Mire a mi madre; quien ya estaba en pánico, y cerró rápidamente y con todas sus fuerzas la puerta para después dirigirse e adentrarse a la habitación de Miguelito. Tremenda piña se hubiese comido si no fuera por lo asustadas que estábamos las dos.
Miguel es un chorro de mierda ya qué, estaba comiendo a escondidas un pan con mucho ketchup. Estaba debatiendo entre reirme o irme a la mierda a mi pieza. Pero, no solamente decidí si no qué, me había tentado ver como mi vieja lo estaba regañando con tanta facilidad. Debía aprovechar, ¿no? Empecé a regañarlo junto con mi vieja. JSJSJSJS, pendejo de mierda.
Cuando ya no nos quedaba voz ni oxígeno para seguir puteando a miguelito, decidimos suspirar al unísono e irnos a nuestros cuartos (Mi vieja se quedó ahí, recostada en el sillón mientras pensaba que hacer para la cena). Yo llegué a mi habitación y cuando cerré la puerta, no lo hice suave, más bien si y no, tipo; cerré despacio pero pareciera que el viento que provenía de la ventana vagaba por mi habitación.
Ya que más da, el viento me interrumpió y se azotó la puerta haciendo un sonoro sonido. Al hacer eso, mi vieja me grita:—¡Cuidadito con la puerta!—
No pude evitar sonreír por la manera en que lo dijo. Ya esta. Me estaba empezando a doler la espalda, pero después me percaté que todavía tenía la mochila de la escuela, así que la agarré y la avente hacia la cama, después se me salió el corazón al escuchar un maullido. La concha de mi abuela loco. ¿Qué? ¿Acaso me quieren matar esta gentuza de mierda? ndEAH. Bueno basta, pelotuda.
Bueno, volviendo al tema escuche aquel maullido que pareciera que provenía de la mochila que casualemente avente. Como estaba de pelos de punta, busque con la mirada algo para cagar a palos a la mochila, o, en otros casos, defenderme de lo que hay ahí adentro.
Lo bueno es que encontré mi viejo palo de hockey. Ni dude, lo agarré a modo flash y me acerqué lenta y sigilosamente hacia la cama. Sentía como el corazón se me estaba saliendo por la boca. Parece exagerado, pero podía ser verdad. Así que toque la mochila con la punta del palo de hockey. Se movía, eso era seguro, pero me parecio extraño que todavía siguiera vivo por el aventón que le di.Me agarró uno de esos tics que usualmente tengo y abrí rápidamente la mochila para encontrarme con un gatito chico desamparado, aww. Espera, ¿ese no es el que estaba en la escuela; en la parte trasera? No me digas que el pelotudo lo había metido ahí desde que me desmaye. Ah no, lo mato. Man, encima YO quería pegarle con el palo de hockey. Nooo, alta maltratadora de animales.
Lo alcé y empecé a hacerle mimos en el lomo. Era re tierno, o, tierna. No se, después de fijo si tiene bolas. Me acosté junto con él para después dormirme, pero como la vida me juega las hermosas, y divinas jugadas me gritan para que me bañe.
Bufé por tal cosa. Bueno gente, no me gusta bañarme. Si fuera por mi, estaría mugrienta hasta una semana, y les aseguro que no es joda.
Suspiré cansada de tanta estupidez que pasaba de aquí para allá por mi estúpida cabeza hueca. Me levanté, sin antes acariciar una última vez al gato, si es un macho. Me dirigo al ropero y agarró algo "simple"; un pantalón gris de entre casa, una remera verde agua. Junto con el calzón y el corpiño. Nada más.Abro la puerta, paso afuera y después la cierro con seguro. ¿Por qué? Pues por el gato así no se escapa ni mi vieja se de cuenta. Me dirigo hacia el baño y me ducho...
(...)
Salí del baño mientras me secaba el pelo con la toalla. Me dirigo hacia la cocina donde está el lavaropa y tiro en frente de éste la ropa sucia que me saque. A Continuación, me dirigo a mi pieza pero el grito de mi madre me lo impide.
—¡A comer!—
Bufé y me dirigo a la sala para después encontrarme con dos miradas puestas en mí. Agarró la silla y me siento en ésta.
Todo era silencio. Solamente se escuchaba los choques de los utensilios junto con los vasos de vidrio. Nadie lo quería romper (O eso creo), hasta que mi vieja habla.
—¿Cómo les fue en la escuela?— la miro mientras levantaba una de mis cejas haciendole a saber que para que preguntaba si ya sabía. — ¿Qué? Ahhh, perdon señora Daisy...
Si, ese es un insulto. No es mi verdadero nombre. La fulmine con la mirada mientras tomaba agua. Miguelito estaba entre nosotras dos, aguantandonos ah.
— Hoy nos... entregaron los exámenes de Ciencias Sociales.
Uhh, mal día para él.
— ¿Y qué sacaste? —
— un... nueve.
'Que ojete tenes pendejito de mierda', pensé. Literal, si le venís con un siete, a mi vieja, para abajo, pero tremenda felpeada te comes. Y lo digo por experiencia, no por casualidad.
Terminó de comer y se fue rajando el pendejito de Miguel, dejándonos a solas con mi vieja.No se por que no le reto por retirarse antes de la mesa hasta que terminen todos, eso es cuando tuve un terror de la puta madre man. Empecé a subir el ritmo y empezar a atragantarme por la comida. No quería estar a solas con esta mina que seguramente me miraba con su típica cara de asesina.
Lo sé, exageración de acá a la China, pero sentía escalofríos que me recorrían la columna vertebral. Sentía una aura terrorífica al lado mío. Ni si quiera por pura casualidad intente mirarla a la cara.
Terminé.—Ah... antes de que me olvide. El profesor, uno nuevo, nos dio unos papeles para que los firmes para un viaje a un campamento en el bosque, o que se yo. Después te los traigo.
Y con eso me retiro de la mesa mientras juntaba los platos y me dirigía hacia la mesada para dejarlos en... ya me entendieron. De ahí, partí derecho a mi habitación para encontrarme con la imagen más tierna posible.
Un gatito durmiendo tranquilamente patas arriba, o podría estar muerto, pero de igual manera, era tierno.Me acerco al gato para después acariciar su pelo. Estaba re duro, parecia yo cuando estoy sin bañarme hace más de tres días. No parecia cierto, pero es posta.
Lo agarré, me acosté y, después, me lo pongo en la pancita para acariciarlo y estar más comoda. Después, no recuerdo ni una mierda de lo que mierda paso ah.(...)
Desperté con un fuerte dolor de cabeza. Ni sabía el por qué pero..., me percaté de que el gato no estaba y, no sólo eso, la puerta estaba abierta cuando YO la había cerrado con seguro.
Me alarme bastante, así que, de un salto, me levanto a modo flash y empiezo a buscarlo en la habitación para ver si no se había ido de acá. No esta.Salgo y miro por el pasillo que casualmente lo inundaba de silencio alguno. Doy un suspiro y empiezo a ver más detalles; estaba que me salía en corazón cuando vi la puerta principal entreabierta.
Me asusté. Podría ser dos cosas, primera: alguien entró a robar y probablemente mataron a mi familia, o, y, el gato. Segunda: podrían haber salido y cerrado mal la puerta; cosa que no creo ya que mi vieja me rompió los ovarios con las puertas abiertas.De pronto, mi cuerpo se movía por sí mismo. No hacia caso a lo que mi cabeza le decía. Me asusté mal. Me estaba dirigiendo hacia la habitación de miguelito. '¿Para que mierda iría hacia esa mugre?' pensé, pero cuando vi que, o quien, estaba ahí no pude haber hecho nada más, más que soltar un grito ahogado proveniente de mi garganta...
1313 palabras.
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☡Psicópatas...☠ (Los proxy's y tú)
Fanfiction-¡Hey! ¡No me ignores idiota!- dijo la chica re enojada mientras el antes nombrado, se alejaba poco a poco. No contestó. -Okay, lo admito. Fui yo quien me equivoque, quien debió no haberse enamorado de un ortivo de mierda como vos, quien no debió ha...