Labios de azúcar

Capítulo 18

Alemania: que bueno que me dices eso, me estaba muriendo de remordimiento por esa reacción tuya pensé que me tenías miedo
*decía cálidamente teniéndola de frente después de aquella vuelta mirándola a los ojos*
sé que no es bueno mezclar una cosa con la otra, pero quiero dejar una cosa en claro México...
me gustas mucho...
hace 4 años estaba dispuesto a todo por enamorarte pero pasaron las sanciones de todos y no sabía si cuando pudiera verte de nuevo podría tener el valor de hacer el intento...
*decía seriamente antes de que aquella canción terminara mirando a México que estaba completamente roja de la pena*

México: *completamente roja esta no entienda nada el alemán que hace años la había violado y cogido con ella estando borrachos estaba enamorado de ella?*
(qué tipo de declaración es esta?!)
no mames Alemania, que cosas dices ya neta cuantas te tomaste?
(no puede estar hablando en serio... no puede!)

Alemania: *al ver que la mexicana tomaba a modo de broma sus palabras este se separa de ella acercándose donde Brasil quien estaba siendo de DJ en ese momento pidiéndole prestado el micrófono*
Bueno?
disculpen, sé que no es correcto que haga esto pero necesito dejarlo en claro porque alguien no quiere creerme...
aquí frente a todos los presentes quiero decir desde el fondo de mi corazón, que desde este momento me declaro pretendiente de México!
*decía con seriedad demostrando de una vez por todas que hablaba enserio desde el inicio haciendo que inmediatamente Rusia, Canadá y USA se vieran asombrados habían prometido dejarla en paz por el propio bien de ella*

México: *asombrada al oír lo que el alemán acabada de decir esta apenas entendía que demonios había dicho, era asombroso, Alemania pretendiéndola?!*
(debe estar jugando! Tiene que estar jugando!)
*notando las miradas de todos de repente escucha una voz más, sería algo dominante era nadie más que..*

Rusia: ya era hora...
pero déjame recordarte que no eres el único que la pretende...
yo también soy pretendiente de ella...
así que somos rivales...
*decía seriamente levantándola voz era raro jamás nadie pensó que dos potencias anteriormente enemigos ahora pelearían por la misma mujer*

USA: soy su amigo desde que éramos simples colonias...
y no porque ustedes dos hayan declarado su postulación me quedare de brazos cruzados, yo también me declaro pretendiente de México!
*decía seriamente mientras todos estaban cada vez más asombrados México era "lindo y Querido" de verdad pero para pura potencia*

Canadá: Hermano lamento decir esto pero no por ser mi hermano dejare que también pretendas a la mujer que me hace bien..
así que considérame también un rival tuyo...
*decía seriamente el Canadiense dejando sola a la ucraniana para ir donde sus 3 rivales y declararse también participante*

México: (ya valió verga...)
pero que pendejadas dicen!
yo no estoy en un pendejo jueguito de chamacos!
No soy un puto trofeo que puedan tratar de ganar!....
*decía seriamente si se trataba de un juego no pensaba si quiera darles una oportunidad no dejaría que nadie jugara con ella como lo hizo ese hombre por el que podía dejarlo todo*
(ninguno jugara conmigo...)
(lo hizo el en el pasado ahora no pueden pedirme que les tome en serio)

Alemania: México; aquí nadie está jugando contigo, al menos yo no..
estoy hablando en serio...
me gustas y no pienso dejarte ir sin intentar que me quieras del mismo modo...
*decía seriamente el alemán el no solía bromear con esas cosas y menos tratándose de ella haciendo que se acercara a ella tomándole de ambas manos aunque estaba claro que la latina quería soltarse no pretendía creer nuevamente en el amor*
hablo en serio México...
Al menos yo estoy enamorado de ti...

*mientras varios de los country de la sala miraban asombrados aquella escena de 4 potencias pretendiendo a una Ex tercermundista era raro, casi siempre se pretendían entre potencias, pero México era la única que no quería creer que eso estaba pasando los malos recuerdos de cuando era una adolescente aun le perseguían, sin embargo como en todo había personas celosas que no se atrevían a hablar, las cuales solo miraban aquella escena melosa sin opinar o mostrar emociones confiadas de que la mexicana no aceptara ser parte de una estupidez como esa*