Kintsukuroi / Shin Soukoku

Capítulo 12

Atsushi y Akutagawa habían llegado al baño, estaba vacío – está vacío – dijo el azabache alegre y el albino se le fue encima

― Solito para nosotros

― Atsushi... deja de ser quisquilloso

― Pe-pero Akutagawa... Vamos solo una vez

― Es un baño público Atsushi, un agua termal

― ¿no quieres sentirte más caliente?

― Ya eres lo suficientemente caliente

― Vamooos – pidió en un quejido – olvídate de tu lado santo y agentoso, y disfruta de mi

― Atsushi, para empezar esa palabra no existe y – el azabache fue cayado con la toalla de baño del albino mientras esté se metía a la terminal – voy

El agente siguió a su pareja. Ambos estaban bajo el agua, la temperatura era caliente, se quedaron abrazados por un buen rato – Akutagawa, ¿quieres jugar antes?

― ¿quieres más juego? Creí que habíamos jugado en la habitación

― Es que el agua está tan caliente... - el albino se puso encima – pon tu pierna para mi

El azabache se recargo en una pared de rocas, coloco su pierna hacia enfrente, el albino se sostuvo del cuello del mayor mientras tallaba su entrepierna en su pierna – Akutagawa... esto se siente tan cliente

― Es por el agua cariño, continua, te haré sentir bien pronto

― Aah... Akutagawa – lo apretó con fuerza continuo tallándose

El azabache se deleitaba con la vista del menor, no dudo en tomar su cintura para ayudarle a moverse mejor – ¡aaah! ¡Akutagawa! – el agente había comenzado a besar el cuello del menor, los gemidos del albino habían aumentado conforme a los besos. – Había pasado un rato – dijo entre gemidos

― Entonces solo sigue y no hables

― ¡aaah!

El agente llevo sus manos al trasero del albino y sonrió – el agua te tiene lubricado

― Es porque es-está entrando y sa-saliendo – mordió sus propios labios – es tan caliente

― Eres un chico sexy

― Y también menor de edad, señor agente

― Oh vamos, no quieras desanimarme

― Al contrario – tomo sus mejillas – aun no eres mayor de edad.

Jalo al agente para besarse, su beso aumento, Akutagawa escuchó un ruido, abrigo sus ojos y miro a la puerta - ¿Qué pasa?

― Escuche algo...

― No es nadie, lo olería

― Bi-bien... - sonrió

Tomo al albino en sus brazos y saco su torso de la termal - ¿estarás bien con el estilo perrito?

― Te dije que no soy perro

― Bien, bien... ¿pero lo quieres?

Atsushi sonrió – po-por favor

Akutagawa tomo los glúteos del albino – es-es-espera no ha-hagas eso – pidió el albino. El azabache había abierto sus glúteos para mirar de cerca su agujero el cual poco a poco empezó a lamer - ¡aaah! N-no allí, y-ya está lubricado Akutagawa – pidió avergonzado. El agente tomo su miembro también - ¡aaah! No, por ambos lados ¡no, por favor! – pidió agitado.