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Louis estaba abriendo más sus piernas, inclinando sus caderas para que se prestara atención a esa parte preciosa y deseada de su cuerpo. Harry miró su trasero con asombro, admirando su agujero por lo que se sintió como una eternidad - una eternidad que lo dejó sin aliento. Su mano se había detenido en el momento en que vio el agujero de Louis, por lo que Louis comenzó a frotarse en ella, todavía gimiendo, todavía suplicando ser llenado.
Harry se abofeteó mentalmente y comenzó a mover su mano nuevamente. Tragó mientras presionaba tentativamente un pulgar en el borde de Louis. Louis gimió, suplicando "sí, sí, por favor, Harry, vamos."
Harry asintió. "¿Quieres que te prepare?"
Louis abrió lentamente sus ojos para mirar a Harry. Parecía exhausto. "No más juegos," se quejó, su voz apenas un susurro. "Por favor, Harry."
Harry se sentó, ahora serio. Dejó de tocar a Louis, sus manos apoyadas en sus propios muslos. "Pero te va a hacer daño."
"Harry -"
"Louis," dijo, "lo último que quiero hacer es lastimarte. Está bien," lo tranquilizó, dejando un beso en su barbilla. Extendió una mano y buscó el lubricante en uno de los cajones de la mesita de noche. Cuando finalmente lo encontró, colocó el pequeño tubo al lado del cuerpo sudoroso de Louis, lamiendo sus clavículas. "Se sentirá bien. Mis dedos abriéndote muy lentamente para que pueda encajar mi polla fácilmente, ¿no? Lo haré bien para ti." Acarició la mejilla de Louis cuando lo escuchó gemir. "No quiero hacerte daño."
Louis se retorcía demasiado. Harry no podía comprender cómo este Louis era el mismo que una vez él había querido echar de su vida. No entendía en silencio cómo este chico necesitado era el mismo que siempre dudaba en querer todo para él. De alguna manera, sabía que nunca podría volver a mirarlo sin imaginarlo así, abierto, listo, sudoroso y retorciéndose, tan, tan dócil y necesitado.
"No, no, no - no va a -" Sin soportarlo más, Louis pasó una mano por su cuerpo y la envolvió en su pene. Bombeó lentamente, moviendo sus caderas por lo desesperado que estaba. Harry lo miró con la boca bien abierta. "Confía en mí," gimió, y -
Harry no podía respirar. Harry no podía pensar. Louis se veía tan impresionante empujando en su propia mano sin romper el contacto visual con él, ojos vidriosos y labios entreabiertos. Él ni siquiera parpadeó. Y Harry - Harry estaba drogado con eso. ¿Cuándo fue la última vez que se sintió así por alguien? ¿Alguna vez se sintió así por alguien? Era como si la simple imagen de Louis cayendo a pedazos fuera suficiente. Quizás Harry podría dejarlo correrse así. Tal vez podría correrse con solo ver a Louis derramarse sobre su estómago.
"Harry -" Louis llamó de nuevo, ahogándose un poco con sus palabras. Su mano libre se coló alrededor de su muslo y hundió sus dedos en su trasero, abriendo sus nalgas. "Te necesito -" gimió. "Tú no - Tu no me - Oh."
