Querido Tom:
Me llamaste egoísta.
Y tenías razón.
Me llamaste imprudente.
Y tenías razón.
Me dijiste que no te amaba.
Cuán equivocado estabas.
Querido Tom:
Me llamaste egoísta.
Y tenías razón.
Me llamaste imprudente.
Y tenías razón.
Me dijiste que no te amaba.
Cuán equivocado estabas.