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El alfa Yoongi sonrió victorioso al lograr su cometido.
Sentado en su silla de cuero, sonriendo como un tonto, en la soledad de su oficina.


–¿¡Estás loco!? ¿¡Que te pasa?!–entro YooHan entrando a la oficina azotando la puerta espantando al alfa contrario.


–Hey. Calma. ¿Qué sucede?–dijo Yoongi levantando la pluma que había tirado al asustarse.


–¿¡Calma!? ¿¡Me pides que me calme!? Dime, ¿¡Cómo se te ocurre!? Es menor de edad! ¡Te puede demandar si él quiere! Dime que leyó el contrato!–hablo YooHan.


–Calma. No. No lo leyó. Y conste que yo le dije.


–No, ahora mismo iré detrás de él y le diré de lo que trata el contrato. Dámelo, ¿Dónde esta?


–Guardado y tú no irás a ningún lado. Déjalo.



–Aun así iré. Lo iré a buscar y decirle lo que tramas.


–Y, ¿A quién crees que le creerá? ¿A ti o a mí? Además. Tú no tienes por qué meterte en mis asuntos.


–Eres un imbécil.





–Hola mami, ¿Cómo estás?

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–Hola mami, ¿Cómo estás?


–Hola hijo, ¿Por qué vienes ahorita?



–Tengo que platicarte algo sobre eso... El señor Min me ofreció un nuevo contrato y bueno... Me interesó más...


–¿De qué se trata?


–Pues, no te vayas a enojar, pero.... Me ofreció un contrato como bailarín en el mismo restaurante pero, obvio en la noche... Y bueno, solo iré en las noches, como si fuera el turno de mesero, pero ahora de bailarín, sabes que me encanta el baile y no pude resistirme, la paga será un poco más de lo que ganaba con ambos trabajos.


–Sí, sé que te encanta el baile... Pero... No lo sé, no me convence mucho este nuevo contrato. Parece que te estás alquilando para....


–¡Mamá! No digas esas cosas. Tendré el rostro tapado por si te preocupa que alguien me reconozca y hablé de mí.


La mujer se quedó en silencio, bueno, al menos no estaba tan mal eso de taparse el rostro, así evitaría que le hablaran mal a su hijo, de ella no importaba, le importaba más su hijo, el que le hablaran mal y lo insultan por su trabajo, que en realidad no tiene nada de malo pero, otras personas lo llegan a malinterpretar.


–Bueno, está bien. Solo te dejo ir con la condición de que en tu descanso estés pues ahora sí que descansando y no te preocupes por mí.


–Pero mamá....


–Pero nada, si no, no irás. No me gusta la idea de que no descanses solo por cuidarme, hijo, yo también se cuidarme sola.


Jimin lo pensó muchísimo antes de contestar, enserio le agradaba la idea de trabajar como bailarín, pero no quería descuidar a su madre, le importaba tanto el trabajo como su madre.


–Bueno... Está bien....



–Así me gusta hijo. Sé que tendrías que aceptar, no tanto por mi, si no por que amas el baile.


–También te amo a ti mamá.



–Lo se hijo, pero tú aún tienes una laaarga vida por delante, yo ya estoy vieja. Tú disfruta por lo menos tu trabajo, este de bailarín.



Jimin se quedó en silencio sonriendo en grande a su madre.


Era verdad que el amaba a su mamá, la que le dio la vida, aquella que le dijo no al aborto. Aquella que lucho junto a él para salir adelante.


–¿Comemos? Antes de que vaya a mi trabajo, inicio hoy....


–No tengo hambre, pero come tu hijo, yo aún estoy llena por el desayuno...



–No, yo tampoco tengo hambre... ¿Te importa se me duermo un rato antes de irme...?


–Claro que no, ve, duerme, yo te despierto cuando sea hora... Desde aquí puedo ver el reloj, no estoy tan ciega


–Bueno, podrías despertarme a las seis treinta? Para bañarme...


–Pero ya vete a dormir entonces si no, no dormirás nada... Se ve que estás muy cansado.


–No solo se ve....–dijo Jimin y salió de la habitación para entrar a la propia dejando a su mamá con una duda en su ser.


Las horas pasaron y Jimin seguía dormido. Su madre... Bueno, se había quedado dormida y ambos se despertaron por instinto dando un pequeño salto de la cama.


–¡Jimin!


–¡Mamá!


Ambos gritaron al mismo tiempo al ver la hora en el reloj de la pared de la cocina. Si, ya pasaban de las seis treinta, solo faltaban unos minutos para ser las siete.


Jimin se levantó rápido y buscando su ropa para meterse a bañar mientras su mamá despertaba bien del sueño.


Jimin salió del baño ya cambiado secándose el cabello con una toalla y tocandose neutralizador para ocultar su aroma un momento ya que cada que salía de bañarse su aroma salía a flote como si estuviera en celo.


–Mami... Te dejo un té con tostadas con mermelada de fresa y chocolate. Aquí están...–dijo Jimin preparando las cosas en la cocina, el agua para el te estuvo caliente muy rápido.


–Si hijo...


Jimin llevo la charola con el té y las tostadas hasta la cama de su madre.


–Gracias hijo... Pero... No es que te corra pero ya se te hace tarde...


–Si ma, ya me voy... Nos vemos en la mañana... Cuídate.


–Si hijo, ve con Dios, cuídate.


Y así Jimin salió de la habitación luego de la casa para irse corriendo hasta su trabajo importándole poco que sudara...



Llego hasta la puerta de ahora bar, y entro rápidamente hasta la cocina.
Lo que no se esperaba era que no había nadie ahí, aún no era hora de abrir pero, no estaban los gemelos Kwon ni Hoseok.


De quedó parado un momento para respirar correctamente.


–Llegaste temprano eh.–hablo una voz muy conocida.


–Se me hizo un poco tarde y me vine corriendo, pero, ya veo que llegue a buena hora...–respondió Jimin dándole la espalda al dueño de esa voz conocida



–Necesito hablar contigo, sube a mi oficina en cinco minutos después de que llegues.


Jimin se quedó confundido, así que volteo.


–Xiumin Hyung, tu ni siquiera tienes oficina...–hablo Jimin mirando a uno de los gemelos Kwon.


–No, pero así dijo el jefe que te dijera cuando llegarás. Y recuerda que soy JiYong.–


–Oh... Si... Ahora subo.... Si, lo recordare siempre.–hablo Jimin sonrojado




Jimin subió lentamente las escaleras que llevaban al segundo piso dondese encontraba la oficina de su jefe.




























นางเงือกสีม่วง💜

GEMELOS MIN [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora