15. Esperando a mi omega -Parte Cuatro -Zaintsee -Omegaverse Terminada

Veinte

Tras el regreso a Inglaterra, las cosas entre la joven y el omega siguieron raras, Zee y Saint por más que preguntaban a su hija ésta no soltaba prenda.

Tras una semana, el omega harto de escuchar a Yatch gimotear y andar como alma en pena, decidió hablar con su hija una vez más y muy seriamente camino de fisioterapia.

...-Cariño ...¿qué es lo que te ocurre?, No puede ser tan grave lo que ha hecho, el pobre est...

-Él no ha hecho nada papá- habló la joven alfa molesta.

-Entonces, ¿cuál es el problema hija?, no lo entiendo.

-Pues que no hace nada, ese es el problema... No quiere que vivamos juntos, no quiere casarse y mucho menos que tengamos un hijo.

Saint detuvo el coche de inmediato y lo aparcó a un lado de la carretera, apagó el motor y miró incrédulo a su hija.

-Cielo ...¿y tus estudios?.

-¿Tú también vas a empezar con eso?, yo no quiero seguir estudiando...Quiero tener mi propia familia... Cualquier día puedo morirme y no sabré qué es qué se siente al vivir con tu pareja, ni ser mamá... Tengo la sensación de que no avanzamos y que yo siempre estoy estudiando y él trabajando y ya me cansé de esa situación... Quiero que quiera casarse y que vivamos juntos, quiero tener a mis hijos ahora.

-Cielo-dijo este cogiéndole la mano-... él no es tu enemigo, solo es sensato y más maduro que tú... Siempre has sido muy impaciente hija, afanas vivir a toda prisa y debes crecer acorde a tu tiempo... Debes acabar tu carrera y lueg....

-No seguiré estudiando, ya lo he decidido... Tan pronto vuelva a caminar bien, me iré.

-¿Cómo qué te vas?, ¿A dónde te vas?-preguntó el omega algo molesto también.

-Me iré con tío Can a Manchester, buscaré trabajo y me buscaré otro omega.

-¿Es un broma verdad?, porque sino creeré en serio que estás loca hija mía- Saint estaba perplejo.

-No...no es una broma, tengo dieciocho años puedo irme cuando quiera y no puedes impedirlo.

El omega salió del coche y caminó un poco para calmarse, su presión estaba subiendo y por su salud y su bebé debía mantener la calma.

Tras unos minutos y varias respiraciones profundas decidió volver a subirse al coche.

-¿Y Yatch?, -preguntó-...¿vas a dejarlo así, sin más?, después de estar años insistiendo en que era tu omega y de que lo hayas marcado, ¿acaso quieres matarlo?.

-No, yo solo quiero que si realmente es mi omega, él reaccione y si no lo hace pues entenderé que no lo es-dijo la alfa intentando parecer dura pero muerta de miedo y dolor por dentro.

-Hija tú solo quieres imponerte... Sé que eres una alfa y él tu omega, sois destinados, yo lo tengo claro desde que nos lo encontramos en aquel baño hace casi once años ¿Te acuerdas?.

-Si papá, claro que me acuerdo-sonrió-... él era, es y será, el omega más lindo que he visto en mi vida, eso nunca cambiará pero eso no cambia el hecho de que queremos cosas distintas.

Saint resopló y asintió derrotado.

-Papá, sé que te preocupas por mí y te lo agradezco pero te olvidas que tu mismo abandonaste tu sueño por amor y no te ha ido tan mal ¿o si?...Debo cometer mis errores, la Universidad siempre estará ahí y si quiero retomar los estudios, ten por seguro que lo haré.

-Está bien hija... Veo que lo tienes todo muy claro y no te haré cambiar de idea pero solo quiero que actúes con cabeza y no solo por capricho... Me parece muy bien que quieras formalizar tu relación pero quiero que sepas que eso no está reñido con tu futuro.

Finalmente el omega retomó la carretera y siguieron el viaje hacía la clínica de fisioterapia, donde la joven alfa siguió con sus progresos para volver a caminar y dejar la silla de ruedas definitivamente.

Con el pasar de los días, las cosas entre los dos jóvenes siguieron trayendo muy preocupados a los mayores pues querían a Yatch como a un hijo y además estaban de acuerdo con su postura de que Anne terminase sus estudios y luego ya formarían su familia, aunque también sabían la peculiaridad forma de ser y de actuar de su hija y la aceptaban y la querían como era.

Verlos hacerse daño era muy doloroso para toda la familia e incluso intentaron último acercamiento entre ellos, dejándolos solos en el salón, para que hablasen y solucionasen el problema, antes de que la chica prosiguiese con su empeño de irse.

...-Anne, no es en se-serio eso de que te irás lejos, ¿verdad?, ¿Vas a abandonarme, de-después de todo lo que hemos p-pasado?, yo te amo y no podré vi-vivir sin ti.-dijo entre lágrimas el pobre omega.

-Eso depende de ti... Te consta lo que deseo y sabes que podría obligarte pero no voy ha hacerlo-dijo duramente la alfa manteniéndose en sus trece-...De ti depende que me vaya o no.

-Pero es que esto es un capricho Anne, siempre hemos hablado de que primero te graduarías y conseguirías tu título pero a raíz del accidente tienes esa idea loca de ser madre y condenar tu futuro. . Yo no quiero eso para ti, quiero que brilles, has nacido para eso y los hijos vendrán con el tiempo... Amor, tenemos toda la vida para formar una familia.

-No... no la tenemos .. Yo pude morir en ese accidente sola, sin apenas haber empezado a vivir y con muchos planes, que en cuestión de segundos se desvanecieron. Yo quiero que si me vuelve a pasar algo así, haber probado todo, ser esposa, ser madre, ama de casa...

-Anne, yo no puedo condenarte a que sacrifiques tu sueño, no quiero que un día te despiertes y te des cuenta de que tu vida no te llena...Que te arrepientas de casarte con un humilde peón que te llenó de hijos y te cortó las alas.... Está bien-dijo finalmente el omega yendo hacia la puerta- si lo que quieres es irte pues vete, yo no voy a detenerte.

El omega abrió la puerta y se giró para mirarla.

-Adiós Anne, te deseo lo mejor.-dijo antes de salir de la granja de la chica e irse a su casa.

Zee y Saint volvieron al salón al escuchar la puerta.

-Cariño .... ¿y Yatch?, ¿Lo habéis solucionado?-preguntó el omega a su hija que permanecía sentada con el semblante serio y la mirada perdida.

-No papá, vuestro plan a fracasado... me iré Manchester mañana, ya no seguiré aquí-Soltó esta antes de irse y subir a su habitación.

-¿Mañana?, pero...