Capítulo 1: “Knock Out”
Max y Matt eran los típicos chicos populares del instituto, cambiaban de novia como cambiaban de móvil, que por cierto era muy seguido. ¿Ves al castaño de ojos verdes que está metiendo mano en la falda de la rubia no-natural? Ese es Max.
¿Y ves al pervertido que mira a Max y a la no-rubia mordiéndose el labio? Por supuesto, Matt. Con sus rizos color carbón y sus ojos grises, su mirada llena de deseo puesta en los pechos de la rubia que Max está tocando.
Diablos, ¿Cómo es que fui a terminar con ellos?
Y entonces aquí estoy yo, mirándolos desde lo lejos mientras Kat sigue hablando: — …No sé qué creer, es decir, confío en Ken y sé que me quiere, pero entonces me volteo y está besando a otra. —Niega con frustración.
Mi yo malvada sonríe con arrogancia. —Entonces déjalo. Cariño, si sabes que está besando a otra, ¿Qué coño haces con él? Y bueno, si tanto te gusta y no quieres dejarlo —digo rodando los ojos. —, entonces haz lo mismo. Si él puede, ¿Por qué tu no?
Kat mira el suelo. —No es tan fácil.
Frunzo el ceño. —Para el sí que lo es, Kat.
Y como si hubiésemos pedido una señal del cielo, Ken pasa con una castaña pechugona pegada a su brazo. Y yo no puedo más que hacer una mueca por el daño que eso le causa a Kat. La pechugona vuelve la cabeza hacia Kat y le sonríe con suficiencia. Y yo le muestro el dedo sagrado. Pero entonces mi mente comienza a maquinar cosas.
—Kat. —Susurro.
—No pasa nada, estoy bien. —Y me sonríe sin expresión.
Más que decidido.
—Escucha. Sé que no somos amigas íntimas, ni hacemos cosas que hacen las amigas. Pero de verdad valoro mucho que seas la única chica que me habla en este infierno, Kat. Así que voy a ayudarte.
Tomo su mano y la guio hacia Matt y Max, que siguen ignorando el mundo adorando las tetas de la rubia.
—¡Chicos! —Grito.
Max quita sus ojos de la chica y me sonríe como siempre hace: Con la comisura izquierda elevándose más, presumiendo su único y apuesto hoyuelo. Y Matt levanta su mirada, que esta oscura llena de deseo. Levanta una ceja.
—Vaya, muñeca, ¿Dónde has estado metida? —Pregunta levantándose y caminando hacia mí.
Me encojo de hombros. —Mama fue trasladada. —Explico. —Hemos estado haciendo todo un rollo para que no la trasladen, pero creo que tendremos que mudarnos a Seattle.
La sonrisa de Max desaparece. —¿Mudarnos?
—No vas a mudarte. —Dice Matt negando.
—No es la gran cosa, podre venir siempre que me lo pidan, lo saben. Aún faltan dos semanas para eso, seguiré viniendo al instituto.
Max levanta un dejo amenazadoramente. —Aquí no se cierra el tema, cariño.
Sonrío. —Ya, vale. Así que esta es Kat. —Que se había hecho a un lado de nuestra conversación. —Hablamos desde hace dos semanas, cuando deje de asistir al instituto. Pero nos comunicamos por Skype y es genial.
Matt no pierde el tiempo, y le sonríe coquetamente. —Matt. —Y besa el dorso de su mano.
—Bien hecho, muñeca. Tienes una amiga. —Comenta Max mientras le da un beso en la mejilla.
Asiento. —Sí, y su novio…Oh bueno, ex novio, es Ken Bennet. Y…Voy a ayudarla.
Ellos se miran sugestivamente. —No. —Dicen al unísono.
—Por favor, fue un maldito. Quiero hacer esto, es por Kat.
Entonces ella habla por fin. —No es necesario que tomes venganza por mi…—Se detiene por un momento. —…Pero me gustaría verlo sufrir ahora mismo.
Aplaudo. —Bien dicho. Vamos.
Doy la vuelta para comenzar a caminar. —No vas a hacer nada, Sam. La última vez Matt se llevó un golpe. —Me detiene Max.
Ruedo los ojos. —Eso era provocar celos para comprobar que el chico en cuestión quería a la chica en cuestión. El golpe solo fue un bonus extra. —Lo miro a los ojos. — No los voy a necesitar esta vez.
Vuelvo a mi camino con Kat a mi lado, entro a la cafetería, que siempre está llena, y es a donde Ken se ha dirigido. Tomo un respiración profunda, estoy un tanto nerviosa por lo que voy a hacer, pero subo a una mesa antes de la cobardía se apodere de mí.
No cobardía en mi sistema.
—¡Hola, todos! ¡Quiero decir algo importante! —Grito llamando la atención de todos en el lugar, las chicas comienzan a susurrar estupideces entre ellas, y sé que hablan de mí. Ruedo los ojos y prosigo cuando el lugar parece la clase del profesor Woods. —Así que, he pensado esto mucho, chicas, y aunque sé que me odian, pues aun así voy a dejar el egoísmo atrás y pensare un poco en ustedes. —Sonrío.
Kat a mi lado esta petrificada, a la espera de lo que voy a decir, y logro divisar a Matt y a Max en la puerta de la cafetería con una pose de confort, pase a que sé que me llevare una reprimenda por esto.
—¡Ken Bennet tiene herpes genital! —Las miradas se posan en Ken, quien tiene la boca abierta, y la castaña que lo peleaba, ahora está fuera de su regazo. —Así es, compañeros, Ken está vetado. Por favor, no me pregunten como lo sé, pero como sé que mueren de curiosidad, se los diré. Su madre busco ayuda en el hospital donde mama trabaja. Su herpes, desgraciadamente es incurable. ¡No te preocupes, Bennet, te apoyamos!
Knock out, baby. Le guiño un ojo a Kat, que sigue en shock.
—¡¿Tienes herpes?! —Le pregunta una exaltada castaña. —Dios mío, me has arruinado la vida. —Y se hecha a llorar.
Ay mierda.
Pienso mientras salgo rápidamente del lugar. Consciente de que Max y Matt vienen a por mí.
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Wildest Dreams.
Teen FictionSamantha Johnson está a un año de ingresar a la universidad, y ser pre- universitaria, no es nada fácil. Tomando en cuenta que todas las chicas en el curso la llaman “Perra”, y el hecho de que el apodo no sea del todo incierto, es un problema más a...