El omega regresó a casa sin tener una decisión tomada, el peso de dejar a su madre sola era muy grande y también el dejar su trabajo en la explotación de sus amigos, los cuales eran como su segunda familia.Consideraba a Saint y a Zee como sus hermanos mayores pero también estaba cansado de sentir dolor y no quería sufrir más.
Siempre había creído que tendría el amor de Anne pues aunque ella se hubiese ido para encontrarse, tenía la esperanza de que regresase junto a él algún día pero ya esas esperanzas se habían marchitado.
Cuándo abrió la puerta, el mundo se le vino encima pues encontró a su madre tirada en el suelo desmayada, se asustó mucho y corrió a comprobar si respiraba y afortunadamente sí lo hacía pero estaba muy débil y susurraba su nombre incansablemente.
Llamó a una ambulancia y ésta fue llevada al hospital y allí le dijeron que su madre había sufrido un infarto, entonces él se sintió culpable pues había sido por haber discutido con ella y darle el disgusto de querer irse.
El médico le dijo que su débil corazón quizás no aguantaría, si esta recibía otra impresión o sufría otro disgusto pues podía ser fatal, así que no tubo más remedio que abandonar la idea de irse sí.
Zee y Saint acudieron en la mañana al hospital para saber de ella pues al ver que Yatch no regresaba a trabajar lo llamaron y éste les contó que su madre estaba ingresada por un infarto.
El omega no tuvo más remedio que contarles lo que había sucedido y tanto el alfa como el omega, se quedaron de piedra pues no tenía ni idea de que su amigo tenía pensado irse y abandonarlos.
Entendían de sobra sus razones, aunque finalmente se alegraban de que este les dijese que había desistido de irse.
Lo que no se esperaban fue que dos días después de darle el alta a su madre, Yatch les llevó una carta de renuncia pues a pesar de que se quedaba por su madre en el pueblo, no iba a volver a trabajar en la explotación.
Su pretexto fue que en cualquier momento la alfa podría regresar con su nuevo omega y él no quería estar allí para presenciar aquello.
Tras despedirse, durante unas semanas Yatch estuvo dedicado en cuerpo y alma a cuidar de su madre y cuando estuvo mejor buscó un trabajo más cerca de casa, en una veterinaria.
Aquel trabajo no era lo mismo que trabajar en la granja pero le gustaba bastante pues estar con animales le ayudaba a no pensar en los problemas que tenía.
Mientras en Manchester, Anne comenzó un nuevo curso tras aprobar los exámenes de acceso a la Universidad, tenía tres años por delante en los que poder especializarse en una rama de magisterio, entonces eligió Música.
Los meses fueron pasando y Can al fin dio a luz a sus preciosos bebés, dos mellizos, un niño y una niña, que fueron bendecidos con el nombre de Peter y Sara.
La joven alfa estaba encantada de tener esos bebés en casa y volcar todo su amor en ellos, por lo que los consentía como si fuesen suyos propios y de algún modo logró apaciguar ese instinto que tenía latente en su interior, aunque sabía perfectamente que no eran sus propios hijos.
Entretanto también intentó conocer otro omega y llevar a cabo su propósito de liberar a Yatch aunque ella también estaba pasándolo muy mal, sabía que él estaría muchísimo peor.
Tan solo sintió algo de atracción por uno y este fue Lorenzo, el cual bebía los vientos por ella y poco a poco entablaron una amistad, que se fue convirtiendo en algo más serio, aunque la alfa no sentía la misma pasión que sintió con el omega, ya que ni sus caricias ni sus besos eran iguales pero servían para apaciguar sus ansias internas.
Tras dos semanas, llegó el tiempo de tener sexo, era un momento que ella había estado posponiendo pues no le apetecía especialmente morderlo.
Lorenzo estaba tan loco por ella, que accedió a ser mordido pero justo en el momento qué se suponía que tenía que hacerlo, a su mente vino el momento en el que había mordido a Yatch y lo maravillosamente que se había sentido en ese momento.
Recordaba lo hermoso que estaba este con su marca en el cuello, sonrrojándose a cada rato, entonces empujó a Lorenzo y lo tiró de la cama, luego se vistió rápidamente pues estaban en casa de los padres de él y tras dejarlo sólo, se fue a la casa de sus tíos llorando.
La joven alfa entró rápidamente a su habitación seguida de su tío Can y su tío Tin, los cuales acababan de dormir a sus hijos pequeños.
—Cariño...¿qué te pasa?, ¿estás bien?, ¿Te ha hecho algo Lorenzo?—Preguntó el omega preocupado abriendo la puerta.
La chica se abrazó fuertemente a él echándose a llorar mucho más fuerte que antes.
—¿Qué te pasa cielo?, no me preocupes así, ¿por qué lloras?, ¿qué ha pasado?.
—No he podido hacerlo tiene tío, no he podido morder a Lorenzo... No dejaba de ver a Yatch y de recordar como había sido nuestro primer encuentro.
Can sonrío pues estaba aliviado, ya qué había creído que había pasado algo terrible.
—Cariño, eso era lo que tratábamos de decirte... Por mucho que te empeñes no puedes cambiar lo que es. Tú y él sois destinados y aunque tú llegases a morder a Lorenzo acabarías dándote cuenta de que eso es un completo error y habrás condenado ese omega a sufrir por ti.
—Pero ya es demasiado tarde—dijo secándose las lágrimas—... No creo que Yatch pueda perdonarme, le he hecho demasiado daño y ahora que ya no ésta en la explotación, seguro que ya conoció a otra alfa.... Yo lo sigo sintiendo pero puede que en cualquier momento, otra alfa lo muerda y rompa el nuestro.
El omega sonrió abrazandola de nuevo.
—Solo tienes una manera de averiguarlo, cielo... Búscalo y haz que te perdone... Permite que seáis felices de nuevo.
En ese mismo instante sonó el teléfono y Tin apareció en la habitación con el semblante muy serio y pálido.
—Cariño, ¿qué es lo que sucede?.
—Era Saint, al parecer la madre de Yatch ha tenido un nuevo infarto y ha fallecido.
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15. Esperando a mi omega -Parte Cuatro -Zaintsee -Omegaverse Terminada
FanficEsta es la cuarta y última parte de la historia. Zee Pruk es un temible alfa multimillonario y muy poderoso. A lo largo de su vida se ha ganado muchos enemigos y también a levantado muchas envidias. Un día todo cambia y de un momento a otro se encue...