Pequeño relato que se me ocurrió gracias a Just_Taffy al leer sus historias y dibujos en twitter xD y sí... Por fin revivo :'v perdón a todos aquellos que me esperaron, quería mejorar y entregar mejores relatos, espero haberlo logrado.
Se les quiere mucho a todos los que lean lo que escribo.
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No era secreto para muchos el pasado del temido subordinado del Diablo pues su odio a los ángeles, en especial a Taffy, aunque para muchos era bastante usual ese odio, pues muchos detestaban al ángel jefe de Fumus por el abuso que les había ocasionado a múltiples demonios del lugar.
Lo que nadie sabía, era la antigua relación que había tenido con el serafín, pues solo sabían que fue la causa de su destierro, mas no conocían más allá de la historia que el demonio cabrío les había permitido escuchar.
— Sugiero que dejes al mocoso, Taffy — habló el más bajo de los ahí presente en el antiguo campo de batalla en la que se había librado la más sangrienta de las guerras entre los dos mundos.
— Tiempo sin vernos... Hermano — murmuró el serafín soltando al niño que minutos antes acompañaba a la joven medusa y a la pequeña hija adoptiva del señor Diablo — por lo que veo, nuestro lazo sigue persistiendo en ti — murmuró soltando al joven Diablo que había intentado vencerlo para que las otras dos no saliesen lastimadas por la presencia del ángel.
— Vine aquí porque no te vi con tu señor, no porque estamos "unidos" al ser gemelos — respondió cortante mientras daba un paso adelante con la calma y seriedad con la que se le caracterizaba — Medouco — llamó una vez estuvo cerca de la demonio y la niña — lleva a Crea y a Licorice al castillo — ordenó sin quitar su mirada de su gemelo.
— ¡No necesito ayuda tuya Envi! — gritó el menor levantándose del piso con algo de dificultad, haciendo exasperar levemente al mayor de los demonios, mirándolo desafiante a él y a su gemelo mientras trataba de ocultar la sorpresa de ver a dos criaturas tan similares y a la vez tan distintas tratar de anularse con solo su presencia.
— Es parecido a ti — murmuró el serafín riéndose levemente al ver como el pelinegro que le había intentado dar pelea, actuaba desafiante y rebelde ante su hermano menor, actitud que tenía este en un pasado antes de unirse al Diablo.
Mentiras no eran, una de las razones porque el demonio de cabellos oliva chocaba tanto con el hijo de su señor, era porque recordaba su antigua manera de ser cada que entrenaba con Taffy, siendo desafiante y jamás rindiéndose ante una pelea, pues se negaba a ser completamente dependiente de su hermano en alguna guerra que llegase.
Que inocente era en ese entonces.
Ese pensamiento llegó mientras sacaba su keris negra y apuntaba a su hermano, queriendo decapitarlo, teniendo su cabeza de rubios cabellos en su pared como un hermoso deleite de haber derrotado a quien le traicionó en el pasado.
— Veo que planeas alzar tu arma contra la mía nuevamente — murmuró sacando la suya igualmente, entrecerrando los ojos al ver que su hermano dejaba salir esa sonrisa tétrica, llena de odio y satisfacción ante su idea de matarlo.
— Por supuesto, ¿o te debo recordar por qué ambos debemos ocultar nuestros ojos derechos? — Cuestionó sin borrar su sonrisa — creo que te lo dejé bien en claro en la gran guerra, destrozar tu ojo nunca será suficiente — sentenció yendo a atacar a su hermano sin una pizca de remordimiento e ignorando por completo que sus compañeras y el hijo de su señor seguían así.
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— H-has mejorado bastante — confesó el serafín mientras intentaba sacar la keris de su hermano, escuchando como este solo sonreía y reía con completo sadismo, no permitiendo que el contrario lograra sacar su arma.
— Y tú sigues siendo igual de patético cada que me ves — atacó para después acercar su mano libre a una de las alas de su hermano mayor — pero por mucho que sueñe con tener tu cabeza en mi pared, me conformaré con nuevas plumas— agregó empezando a jalar las plumas de la pulcras alas del rubio, sabiendo que no podía detenerlo al estar ocupado con su keris — métete esto en la cabeza Taffy, ya no soy el patético hermano con el que abrazabas con estas alas —.
Una vez el demonio decidió terminar con la tortura hacia el más alto de ambos, sacó sin delicadeza alguna su keris para así dirigirse hacia sus compañeras y el ahora niño diablo que aún se encontraban ahí, estupefactos por la escena para nada agradable que había montado en contra de su hermano.
— Ahora lo entiendes, ¿no es así? No hay formas que me ganes Licorice, te llevo años y experiencia por delante, así que te sugiero que lo pienses la próxima vez — habló mirando al más bajo, quien desvío la mirada intimidado por la ahora seria e impasible mirada del subordinado, quien luego le hizo señas a las otras dos para regresar al castillo, quienes le siguieron sin rechistar, asustadas por la sangre en el mayor.
— ¿Q-qué pasará con él?—
— Su Dios le dará su castigo por dejarse vencer luego de recuperarse, Taffy no es perfecto a pesar de ser lo mejor entre tanta basura que tiene como subordinados— respondió a la pequeña niña de cabellos bicolores mientras caminaba hacia el bosque que los llevaba al pueblo para darles algo en forma de no estar tan asustados una vez lleguen al castillo.
"Perfecto"
La única palabra que siempre le hacía ver superior en comparación a su hermano y la razón por la que Fumus despreciaba al mayor de ambos gemelos, porque NUNCA serían iguales.
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Programación quebrada- One-shots y Drabbles EnviLico
Random"No eres un programa para seguir las instrucciones predeterminadas sobre a quien debes amar o atar tus cadenas". Porque el destino es muy juguetón y el amor impredecible, así que no te cierres, porque hay un ser con una máscara de hielo que también...