Entré a un juego diferente. Decidí hacerlo y desde que lo hice, empezó el mejor juego de mi vida. Di el primer paso, entré a la cancha. Lo acepté y fue el paso a una transformación en mi vida. ¿La mejor decisión que tomé? Fue entrar a ese juego.
La estrategia era increíble, ya muchos me habían hecho spoilers sobre el tema, pero aún así jamás me animé a probarla.
La diversión, otro punto por el cual me quedé al entrar. No había estado en un juego tan divertido como este, pero desde mi anterior perspectiva se veía aburrido. Creo que mientras estaba en el juego anterior, me divertía de una forma tan diferente que me hacía creer que fuera de ese juego, no podría hacerlo.
Fue rendirse y creer que había un juego mejor esperándome. Porque la cancha siempre estuvo ahí, pero yo solo la había visto de lejos. No sé, creo que no podía creer en algo tan increíble. No podía ser real, creía que los relatos que las personas me contaban de esa cancha, era un juego de ficción. Me burlaba, lo admito. Y hoy me arrepiento mucho de eso, de haberme burlado del más maravilloso juego que conocí en mis dieciocho años de vida como jugador de básquet.
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El juego de la vida.
SpiritualJeremías es un adolescente de dieciocho años, quien describe en este relato, la forma en la que juega el "juego de la vida" desde que tomó una importante decisión que lo cambió todo.