Capítulo 10: Calma

493 52 3
                                    



Una Luz los cegó por un momento presentándose ante ellos los espíritus estelares de Lucy quienes se acercaron a ella rodeándola.

-Lucy, los enemigos desaparecieron de la nada frente a nosotros sin dejar rastro – le informo Loke preocupado ante la mirada de todos

La rubia al ya no tener la adrenalina a mil como hasta hace unos momentos de la nada su transformación se deshizo dejando su cabello corto otra vez y vestida con unas largas bojas de color café, un short bastante corto de color blanco y una playera bastante ceñida a su cuerpo de color negro, sobre ésta una chaqueta de manga larga de color gris. Estuvo a punto de caer al suelo, pero el dragón Slayer de la Luz fue más rápido y la atajó en sus brazos sirviéndole de apoyo mientras se sentaban en el suelo.

-Lucy-san nos retiraremos para que recobre su magia, sumimasen- los espíritus compartieron miradas entre ellos y desaparecieron dejando a Loke, Virgo y Capricornio

-Hime, debe descansar muy bien – Lucy le sonrió mientras le asentía con la cabeza a la vez que ella desaparecía también

-Lucy-sama, será mejor que no llame a ninguno de nosotros por lo menos por 3 días, el Rey le advirtió que debía esperar por lo menos una semana antes de abrir tantas puertas a la vez.- Capricornio le hizo una reverencia mientras desaparecía viendo como una avergonzada Lucy asentía como niña pequeña

Loke se agacho para estar a su altura tomando su mano galantemente como siempre – Princesa, no se quienes rayos sean esos malditos, pero no te sobre exijas ¿vale?, todos están preocupados por ti así que espero que nos hagas caso. – tomo aire- aunque... si percibimos algún peligro no dudare en atravesar la puerta con mi propio poder ¿vale?, así que no me extrañes – besó su mano y desapareció.

-Rubia ¿te encuentras bien?-

-Sí, gracias Sting, solo agote mucha magia-

-Se nota el cariño que te tienen tus espíritus- le sonrió- además... nunca había visto que pudieras invocar a tantos a la vez-

-Gracias- se sonrojó – pero... no los invoqué a todos... solo abrí 6 puertas, los otros 3 la abrieron por sí solos –

-Ya veo, pero no le quita el que estuviste genial, y esos cambios de ropas con esos poderes también fueron geniales – no sabía porque, pero le gustaba felicitar a la rubia quien parecía avergonzarse por cada felicitación de su parte.

-Rogue.... Rogue~- el pequeño exceed se soltó del cuello de Lucy y se dirigió a toda velocidad hacia el Dragon Slayer de las Sombras.

-Frosch, te extrañé tanto, ¿no estas herido?- Rogue parecía todo un padre revisando al pequeño exceed y abrazándolo como si le hubiera perdido el rastro desde hace años. Lo que sacó más de una carcajada a los presentes.

Lucy aún permanecía apoyada en Sting, al girarse a verlo notó como éste tenía el labio partido por lo que rebusco en un pequeño bolso que cargaba encontrando una bandita y un paquete que tenía una especia de toallita húmeda la cual abrió bajo la atenta mirada del Dragon Slayer de la Luz.

-¿Rubia que es...?- no alcanzó a terminar su oración ya que la maga acercó aquella toallita a sus labios limpiando la herida ocasionándole un pequeño ardor a Sting, quien quedó mudo al acto. Lucy se tomó su tiempo en limpiar la zona con sumo cuidado como si la piel de Sting se tratase de un frágil trozo de cristal cuidando de no romperlo, sin notar que sus rostros estaban peligrosamente cerca. Cuando estuvo satisfecha con su trabajo le pegó la bandita ejerciendo un poco de presión para que no se mueva de su lugar.

El maestro de Sabertooth estaba totalmente mudo y no podía evitar sentirse avergonzado. Tan ensimismado estaba en sus pensamientos que no notó el momento en que los que estaban en el gremio se habían acercado a ellos incluyendo a Karin y Ryota quienes observaban la escena montada por ellos

-Tsk... Mamá, no porque sea rubio y éste a la altura de un niño significa que el maestro sea un niño.-

-Mooh~ Ryo-chan no mates el momento!- le gruñó Karin

Tanto la Maga celestial como el Dragon Slayer al notar la situación se sonrojaron y se pusieron bastante nerviosos ante la escena mostrada mientras los otros los observaban con una sonrisa bastante picara

-Lo siento Sting, es la costumbre – la rubia se rascaba la nuca mientras le evitaba la mirada.

-Cof, cof- fingió indiferencia- no te preocupes Rubia, de hecho, gracias, ya no me duele el corte

-Que bueno-

-...-

-...-

La pequeña Karin se echó a colgar del cuello de Sting estando es su espalda muy animadamente.

-Karin-chan ¿Qué haces?- interrogó la mayor a la pequeña

-Nee~ ...mami ¿Podemos conservarlo?- Lucy quedó de piedra ante la pregunta de la menor ¿a qué se refería la menor con conservarlo?.

A Sting se le hinchó una venita en la frente mientras la miraba con una risa forzada .- ¡Oye mini rubia no soy un condenado perro!- su respuesta provocó que los presentes se pusieran a reír ante la escena.

-¡Oh!, por mi está bien Pequeña – Minerva se acercó mirándola divertida – Mientras lo saques a pasear hasta aquí para que haga su papeleo correspondiente a nadie le molestará.-

-Debes procurar darle de comer 3 veces al día- le siguió el juego Rogue mientras Karin parecía acotar cada cosa que le decían los mayores.

-Y darle un baño – siguió Orga

Todos se reían menos Lucy que seguía sin entender la situación, Ryota que seguía negando con su cabeza mientras suspiraba sonoramente y claro, cierto Rubio cuya venita estaba a punto de estallar y fulminaba a todos con su mirada.

-¿Puedes ponerte de pie Rubia?-

Lucy hizo el intento pero se sentía como peso muerto, por lo que no pudo cumplir su cometido. Sting sonrió un poco y se levantó cargándola al estilo princesa para llevarla ante la atenta mirada de todos al gremio.

-S-Sting... bájame, no quiero incomodarte-

-¿Pero que dices Rubia?, estas mas ligera que una pluma, no me incomodas para nada.- Lucy se sentía feliz, ya que a todos le daba con molestarla con su peso y Sting era el primero que le decía que era ligera. Al entrar al edificio, éste depositó a la rubia suavemente en una de las sillas del gran salón y se sentó frente a ella dejado salir un sonoro suspiro.

-¿Sting?-

- Me gustaría hablar de algo Rubia- miró de reojo a los menores que se encontraban cerca de ellos.

Yukino se aproximó a la mesa donde estaban ubicados y le tendió un vaso de agua a Lucy, que agradeció gustosa.

-¿Aceptaras ser mi papi?- interrumpió Karin esperanzada con sus ojitos brillando.

Lucy se había llevado el vaso a la boca y al escuchar a la menor su sorpresa fue tanta que toda el agua que intentó beber la escupió en la cara del rubio sentado frente a ella.

-...-

-Pfff... mira el lado positivo enana, te acabas de ahorrar un baño a Sting!- expresó Orga mientras todos comenzaron a reír. 

******

Lo prometido es deuda <3

Espero sus comentarios uwu

Como les dije mañana no actualizare, por lo que pasado mañana estará la continuación <3


Familia Ideal [StingLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora