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Y, obviamente, "¡Harry! ¡Hey, espera! ¡Haz!" El estúpido alguien lo llamó, pero Harry no quería enfrentarlo, Harry ya no era Haz.
"¿Harry?" Louis vaciló. "Hay un chico llamándote."
"Lo sé, solo ignóralo," murmuró, agarrando con más fuerza el hombro de Louis.
"¿Qué?" Louis se detuvo, consecuentemente anclando a Harry a su lugar también. "Harry, no seas grosero. ¿Quién es él?"
Harry inhaló bruscamente por su nariz. Los pasos se acercaban a ellos, fuerte, fuerte, fuerte en sus oídos. Ensordecedor. Estaba entrando en pánico. "Louis, por favor -" Miró hacia atrás, su corazón estaba a punto de estallar en llamas cuando vio la conocida forma de ese tipo que lo saludaba desde la distancia, donde estaba esperando que la luz roja del semáforo cambiara para poder cruzar la calle y, luego qué, ir a charlar con él como si no habían pasado años desde la última vez que se vieron?" Necesito que me tomes de la mano y corras conmigo, ¿bien?"
"Pero Harry, no entiendo -"
"Por favor, Louis," interrumpió con urgencia. El semáforo se puso verde y el chico cruzó la carretera a saltos. Harry tomó la mano de Louis y tiró de él. "Sígueme."
Louis asintió, inseguro. Apretó sus dedos en la mano de Harry y lo siguió a dondequiera que el los llevara. Se asomó por encima de su hombro una última vez y se encontró con la imagen de un chico congelado con una mano extendida y ojos marrones gritándoles que se detuvieran. Agarró la mano de Harry, un tipo misterioso ignorado y olvidado, las preguntas hacían que su boca salivara.
Se aventuraron en una calle oscura, se empujaron contra una de las paredes y simplemente respiraron. Harry apretó a Louis contra su pecho y pensó, o al menos lo intentó. Todo había sucedido tan rápido que ni siquiera había asimilado lo que estaba pasando, o cómo podía el pasado chocar con el presente cuando finalmente lo había dejado ir. Ancló su mente a su cuerpo gracias al calor de Louis contra él, sus manos congeladas sobre el costado de su torso. Necesitaba hundirse en ese momento porque si comenzaba a pensar que se iba a alejar.
Para ser honesto, Louis estaba un poco asustado por toda esta situación. Siempre había sabido que Harry era reservado, pero esto cruzaba las líneas de lo comprensible y lo aceptable, rozando el borde del extremo. Nunca imaginó que literalmente tendría que huir de un hombre en medio de la noche, tal como sucedió en sus películas favoritas. Nunca pensó que encontraría refugio en las sombras de una calle vacía, ocultándolo de lo que sea que los amenazara.
Presionó su oreja contra el pecho de Harry para comprobar, oír o tal vez simplemente saber que su corazón aún latía, porque cuando miró hacia arriba para examinar su expresión, el rostro de Harry estaba mortalmente pálido. Fue arrítmico y fuerte, lo que Louis escuchó.
Harry sabía que se iban a formar preguntas en algún momento, pero aún esperaba que Louis pudiera entender y aceptar lo que aún no había descubierto. Necesitaba más tiempo. Era como si hubiera vuelto a hacer cuatro meses atrás cuando ella se había ido y la casa, la cafetería y el mundo entero se habían derrumbado sobre él. Era como si todavía fuera esa primera noche después de su partida, cuando se había sentado en un banco y deseaba no estar allí o en ninguna parte.
