BNHA: Viendo el multiverso

16. Que inicie el juego

Nuestro querido público estaba reunido para ver otro universo.

SB: Ok, este universo es muy divertido.

Eri: Genial.

SB: La Tierra está en peligro y su única esperanza son los gamers.

Varios estaban confundidos.

SB: Empecemos.

...

La escena comienza en la ciudad de Washington D.C., donde una nave alienígena estaba sembrando el pánico.

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Muchos se alarmaron.

Melissa: ¿Otra invasión alienígena?

Inasa: Esa nave se ve extraña.

Camie: Bueno, son aliens.

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La parte de abajo de la nave se abrió, y de ahí salieron... ¿Videojuegos?

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Muchos estaban confundidos.

Endeavor: Hey, yo conozco esos juegos.

GT: Si, son los juegos que los niños jugaban en el pasado.

RG: Uh, tantos recuerdos.

Izuku: ¿Por eso los gamers son la única esperanza?

SB: Así es.

...

Los videojuegos iniciaron su invasión. El caos corría por las calles, mientras que los invasores atacaban la ciudad. Entonces llegan Izuku, Tenya, Melissa y una cosa naranja.

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Izuku: Somos nosotros.

Tenya: ¡Lucharé hasta el final para salvar la Tierra!

Melissa: Yo también estoy ahí. Que emoción.

Mei: Esperen, ¿Qué es esa cosa naranja?

SB: Es Q*bert, un personaje de un videojuego antiguo.

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Tenya: ¿Seguros que quieren hacer esto? Porque podríamos buscar otro planeta donde vivir.

Izuku: Ya cállate, Tenya. Subiremos a la nave. La única manera es ponernos debajo de ella.

Q*bert: Esa es la única manera.

Ellos corrían hacia la nave, entonces aparece una rana gigante que los iba a aplastar, pero fue atrapada por una garra mecánica. La garra era manejada por Eijiro.

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Eijiro: Hey, también estoy ahí.

SB: Si. Tú eres el presidente de los Estados Unidos.

Eso sorprendió a todos.

Eijiro: ¡¿El presidente?!

Allmight: Te felicito, joven Kirishima.

Mina: Felicidades.

Tenya: Mis respetos, compañero.

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Eijiro: Nadie es mejor en el juego de garra que yo.

Izuku: ¡Eijiro! ¿Para qué el disfraz amigo?

Eijiro: Trataron de llevarme a un búnker subterráneo y que me revelo.- se quita su chaleco, mostrando su traje de batalla.

Los cinco llegan a la camioneta de Eijiro, donde estaban todas sus armas.