Capítulo 7

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Atsushi había entrado a la port mafia con Akutagawa, el albino miro todo, parecía un poco diferente, seguía siendo elegante pero con más luz. Llego a la base en una planta media. Allí fue recibido por algunas personas – Akutagawa-senpai, gracias por su arduo trabajo – dijo una rubia

― Akutagawa-senpai ¿puede decirle a Hirotsu-san que deje de fumar?

― ¡Hirotsu-san! – dijo el albino yendo frente al mayor

― El pequeño Atsushi, ¿seguiste a Akutagawa?

― Si – dijo sonriente - ¿Qué fumas está vez?

― Uno antiguo, se llama Hope

― Oooooh, el Hirotsu-san que yo conocí le encantaban los puros de Europa

― ¿el chico tigre? – pregunto Higuchi

― Si, y no

― ¿Akutagawa-senpai?

Atsushi miro a Tachihara – ¿aquí es diferente? – pregunto el albino viendo a Hirotsu

― ¿diferente en qué?

Atsushi hizo una mueca – Tachihara Michizou. Dazai-san puso una foto tuya delante de mí y dijo que eras peligroso, un asesino clásico de la mafia pero era cierto que a los enemigos se les tiene más cerca que a los amigos – le sonrió - ¿verdad?

― N-no soy peligroso

― Más bien, alguien de cuidado – menciono volviendo con Hirotsu

― ¿Qué diablos hablas tigrillo? ¿quieres pelea? – Atsushi sonrió molesto

― ¿podrás ganarme? – dijo orgulloso – la persona más peligrosa en mi vida ha sido Akutagawa, Dazai-san mismo lo ha reconocido, fuera de Akutagawa no hay quien no pueda vencer. Ni siquiera veras que te golpeo.

Akutagawa sonrió con un ligero sonrojar de escuchar aquello – Atsushi vamos a beber algo – le llamo el azabache. Atsushi sonrió mientras ponía sus brazos en su espalda y se acercaba al azabache

― Claro, ¿Qué quieres beber? – pregunto

Ambos chicos se sentaron – Higuchi, tráeme un té esto será bueno

Atsushi miro a Higuchi – café con tres terrones de azúcar

Higuchi estaba molesta a punto de hablar - ¿Qué esperas Higuchi? – hablo el azabache mal encarado

― A la orden Akutagawa-senpai – la rubia se marchó y el azabache miro al albino frente a él

― Tienes buena actitud, no como Jinko

― ¿Por qué lo dices?

― No titubeas, ni eres débil.

― Dazai-san me enseño todo lo que sé, eso no quita que tengo problemas de ansiedad.

― ¿quieres contarme?

― Claro – respondió sonriente

Higuchi dejo el té y el café. Lagarto negro veía aquellos chicos conversar, aunque Hirotsu se dedicaba a fumar también tenía curiosidad por aquel albino. – Entonces, háblame de tu entrenamiento

― Horrendo. Dazai-san colocaba un collar en mi cuello, era doloroso todo el tiempo

― ¿tienes marcas?

― Si, Akutagawa me preguntaba si estaba bien con ello

― ¿y lo estás?

― Son el símbolo de mi debilidad en aquel tiempo y mi liberación

Kintsukuroi / Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora