser feliz con el hombre que se había robado su corazón, quizás le parezca tonto admitirlo pero si existía el amor a primera vista.

Ambos entraron al establecimiento y SeongHwa pudo confirmar que era un lugar costoso pero no tanto, cobrará un buen salario solo por conducir un auto tenía el derecho de darse lujos así que el pelinegro mejor decidió no comentar al respecto.

Se adentraron al elevador y les alivio a ambos que nadie más entrara de lo contrario sería terriblemente incómodo, era bastante común sentir incomodidad en un ascensor, era lo peor. El pelinegro miro con curiosidad al mayor luego de que este presionará el botón que llevaba al último piso, pensó que quizás vivía allí, pero aún así no pudo dejar de dudar, más bien toda la extraña situaccion era su culpa por haberle rogado que lo llevará a donde sea, se mantuvo al tanto de todo lo que hacía el chófer, no decía ni una sola palabra quizás el pelinegro tenía que iniciar una conversación, pero si ambos estaban interesados...

El pelinegro otra vez perdido en sus pensamientos no noto cuando el ascensor había llegado a su destino, el chófer al observarlo tan concentrado mirando a un punto fijo del ascensor solo soltó una risa y tomo con delicadeza la mano del pelinegro como si fuera la cosa más delicada que haya tocado antes, se apresuró y salieron del ascensor antes de que se cerraran las puertas y tuvieran que esperar otros tediosos segundos en ese lugar.

SeongHwa no podía creer que el chófer de verdad estaba tomando su mano se sentía increíble, el no era una persona de esconder sus emociones así que observó al chófer embobado con una sonrisa de felicidad que nada ni nadie le podría quitar porque se sentía bien a pesar de todo lo que había pasado anteriormente.

Hongjoong camino hasta una puerta la cual siempre permanecía abierta, sin soltar la mano del pelinegro entraron al lugar que resultó ser una azotea del último piso, a SeongHwa le sorprendió bastante, le pareció lindo y relajante sentir el viento frío, pero ¿por qué aún no soltaba su mano? ninguno de los dos quería hacerlo. El pelinegro no contuvo su curiosidad por preguntar tanto que apenas pudo pensar en algo coherente.

- ¿Vives aquí? - aún no consiente de sus palabras lo mejor que pudo hacer fue esperar una respuesta del chófer.

- Es una azotea, claro que no vivo aquí. - hongjoong no pudo aguantar las ganas de reírse por la pregunta tan absurda que había preguntado el pelinegro por culpa de los nervios.

- ¿Enserio acabo de preguntar eso? debí haberme visto como un ignorante lo siento, no fui consiente de... - antes de que pudiera seguir brindándole una disculpa el chófer coloco uno de sus dedos en los labios del pelinegro con la intención de que dejará de hablar, rápidamente quitó su mano y ambos se sonrieron.

- No tienes porqué disculparte, estás nervioso es normal, aparte te ves muy adorable. - el chófer siguió su camino dando pasos apresurados aún sosteniendo la mano del pelinegro.

Ambos se sentaron en el piso teniendo una gran vista de la ciudad y un atardecer que llegaría en cuestión de minutos, finalmente hongjoong soltó la mano del pelinegro observando gustoso el rostro sorprendido de este. Soltó un largo suspiro y se dedicó a hablar luego de algunos segundos de un silencio ya no incómodo.

- te traje a este lugar porque debemos hablar, se que quizás para ti no es el mejor momento pero enserio quiero dejar las cosas en claro, y es que no eh podido pensar en otra cosa que no seas tú. Estoy consiente que tú matrimonio no es perfecto, se que te sientes mal y aún así sigues con el pensamiento de que las cosas van a cambiar, solo tú decides si sigues sufriendo por un idiota. - fue totalmente sincero y sutil con sus palabras, lo menos que quería era arruinar el momento y que el pelinegro comenzará a llorar otra vez.

- Yo, siento exactamente lo mismo, no paro de pensar en ti. - respondió únicamente las primeras palabras de hongjoong lo demás le tomo tiempo asimilarlo y tomárselo con calma había tocado un tema fuerte para el.

- ¿Sabes? me arrepiento sobre la pésima decisión que tome al aceptar casarme con el, pero en ese entonces estaba perdidamente enamorado, al pasar de estos cinco años ese amor fue disminuyendo por sus acciones y su forma de tratarme, jamás fue un matrimonio perfecto, esa es solo la perspectiva con la cual yo lo miraba era a lo único que estaba acostumbrado a un esposo que trabaja y yo quedarme en casa y no hacer nada más que esperarlo. Jamás pensé que en un matrimonio no fuera incluido cariño amor afecto, empatía y tantas cosas más. -suspiro.- pero luego fue solo dependencia emocional hacia el, por eso soporto todos los días sus quejas y que se burle de mi, no porque lo amo, no quiero estar solo otra vez hongjoong, esa es la simple razón por la cual seguí intentando, hasta hoy, ni hoy ni mañana quiero seguir "intentando" ya de verdad no vale la pena, estuve llorando por un idiota que no lo merecía durante cinco años contando los demás que estuve enamorado, fue un gran error, quiero ser feliz, se que tu también quieres lo mismo, supongo que tenemos las mismas intenciones. - sonrió al decir sus últimas palabras motivado, observó el hermoso atardecer y antes de que pudiera comentar algo sobre lo hermoso que era ver un atardecer el chófer tomo el mentón del pelinegro haciendo que este le mirara y unió sus labios en un beso lento que terminó al cabo de unos segundos. Ambos se miraron a los ojos sin poder decir ni una sola palabra por el hermoso momento.

Solo querían ser felices.

𝑨 𝑴 𝑨 𝑵 𝑻 𝑬 𝑺 : 𝑯𝒐𝒏𝒈𝑯𝒘𝒂┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora