• POV Jack Conway •
Aquí estaba, sentado en mí sillón, observando las vistas de mí vacío departamento. Consumiendo el quinto cigarro de estas dos horas que llevaba aquí.
¿Qué era lo que me sucedía? ¿Por qué era tan gilipollas?.
Esas dos preguntas se repetían en mí cabeza constantemente.
Todo estaba resultandome tan confuso.
Esa mujer no me atrae en lo absoluto. Ni siquiera entiendo el porqué de mí comportamiento.
Todo parecía entretenido. Pero comienzo a darme cuenta de que mis impulsos posesivos están saliendo a la luz con una desconocida. Justo cuándo creí que ya no existían.
Extrañaba el sentimiento de una mujer totalmente a mis pies. No podía evitar aprovecharlo. Pero se está llendo de mis manos.
Mí miedo era perderla, aunque no removía ningún otro sentimiento en mí. Sólo la excitación y lujuria. Su manera de mostrarse tan sumisa me demostraba que estaba obteniendo el pase libre a mis deseos. Deseos que no he llegado a cumplir con Julia.
Julia... Aún siento su cuerpo a mí lado cuándo me acuesto en nuestra cama. Una de las grandes razones por las que suelo trabajar en las noches.
Su muerte había dejado un gran vacío en mí que no puedo llenar de ninguna manera. Me sentía sucio al tener deseos con una mujer que no se trate de mí esposa.
Estaba traicionando a mí familia, por más que ya no se encuentren aquí.
Todo estaba resultando tan difícil.
Aún así, no iba a dejar que Delia se vaya así sin más. Ella parece estar dispuesta a seguir mis deseos. Los cuáles parecemos compartir.
¿Hay algo más excitante que ésto?.
Tal vez lo que necesito es lujuria para no perderme entre cigarros, alcohol y trabajo. Esa mierda estaba terminando conmigo.
Ella tenía razón. Estos juegos estaban resultando enfermizos. Seguir así solo iba a empeorarlo. No puedo permitir que eso suceda.
Pero tampoco puedo permitir que otra persona que no sea yo, la folle.
¿Qué tal si encontraba a alguien mejor?.
Estaría dejando ir, a probablemente, la única persona que sería capaz de cumplir mis anhelos sexuales. Eso no sucederá.
Era atractiva. Eso era verdad. Cualquier hombre sería capaz de coquetear con ella.
Mientras más lo pensaba, más me enojaba.
¿Qué se supone que debo hacer?.
Piensa Jack, piensa.
Guardar mis impulsos celosos era lo más fácil.
Pero el camino fácil siempre presenta lagunas. No iba a arriesgarme.
Ésto sólo podía solucionarlo mediante el diálogo. Tendría que haber una forma de dejarle en claro que su contacto con otros hombre me enojaria, sin sonar tan enfermo.
Pensándolo así, es imposible no sonar enfermizo. Ésto iba a resultarme difícil.
- Eres imbécil Jack - susurré por lo bajo mientras apagaba mí cigarro.
Me incorporé y me dirigi a la espaciosa cocina, abrí la nevera, cogí la botella de Ron y un vaso.
Al terminar de servirme, tomé el vaso entre mis manos y me apoyé en la encimera, saboreando el ron con satisfacción. A veces llegaba a extrañarlo.
Observé a mí alrededor. Las luces se encontraban apagadas y todo el departamento en completa oscuridad.
Lo único que iluminaba, era la tenue luz de la luna entrando por el gran ventanal de mí living.
Era estúpido, aún mantenía éste enorme departamento, sólo por el recuerdo de lo que alguna vez logré formar. Una familia.
Superar era una de las cosas que peor se me daban. Borrar los recuerdos que me atormentan cada vez que abro mis ojos, cada día se me hacía más difícil.
- Que asco das, hijo de puta - susurré nuevamente tomando de golpe el último trago que tenía en mí vaso.
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Bueno, espero que hayan entendido más o menos lo que, por el momento, siente Jack.
Exprimí mí cerebro al cien, aún así no me convence del todo, pero les prometí POV y acá está Uwu.
Cabe destacar que nunca pensé hacer éste capítulo. Una de las cosas que dije cuando empecé a escribir ésta historia, es que no iba a escribir diferentes POV's. Es por eso que me resultó tan difícil.
Ojalá y lo hayan disfrutado 😔
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Muñeca de Conway.
FanfictionDelia Bennon, 23 años de edad y recién mudada a Los Santos, bastante directa y vulgar. Para su mala suerte, conoce a Gustabo y a Horacio, los cuales la llevan literalmente a quien sería su perdición. El superintendente Conway, el hombre mas sexy de...