capítulo cinco

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Al poco rato estaba tendido sobre el tatami, creaba bombas de aire con sus cachetes y los exhalaba conforme los grillos raspaban sus alas, el grillero estaba armonizando el estado de ánimo que lo envolvía en cada dosis de furia, Wei Wuxian se dio vueltas por el piso, y de vez en cuando miraba hacia la puerta esperando que, si de alguna manera en un instante en que no mirara, Jiang Cheng aparecería ahí y al no notar su presencia, acabaría por irse sin molestarlo.

Pero era la hora en que no aparecía y el ruido de su estómago exigiéndole comida hizo entonación con la banda armónica de grillos ruidosos.

Bufó cuando recordó que esa misma mañana estaba conversando tan animoso con esa joven del mercader, también atendió las quejas de las demás chicas aun si ellas eran tan directas en querer atraer su atención.

Wei Wuxian se pasó la mano por la cara, al sentir un dolor en su sien. "Debe ser por el hambre, debe ser por eso." Se consoló con esa mentalidad y se alzó más energético, si Jiang Cheng no aparecía, entonces eso no detendrá la suerte que era tener gratis tres comidas al día.

Un sonido de traqueteo acalló toda la sinfonía de cada uno de los ruidos a su alrededor, enfocando su atención a este sin poder evitarlo. Wei Wuxian tal como le había enseñado Jiang Cheng se impulsó del suelo rápidamente, y de una maniobra veloz apagó cada una de las velas que iluminaban el pabellón. De repente, el olor oxidado de la sangre se impregno en el aire, sofocando el aroma a lotos que rebosaba en cada rincón, Wei Wuxian casi dejo de respirar al escuchar los pasos viscosos que sucedían conforme la presencia desconocida caminaba.

El ruido se detuvo frente a él. La pausa del momento siguió su transcurso y la vida noctambula a las afueras volvieron a dar signos de vida.

- Muy bien. -

Wei Wuxian no supo en qué momento cerró los ojos, la oscuridad se llenó de la tenue luz nítida de las velas al volver a abrir los ojos suavemente.

- Pensé que tu demencia también había acabado con tus buenos reflejos, veo que poco a poco te vas recuperando Wei Ying. -

Wei Wuxian quiso decir algo al respecto haciendo un puchero, al ver como el hombre ensangrentado tomaba asiento frente a la mesa y picaba los palillos contra la superficie para darse comienzo. Solo pudo decir una cosa

- ¡Soy Wei Wuxian! -

Al hacerse espacio en el comedor inesperado, Jiang Cheng sonrió mientras comía, Wei Wuxian estaba a punto de tomar con sus palillos los rábanos curtidos, después de ver esa espeluznante sonrisa sádica decidió irse por el vaso de agua. Al tomar un sorbo volvió a fijarse en Jiang Cheng, este ahora mantenía una mirada retorcida

- ¿Sucedió algo? - No pudo evitar preguntar Wei Wuxian al ver las salpicaduras de sangre por todo el rostro sin lavar, y las túnicas emblemáticas del líder de secta llenas de sangre fresca, el olor era fatídico pero Wei Wuxian se aguantaba, pese a que nunca había olido así de intensa la sangre, su nariz medianamente con el paso del tiempo se fue acostumbrando

Jiang Cheng parpadeó como si se hubiese despertado de un sueño extraño en mitad de la noche y no pudiese creer lo que vio.

- Otra vez. - Tragó su comida y continúo - Hubo una emboscada en el oeste de la secta, fue la primera de los reclutas y varios de ellos están heridos - La sonrisa volvió a pintar el semblante sombrío de Jiang Cheng

- Pero por suerte estaban todos esos bastardos ahí para cuando llegue. Si hubieran muerto en algo tan sencillo como un ataque a la secta Yunmeng Jiang, los hubiera maldecido hasta su próxima reencarnación. -

Un fanboy logra transmigrar de una manera no canónicamente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora