Si es muy malo

5.4K 41 10
                                    

Mi madre al ver que realmente si esta muy incomodo (demasiado diría yo), se esmeró aún más para hacerme el día terriblemente malo. Me comenzó a llamar hija y hermosa y yo creo que recordó que aún no tenía nombre femenino así que me dió el "honor" de escogerlo según ella. Acepte sin pensarlo porque sería mejor escojerlo yo a que lo escoja ella.
-Paola - conteste sin pensar
-vaya, quien diría que lo recordarias - dijo mi madre
-¿que se supone que debo recordar?
En ese momento como si de asimilar un olor conocido vino a mi mente el recuerdo vago de unas vacaciones en casa de una tia lejana.
Viajabamos hacía una playa cercana en dónde nos esperaba mi tía y mis primas.
Hacia años de esto y solo recuerdo que hubo un error de etiqueta en mi maleta, corte B yo usando un short de mi prima con unas braguitas blancas y una blusita de Pucca.
-No recuerdo nada - dije intentando ocultar mi obvio flashback
-¿Seguro que no? Yo recuerdo que fueron las vacaciones de tu vida, te divertiste como nunca ese día con tus primas hasta nombre te pusieron, te bautizaron como paola
-Bien, supongo fue algo de mi inconsciente lo que me hizo decir eso.

Comenzamos en la búsqueda de la ropa interior ideal para mí, un mundo nuevo lleno de colores, texturas, formas, telas e incluso encaje.
La verduga que tenía por madre me dio 8 conjuntos diferentes y uno en específico. Un conjunto de lencería, que al instante en que lo vi me hizo tragar saliva y ponerme nervioso tan solo de pensar que algún día tendría que usarlo y como siempre, los comentarios de mi madre que poco aportan y más me estresan.
- Por si algún día necesitas ponerte guapa para alguien - dijo riendo mientras sostenía el conjunto.
Entre tantas cambios de ropa y tantas tallas probadas, pruebas con vestidos, faldas y pantalones el hambre venció y decidimos ir a la zona de comida. Ahí llegue muy apenada pues había varios chicos y chicas de mi edad, que afortunadamente no iban en mi escuela pero si conocía de redes sociales.
No podía dejar de voltear para asegurarme de que aún no hayan notado mi presencia pero al parecer alguien quien me preocupa más si me noto
- ¿Te gusta? - pregunto a secas mi madre
- ¿QUE? NI LOCO
- vale vale, pero que haras cuando algún chico te pida tu número telefónico o peor aún, tu Instagram. ¿No deberíamos conseguirte otro número y una cuenta nueva para emergencias?
- Lo dudo - reproche
- Pues estos días decido yo así que nos vamos por un celular nuevo

Después de todo no me fue tan mal, parece que mi madre conciente más a su hija que a mí, hasta un teléfono de mejor gama me compro, lo mejor para su hija.

- Bien ahora vamos a tomar unas cuantas fotos para tu perfil - ordeno mi madre de manera gentil
Sabía que ese comportamiento no era normal, parecia que en efecto cuando estaba conmigo era una madre totalmente amorosa.
Yo creo que el verme como hija y ya no como hija despertó algo en ella o revivió un viejo deseo en ella de tener una linda hija.
No me disgusto la idea de seguirle un poco el juego, ella parecía feliz al tomarme las fotografías y al fin me sentía cercano a ella, talvez esto podría mejorar nuestra relación y estaba dispuesto a sacrificar un mes de mi vida de hombre para eso.

Termino la ida de compras pero mi madre tenía que atender asuntos dem trabajo y se le ocurrió pedir un Uber para que pudiera regresar a casa.
Me dejo esperando al Uber, que en realidad no tardo nada en llegar por mí.
Me subí y el chófer me saluda cordialmente, me sentí un poco incómodo pues me llamo señorita, realmente no sabia que decir o como actuar. Contesté con mi voz más femenina posible lo cual yo creo que me evidenció además del hecho de que iba sentado con las piernas abierta, nada propio de una señorita. Todo causó un incómodo viaje en el cual el chófer no dejo de mirarme, no lo culpo, yo haría lo mismo, creo fué más el morbo de ver un hombre travestido que lo bien que podría haber ido travestido.

Al llegar a casa ya tenía el equipamiento necesario que debe tener una bella dama. Pero aun no estaba seguro si de seguir con esto, cada vez que pensaba en todo lo que conlleva, burlas, maquillarme, usar faldas y vestidos (en especial esto era lo que me tenía más intranquilo), todo lo que deje ventilación vaya.
Entre a mi habitación, puse las 10 mil bolsas en en suelo, conecte mis auriculares, reproducí mi playlist favorita y me quede profundamente dormido.
Mis sueños tienen que ver más con lo ocurrido recientemente en mi vida que con los mundos que mi imaginación sea capaz de crear y este sueño no fue diferente. Lo que realmente hubiera pasado como pesadilla fue un sueño hermoso, me veía a mi y a mi madre disfrutando una tarde de compras. Una relación madre hija que parecían más la de amigas de toda la vida, no me sentí incómodo, más bien agusto, un sentimiento de calidez y de tranquilidad de haber alcanzado felicidad en mi vida, felicidad que ni con mi novia o amigos habia sentido.
Talvez influyó demasiado en mi el sueño o no pero estaba seguro que ya no me aterraba la idea de pasar unos días como mujer solo por el hecho de poder arreglar las cosas con mi madre, desatar un nudo que quien sabe de dónde salió talvez de las miles de pequeñas peleas en casa cada vez que nos topabamos.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 07, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MujercitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora