∆ CARYN ∆ ||Draco Malfoy||

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EL DERECHO DE JUZGAR AL DESCONOCIDO

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“ Si todos fuéramos lo que otros dicen de nosotros... Entonces todos seríamos horribles personas. ”
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||1992||

Aquel inicio de curso se sentía extrañamente diferente al anterior, el triunfo de Gryffindor había traído felicidad a los jóvenes de Hufflepuff, incluso si ellos hubieran quedado último, estaban agradecidos de que el año pasado a ese otra casa, a parte de Slytherin, ganara la Copa de las casas, pero en lo que a ellos concierne, darían su máximo como siempre, y Caryn Wood se encontraba fascinada con ello. La joven estaba segura que con los esfuerzos y motivaciones correctas, lograrían un buen puesto ese año y de algún modo ella quería que fuera así.

Explicarles a sus padres que su casa había obtenido el último lugar había sido fácil, pero lo que sí había sido complicado, fué escuchar los insistentes comentarios de su hermano sobre el triunfo de su casa. Oliver Wood tenía una actitud petulante si se lo proponía, y a veces, molestar a su hermana era un gran pasatiempo en vacaciones.

La castaña caminó por los pasillos mientras abrazaba a su pecho aquellos pesados libros que debía regresar a la biblioteca antes de que Madame Pince se molestara, pues la mujer había sido bastante contundente respecto a la fecha y hora de entrega, además, Caryn no lo iba negar, tenía pavor de lo que la cuidadora de libros podría hacerle en caso de que no cumpliera con sus términos.

Sus pies avanzaron con tanta velocidad que cuando quiso darse cuenta, los libros se encontraban en el piso, a lado de un par de zapatos negros que brillaban de lo costosos que Caryn supuso que eran. Las carcajadas de tres varones fué todo lo que escuchó antes de levantar la vista de los libros en el suelo y encontrarse con los Slytherin.

El rubio dejó de reír tan pronto la reconoció, era la chica de Hufflepuff que él siempre miraba durante las clases que compartían. Por supuesto, nadie sabía el secreto del Malfoy, quien siempre fingió desagrado ante los Hufflepuff, cuando en realidad estaba terriblemente perdido en la mirada avellana y las pecas esparcidas por el rostro de la joven Wood.

Cuando Caryn se dió cuenta del trío de verde, simplemente negó y se arrodilló para recoger los libros que estaban en el suelo. Crabbe y Goyle siguieron riendo a pesar de que el conocido Malfoy ya no lo hacía, pero tan pronto se arrodilló para ayudarla, los dos jóvenes enmudecieron con evidente consternación que compartieron con la Hufflepuff que había dejado de recoger para mirar al rubio que la ayudaba.

—Deberías tener cuidado. —La castaña asintió levantándose con los pocos libros que había recogido— Toma. —Le extendió el resto y ella los tomó aún con sorpresa.

—Gracias. —Sonrió amable.

Caryn intentó acomodar los pesados libros de tal modo que pudiera continuar el resto del tramo hasta la biblioteca sin problemas, más se vió en problemas cuando estuvieron a punto de volver a caer al piso, de no ser por el rubio que sostuvo uno de los tantos libros a punto de caer.

—Dame eso, te ayudo. —Le quitó un par de libros antes de girarse a sus amigos— Haré mi obra de caridad y los veo en el gran comedor.

Ambos jóvenes asintieron con evidente sorpresa antes de marcharse por el camino contrario al que venían. Draco Malfoy miró a la joven de Hufflepuff y con un movimiento de cabeza, le indicó que avanzaran. Caryn así lo hizo, avanzó con timidez a su lado mientras pasaba sus dedos nerviosos por las portadas de los libros que ella tenía.