1. Garabatos

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XXXX XXXX.

-¡No sabes lo que estás diciendo!, ¡solo me acusas por acusar!-Gritó esa mujer de cabello corto.

¿De que la estoy acusando?, no entiendo nada.

No podía ver su cara, cada vez que intentaba verla y poder reconocerla, una luz cegadora me daba directo a los ojos. Quería saber porqué gritaba y porqué no puedo ver su cara.

Cuando menos lo pensé ella y yo estábamos tan cerca, que podía sentir su respiración en mi cara. No puedo ver mas allá de sus labios, porqué esa luz cubría desde su nariz hasta su frente.

-¿Por qué no puedo verte claramente bien?-cuestioné, pero mi voz no salió, no podía hablar, solo se podían mover mis labios pero ningún sonido salía de allí. Quise gritar cuando ella me sostuvo por los hombros con mucha fuerza, lastimándome, intentaba quitar sus manos de mis hombros pero ella era mas fuerte que yo. Ella sabía que me dolía y por eso no me soltó.

-Por favor -dije moviendo los labios, mi voz no podía salir de mi garganta, solo podía mover los labios para decir la cosas.

¿Soy muda?- me cuestioné mentalmente. Pero si escucho todo claramente, ¿como puedo ser muda?

Alzó su mano derecha y sonrió, esa sonrisa tan escalofriante que tiene, quise moverme de mi lugar, sabía que iba a pegarme, no podía moverme tampoco, estaba amarrada, pero no vi a que me han amarrado.

Me resigné y cerré fuerte los ojos, estaba esperando el golpe, no podía hacer nada más que eso, pero el dicho golpe nunca llegó.

Ella se carcajeo por lo cual abrí mis ojos, ¿se estaba riendo de mi?

-Deberías haber visto tu asquerosa cara-habló, y sentí coraje en su tono, cuando abrió su boca para añadir algo más a sus palabras, entró...

Despierto agitada, sudada por todos lados, y con mi corazón latiendo a millón como si yo hubiese corrido un maratón, es como si quisiera crear un hueco en mi pecho y así poder salir ahí.

Solo fué un sueño- me calmo mentalmente.

Las preguntas bombardeando todo mi pensar: ¿Quien es esa mujer?, ¿Por qué me gritaba?, y ¿quien entró interrumpiendonos?

Esa luz cegadora, ¿Por qué no pude ver su rostro?, tal vez todas estas preguntas no tengan respuesta alguna.

Mi respiración está también agitada, no puedo respirar con normalidad. Esa mujer y sus palabras aún no salían de mi mente.

Odio tanto no poder ver su cara, y, odio más a esa luz que cubre la mayoría de su rostro. Es como si fuera a propósito que esa luz se implanta en su rostro.

Ya con mi respiracion más calmada y no tan agitada, decido observar el panorama donde me encuentro, una habitación completamente blanca, todo dentro de ella es blanco, tanto las puertas, las gavetas, y la cama son de dicho color.

Un sentimiento de tristeza y nostalgia me impactan, algo dentro de mi cabeza susurra:

-¿Recuerdas que odiamos este color?

¿Por qué odiaría yo al color blanco?

Mis sabanas son de color verde pastel, es lo único, después de mi, que da un poco de vida a la habitación.

Mi vista queda fija en la puerta de salida. Esta es tocada varias veces con suavidad.

-¿Estás?- la voz de Megan se escucha del otro lado. No me confío mucho de estas personas, no se como llegué a un bosque y ese hombre me trajo a su casa, necesito y debo buscar información para poder recordar.

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora