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"Estoy tratando de ser inteligente
Pero la estaca a través del corazón que estoy sintiendo
Se esta convirtiendo en una adicción
Rezando en tu religión"
Danielle entraba a la casa de Joseph, Massimo se había ido a solucionar problemas con su exnovia y ella decidió ir a cumplir su promesa de toda forma le había dicho al hombre donde estaría ya que no quería discutir con una tontería como esa, aun así, el hombre se mostró preocupado por su bienestar señalando que el británico no era de confianza.
No entendía muy bien el porque se llevaban tan mal ambos sin siquiera conocerse, pero suponía que tenia que ver algo con la testosterona que deprendía sus cuerpos.
La jovencita sigue a la chica de servicios entrando a una sala que ella no estuvo la vez anterior, ve un cabestrillo y se asombra de ver varios cuadros sin terminar con colores rojo y negros. Eran bastante siniestros bajo su punto de vista sobre todo el de una casa siendo quemada. Siente unos pasos tras de ella justo antes que alguien hable
- Pensé que no vendrías
- Siento la demora- responde ella girando- ¿tienes otras cosas que hacer?
- No- responde viéndola- supe lo que paso con Massimo
- No estoy enterada del todo- sonrie ella - ¿Estabas haciendo algo importante? Puedo volver más tarde
- Tu no molestas pequeña, acompáñame necesito que te pongas algo en especial.
La chica asiente siguiendo, el hombre sube una escalera de caracol mientras ella lo sigue el abre una puerta señalando un vestido de seda morado que se encontraba en un colgador. El simplemente la deja sola en la habitación dejando que se cambiara.
Danielle se saca los jeans que traía además de la camiseta poniéndose el vestido, una vez lista baja descalza al estudio de pintura viendo como el hombre tiene una caja en sus manos además de un montón de pinceles ordenados frente a él.
- Estoy lista- dice ella con voz firme llamando su atención
- Te vez preciosa- responde el sonriéndole
- Gracias
- Te pondré este collar ¿puedes acercarte?
La chica camina hasta el dándole la espalda el le coloca un collar de diamantes mientras ella tiembla por el cambio de temperatura. El aprovecha de soltarle el pelo haciendo que ella suspire debido a su cercanía.
